-Los amigos no se miran así-
•El pelinegro y la morocha•
Dos streamers muy conocidos en Argentina son amigos desde muy chiquitos, siempre dijeron que nunca iban a sentir nada por el otro más que el amor de amigos.
O eso creían....
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Narra ivan: Vi a kiara sentada en el sillón, me tire al lado de ella para ver que estaba haciendo en el celular.
S:Que haces? Tn:Viendo mi departamento en Ámsterdam, ¿te gusta?
La morocha le dio el celular al alto para que vea las fotos de su futuro hogar.
S:Me gustaría más si estuviese en buenos aires y no en el otro lado del mundo
Kiara hizo una mueca de tristeza, ella lo entendía a él pero también quería que ivan la comprenda a ella.
Tn:¿Te pensas que para mi es fácil? S:Si no es tan fácil rechaza el contrato y listo Tn:Como si fuera así de fácil S:Y si kiara, para que aceptaste ese contrato de mierda si sabes que no te queres ir Tn:Quien te dijo que no me quiero ir?
Ivan se quedó en silencio y negó con su cabeza. La morocha sin mas ganas de compartir espacio con Ivan se fue para afuera donde estaban sus amigos.
Narra ivan: Suspire pasándome una mano por la cara. No podía pelearme con ella, quedaban tan pocas semanas para que se vaya, tenía que disfrutar lo máximo con ella. Agarre mi celular y le mande mensajes, no era muy buena idea porque estaba hablando con angie y dudaba que me conteste.
Lo que no sabía ivan era que kie le había puesto un sonido diferente a las notificaciones de los mensajes de ivan para saber que era el. Ella había hecho lo mismo con su madre, eran las dos personas más importantes. La morocha cuando escucho la notificacion miro el celular y suspiro.
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Narra ivan: Fui hacia afuera, ella estaba sentada con angie, conversando animadamente. Cuando me vio acercarme, negó con la cabeza mientras una sonrisa traviesa se dibujaba en su rostro. Le resté importancia a su gesto y, en un movimiento decidido, la levanté, colocando todo su cuerpo sobre mi hombro como si fuera un saco de papas. Ella empezó a golpearme la espalda con sus pequeños puños y a patalear en todas direcciones, sus risas entremezcladas con gritos juguetones.
S:Por más que me pegues no te voy a bajar
<<Le dije entre risas, mientras sentía sus intentos inútiles de liberarse. Al llegar, la dejé con cuidado en la cama, asegurándome de que no se lastimara. Se quedó acostada, mirándome con una mezcla de desafío y anticipación en sus ojos. Me acerqué lentamente, disfrutando cada momento. Me incliné sobre ella, nuestras respiraciones se encontraron, y empecé a besarla suavemente, sintiendo cómo se relajaba bajo mi toque, respondiendo a mis caricias con la misma intensidad.
