Recuerdos

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14 de enero del 2046

-2 meses y medio de tu partida y duele como nunca...

-Exactamente el 29 de octubre del 2045 dejaste este plano en la tierra... Todo por mi idiotez.

-Recuerdo cuando hice ese estúpido trato con mamá, que iluso fui al creerle cuando era más que claro que solamente me veía como su perro y me controlaba siempre. Que iluso fui cuando creí que los dejaría vivir más que a nadie, y claro... No fue así.

-Extraño cuando solíamos competir con quien era el mejor cocinando, claro que, siempre ganaba yo, el acto culinario no era tu fuerte.

-Justo está noche me hará pagar por todos mis pecados, o mejor dicho, cuando el reloj marque las 12.

-Por dejar morir a mis amigos, personas que consideraba como hermanos, por nunca decir nada, por ser el espía de mamá, por contarle todo lo que hacían a sus espaldas...

-Por dejarte ir.

-Espero que en donde sea que te encuentres, y si es que existe el cielo... Puedas escuchar que desde el fondo de mi roto corazón, esto no lo hago como acto de egoísmo.

-Yo se que te prometí proteger a Emma ante todo, yo se que la amas, que es lo más preciado que tuviste en vida, pero...

-Yo se que sabe lo que hace y que, perfectamente se puede cuidar sola, sin mi.

-Aún recuerdo esa noche de invierno, en la que nada sorpresivamente te enfermaste.

-Emma hizo todo lo posible para entrar y estar contigo, temía que te sintieras triste o angustiado por no poder disfrutar con nosotros de la nieve.

-Después de tantos intentos y regaños por parte de mamá, ella logró entrar al igual que yo.

-Mamá nos descubrió pero yo traté de calmar la situación diciendo que era imposible que Emma se enfermara al estar tan cerca de ti, ya que "Los idiotas no se enferman".

-Recuerdo la expresión de Emma en su cara, era un enojo el cual casi nos hacía estallar de risa, Emma de pequeña cuando se enojaba inflaba sus mejillas hasta teñirlas rojas, aunque creo que aún lo hace.

-Pero claro, tú lo deberías haber notado, después de todo, es tu chica.

Con firmeza, Ray se paro de la silla en la que se encontraba sentado, lleno de nostalgia y cerró su libro de recuerdos.

Estaba a punto de tomar el primer galón de aceite cuando se escuchó un chillido.

La puerta del comedor se abrió lentamente hasta que dejó ver a una pequeña y delgada figura tras ella.

-Ray, ¿Qué estás haciendo?- Preguntó una dulce voz que era imposible de no ser reconocida.

-Sabes que es mi último día aquí, ¿Cierto Emma?- Le contesté tal vez un poco nostálgico.

-Lo sé... Por eso necesito que me escuches.- Respondió sentándose en la silla en la que me encontraba yo antes.

-Te escucho.- De igual forma me senté en la silla al lado de ella.

-No podemos escapar con todos, es peligroso.- Dijo Emma pensativa mientras posaba su cabeza en la mesa.

-Así que tú también lo pensaste... Por eso tengo un haz bajo la manga.- Dije mientras le mostraba un galón de aceite.

-¿Incendiarás Grace Field House? Pero... Mamá no se detendrá por un simple incendio, solo sacará a todos de la casa.

-Eso también lo sé, así que... Le daremos una sorpresa.

Tome el galón de aceite, lo abrí y lo vertí encima mío, bañándome en el, y finalmente arrojando el galón a otro lado.

-¿R-Ray? ¿Qué mierda estás haciendo?- Emma se veía frustrada, aunque podía predecir que había otra cosa además de frustramiento, solo que no sabía que.

-Solo les daré más tiempo, hoy todos, sin excepciones escaparán de este infierno.

Seguido de esto vertí el resto de los galones alrededor del comedor y tomé la caja de los cerillos.

-Ray piensa bien lo qué haces, siempre hay otra manera.

-Ahora no la hay Emma, no la hay.

Prendí el único cerillo que había en esa pequeña caja.

Entre Emma y yo ya no había más intercambio de palabras, ningún ruido que interrumpiera, solo el silencio de la noche, y la única luz que entraba era la de la luna y la del pequeño cerillo apenas prendido.

-Cuídate Emma.

Lancé el cerillo al suelo, esperando a quemarme vivo, sentir el ardor del fuego, claro que, no se sentiría muy lindo que digamos pero, si con eso puedo hacer que todos salgan vivos de aquí, me conformaré con eso.

...



















-¿De verdad creíste que te dejaría morir? No seas idiota Ray.

Mire al suelo y vi a Emma tirada junto al cerillo en sus manos.

-¿Qué acabas de hacer estúpida? ¿Sabes que acabas de perder toda tu oportunidad de escapar? ¿QUÉ VAMOS A HACER AHORA?- Angustiado, todo mi plan se había ido por un acantilado.

-Sabía lo que harías, así que vuelve a escuchar con atención porque tengo un plan y todos los detalles son importantes.

...

















-Así que Norman sabía todos mis movimientos, como pude subestimarlo.

-Entonces, ¿Estás conmigo?- Emma tenía esa carita de perrito a la cual no me podía negar.

-Emmmm.

Dudaba, pero claro, en un momento con este cómo podía dudar, y Emma lo sabía perfectamente ya que sin pasar ni dos segundos se escuchó un estruendo.

-¿TODAVÍA ESTÁS PENSANDO EN MORIR?

Una fuerte cachetada había estallado en mi cara.

...













27 de enero de 2046

Me encontraba en camino a Goldy Pond junto a Emma y Yuugo.

No ha sido nada fácil intentar llegar hasta ahí, varios demonios nos han atacado, y con el loco de Yuugo intentando sabotearnos y que vayamos directo a nuestra muerte.

Además una cosa en especial que no me ha dejado de molestar desde que salimos de la casa.

He estado mirando a Emma con otros ojos, no como amigos, no como hermanos.

Si no con ojos de amor.

Y me siento mal, quiero protegerla porque fue lo que le prometí a Norman, pero...

También lo quiero hacer porque la quiero, y mucho, me encanta y me vuelve loco.

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Holi 🥰 nueva historia, espero les guste.

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⏰ Última actualización: Jul 09 ⏰

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