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Anto estaba ocupada dando de comer a los gemelos, Max y Cielo, mientras Vicky jugaba cerca en su silla. Todo transcurría con normalidad hasta que Cielo vomitó repentinamente sobre su plato, lo que hizo que Santiago se levantara de inmediato con preocupación en el rostro.

"Ah cielo, vamos al baño rápido," dijo, levantando a Cielo en sus brazos.

Anto, con rapidez, se puso de pie y comenzó a limpiar la mesa y el plato de Cielo mientras Santiago llevaba a la pequeña al baño. En el baño, Santiago reconfortó a Cielo mientras ella se calmaba.

"Está bien, mi amor. No te preocupes," murmuró suavemente mientras le sostenía la espalda.

Después de unos minutos, Cielo se sintió mejor y Santiago la llevó de vuelta a la mesa, donde Anto había terminado de limpiar y había preparado un plato nuevo para ella.

"Mami, lo siento mucho," se disculpó Cielo, con los ojos llenos de lágrimas.

"No te preocupes, cariño. Está todo bien," respondió Anto, sonriéndole con cariño.

Santiago se sentó nuevamente junto a Anto, y los gemelos continuaron comiendo con apetito mientras Vicky seguía jugando felizmente.

Esa noche, Anto regresó a casa con Cielo después de una salida con sus amigas. Ambas estaban llenas de risas y complicidad, planeando una pequeña broma para Santiago.

Al entrar a la sala donde él estaba cenando tranquilamente, Anto y Cielo fingieron que estaban grabando un video con el celular.

"¡Hola, abuela Euge! ¡Te estamos mostrando todo lo que compramos hoy!" exclamó Anto, con entusiasmo exagerado.

"¡Sí, mira este juguete, mamá! Costó ¡300.000 pesos!", dijo Cielo, mostrando un pequeño juguete.

Santiago miró de reojo con sorpresa mientras seguía comiendo, tratando de contener una sonrisa ante los comentarios de las chicas.

Anto continuó con la broma, exagerando aún más los precios mientras Santiago escuchaba con diversión, pero también con un dejo de incredulidad.

"Y estos labiales... ¡Ay, Santi! ¡Cada uno de estos labiales de MAC costó 160 mil pesos!", dijo Anto, mientras fingía admirar sus productos cosméticos.

Santiago hizo una mueca de asombro y miró con gesto exagerado hacia los productos mencionados.

"Luego, todos los productos para el cuidado de la piel y el cabello... ¡unos 260 mil cada uno de MAC!", añadió Anto, sin perder la compostura ante los precios ficticios.

Santiago miraba mientras fruncía el ceño pero intentaba no meterse en la conversación .

Anto y Cielo apenas lograron contener la risa al ver la reacción de Santiago

"¡Todo eso con la tarjeta de papi!" exclamó Cielo, soltando la bomba final.

Santiago, completamente sorprendido y algo asustado, escupió la comida y abrió los ojos con incredulidad.

Las chicas estallaron en risas, disfrutando del juego y de la reacción divertida de Santiago ante la broma familiar.

Después de la broma sobre los exagerados precios de los productos, Santiago seguía un poco confundido pero divertido por la actuación de Anto y Cielo. Continuaron con la cena, con Santiago todavía tratando de procesar los precios extravagantes mencionados.

Anto, con una sonrisa juguetona, decidió llevar la broma un paso más allá. Disimuladamente, sacó la tarjeta de crédito de Santiago de su bolsillo y la mostró rápidamente, como si confirmara la historia que estaban contando.

Más allá del caos 2 -Santiago caputo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora