Prologo

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Debería haberlo sabido desde un inicio, pero mi amor me había segado por completo, creía que él sentía lo mismo, creía que estábamos en sintonía, que nuestros corazones palpitaban al unísono, todo había sido una ilusión, que tonta, que estúpida he sido todo este tiempo, no debí de imaginar cosas donde no había nada; es verdad, era todo mi culpa, yo había mal interpretado todo. Este sufrimiento era a causa mía, yo me lo había provocado ¿Pero, quién lo iba a imaginar? Probablemente todos,  excepto yo
Mi hermana, deslumbrante, delicada como un pétalo de rosa, la moza de un pintor, pintada con el más fino lienzo, y decorada con un marco elegante, exhiba en un museo de pinturas hermosas y ella sería la más sobresaliente; ahora esa hermana, la hermana que tanto quería, que tanto protegí de pequeña, como una buena hermana mayor, gemía el nombre del hombre que había amado toda mi vida, escuchaba la respiración agitada de él, podía escuchar como sus cuerpos se deleitaban, el éxtasis que sentían el uno por el otro, en cada uno de los sonidos que transmitían a través de la puerta.
El dolor se había apoderado de mi, las lágrimas salían silenciosas, mi respiración era agitada, y mi cuerpo estaba paralizado, mi mente vagaba en el más profundo abismo, contemplando la oscuridad mas grande que había visto. El pecho me oprimía, mi estómago dolía y las náuseas se apoderaron de mi, debía de salir de ahí, lo antes posible, debía de recomponer este cuerpo, está mente débil, este corazón roto, que no tenía ningún derecho de sentirse de esta forma, él solo era mi mejor amigo, no importaba lo mucho que doliera, solo era un amigo..
Mi amigo y mi hermana pequeña

¡Lo olvidaré!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora