Pasó un mes de que empezaron las clases. Ese primer recreo del año, Sol y Tomás hablaron mucho, había demasiada química. Me encantaba la pareja que hacían la verdad. Me parecía más que bien que mi mejor amiga tenga a alguien que la acompañe, y él parecía un buen chico, lo que ella merecía.
En ese mes me di cuenta que sí; sí era un buen chico, sí hacían linda pareja y sí había química.
Empezaron a salir a la semana. Ví muy enganchada a Sol, en realidad los dos estaban así: se gustaban de verdad.
Sol no se lo quería contar a nadie, solo quería que lo supiéramos Alex, Tomi, ella y yo. Hasta me hizo jurar que no iba a contar nada y obviamente guardé el secreto.
¡Chicos, chicos! Laguardia y Sol están saliendo.
Sandra, la más chusma del curso, mandó ese mensaje al grupo de la división. No tengo la más pálida idea de como se enteró, pero se enteró. Y se enteraron todos.
Al principio Sol estaba muy triste porque tenía miedo que ese chisme verídico llegara a oídos de su padre, quien era muy celoso y era capaz de amenazar a el novio de su única hija.
Gastón se enteró que su hija estaba de novia y se lo tomó muy bien, de hecho lo invitó a cenar al día siguiente de haberse enterado.
Sol estaba muy feliz. Me encantaba verla así, era todo perfecto. También estaba muy contenta de vernos a Alex y a mi tan enamorados.
Nosotros cuatro eramos el tema de conversación de casi toda la secundaria. Eramos muy conocidos, la mayoría decía que les encantaban estas dos parejas. La mayoría.
Menos ellas, Camila y Josefina.
Camila había sido novia de Alex el año anterior y él la dejó por mi, desde ese momento tiene un fuerte rencor hacia mi. Josefina llegó al curso el mismo año que Tomás y según escuché decir habían estado saliendo unos meses, pero no me atreví a hablar del tema ni con Sol, ni con Tomás porque sabía que iba a ser solo un tema de discusión; era evidente que Josefina, la pelirroja más fea que vi en mi vida, seguía muy enganchada con el novio de mi mejor amiga.
Y llegó el día que Josefina no aguantó más ver tan contentos a Sol y Tomás.