015. Los venados y zorros vuelan

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Al llegar empezaron a buscar en cada rincón esperando encontrar a los Híbridos.

Mientras buscaban en silencio Osa se decidió apoyar en una mesa mientras que Robin buscaba en posibles lugares donde estarían los menores.

Si yo fuera una chica animal, ¿Dónde estaría? Se preguntó mientras buscaba en una caja.

— ¿Puedo hacer una pregunta? —Pregunto Osa.

— Ya la hiciste. —Respondió Robin, rodando sus ojos con burla.

— Bien. —Contestó ahora.— ¿Puedo hacer otra pregunta?

Robin iba a seguir burlándose pero decidió solo asentir para no frustrar más a la de rulos.

— Al parecer te caigo mal. —empezó.—¿Por qué?

— ¿Enserió? —Murmuró con sarcasmo. — No lo sé, quizás porque me intentaste matar, cosas de todos los días. —Robin pensó que si seguía inventando excusas como esa todo estaría bien, ¿cierto?

— Hace un rato estábamos bien. —Contestó.— Y no me culpes por eso, estabas con un último hombre, creí que eras uno también.

— En primer lugar, si "Antes estábamos bien" —Repitió. — Es porque esos niños ya pasaron por mucho, y que les recordemos esas cosas no ayudarían para nada.

La rubia se quedó callada para ver si había alguna objeción por parte de la chica. Esta se quedó callada y Robin Prosiguió.

— Y ahora tú estás en un viaje con un último hombre, según tu lógica. —Robin la miró a los ojos.— ¿Entonces eres un último hombre? —Se burló.

— Estúpida rubia. —Murmuró Osa.— No me vas a perdonar que casi te haya matado, ¿Verdad? Además, eso ya pasó, tarde o temprano tendrás que superarlo.

— Sí sigues así, prefiero tarde. —La rubia se levantó de donde estaba y se encaminó hasta estar frente a Osa.—Pero, podría aceptar tus disculpas si me dices tu nombre real.

— Ya lo sabes. —Contestó.— Es Osa.

— Oh, vamos. —Se burló.— Yo creo que es el último nombre que unos padres le pondrían a sus hijos es "Osa".

— Pues crees mal entonces, porque ese es.

— Entonces no voy a aceptar tus disculpas, y te recuerdo que pasaremos este viaje juntas y con ellos. —Se alejo a pasos cortos hasta que escucho como suspiraba.

— Bien. —Robin sonrió antes de girar. — Mi nombre es Rebecca Walker. —Estiro su mano con anillos.

—Un gusto, Rebecca. —Robin acepto su mano para después quedarse en silencio. —Tienes un hermoso nombre, ¿Puedo decirte... Becky?

La chica de rulos solo asintió no tan de acuerdo con su propuesta.

— Tenemos que seguir buscando a esos mocosos. —Robin desvio su mirada para alejarse unos pasos, estaba un poco ruborizada, pero su cabello cubría sus mejillas.

Fue mucho descaro de mi parte. Pensó con vergüenza después de el atrevimiento de su parte de darle un apodo cuando apenas y se conocen. Eso definitivamente no la iba a atormentar por días, ¿verdad?

— No les digas así.

Mientras seguían investigando el tren, Robin encontró un póster pegado en una pared cercana. Era de los últimos hombres.

Le hizo una señal a Becky para que se acercara a ella.

Los últimos hombres estaban en el tren con ellos.

Sweet DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora