El arte del engaño resultó ser un gran don y no se si fue una maldición, pero el diablo a mí me lo dio, no sin antes poder decir:
- Recuerda que nunca vas a sufrir, hija mía tan divina, de tus preciosos labios solo saldrán mentiras las que espero no te lleven al altar algún día. Tus ojos serán una pena y tus perfectas caderas la condena, nadie podrá olvidarte, con solo una mirada los condenaras a amarte. Tú no descendiente del reino de los cielos, tú subiste de mi infierno, eres mi creación más pura, con toda la malicia dentro de tu alma oscura. Nunca jamás volverás a llorar, ahora todos te rogaran, se hincaran ante ti suplicando lealtad pero tú solo los traicionaras. Tus besos grabados como una cicatriz, se les quedarán por el resto de la eternidad, a cualquiera que se cruce en tu camino harás que se quede vacío, vagando solo y sombrío diciendo que todo a perdido, el precio de estar contigo será convertirse en un ángel caído, eres la tentación como aquella manzana que Eva comió. No tienes comparación, eres única en esta vida sin compasión, tu elegancia siempre les ganará a toda su arrogancia, eres fina, reservada y sofisticada, todo lo que cualquier hombre anhela en su cama, mi pequeña ángel del infierno, ahora eres tan fría como el invierno, pues me he cobrado con tus sentimientos.
Recuerda que ya no tienes corazón, pues también te lo he arrancado yo, ya nunca jamás volverás a sufrir, ninguna lágrima volverá a salir de ti, cerrando este pacto con mi vida, ahora yo te protegeré querida.
ESTÁS LEYENDO
El Diario De La Poeta Con El Alma Rota
شِعرun poemario lleno de lo que tal vez nadie habla pero que todos sienten, letras siniestras llenas de sentimientos que nadie expresa pero que a todos nos pesan.