ONE-SHOTS [Jujutsu kaisen x Male Reader]

Nanami Kento

Omegaverse!

Incidente de Shibuya!

Sanemi Gojo.

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Pov Omnisciente.

Nanami Kento era un estudiante de primer año cuando lo conoció. Aquel albino de ojos azules que se parecía tanto a su insoportable superior.

Y no era para más si eran familiares, mellizos para ser exactos. Tan parecidos y tan diferentes.

Gojo Satoru era un hombre narcisista y ególatra que era un desastre presuntuoso además de exageradamente fuerte.

Gojo Sanemi era todo lo contrario, suave y amable, no presumía ni alardeaba , era amigo hasta de las piedras y a pesar de que también era fuerte su salud era muy delicada.

Y ni hablar de la relación de hermanos pero eso era lo de menos, Sanemi era compañero de Kento junto con Haibara. Aunque Sanemi era más solitario que él siempre le hacía compañía junto con él castaño.

No sabe cómo logró que un omega tan hermoso como Gojo Sanemi se fijara en él, pero allí está leyendo un libro en su cama recostado contra la pared mientras Sanemi duerme una siesta a su lado.

Las feromonas dulces del omega convidadas con las de él en esa habitación era el aroma que más amaba.

– Nanami...

El omega empezó a despertar, el rubio dejó el libro de lado y se acostó en la cama arropando al omega, la última misión que el omega tuvo fué junto a su hermano en una zona de bajas temperaturas y a él idiota de su sempai no se le ocurrió nada mejor que tirarse a un río con su hermano de malas defensas inmunológicas.

Sanemi estuvo con fiebre alta tres días y aún le duere la cabeza pero la compañía de Nanami le trae paz, la precensia de su alfa lo hace sentir amado y saludable con sus cuidados.

– ¿Te sientes mejor? – sus manos tocan el cuello y frente del albino notando su temperatura corporal normal.

– Si, gracias Nanami, escuché que él vino a verme y que no lo dejaste entrar.

– Por su culpa te enfermaste es lo menos que se merecía.

– ¿Incluso Suguru? El fué de los primeros en regañar a Gojo y aún así no lo dejaste pasar.

– Mmmhmm...

Esconde su rostro en el cuello de su novio aspirando el aroma a canela, el albino siente el cuerpo de su pareja relajarse y besa los cabellos rubios.

– Geto-sempai es bueno, pero no quita el hecho de que es alfa y quiso cortejarte hace tiempo.

– Pero mi novio eres tú, eso no lo puede cambiar ni él ni nadie , te amo Kento.

Sanemi besa los labios de Nanami y ambos se pierden en su nube de amor y ensoñación. Sus corazones latiendo al mismo ritmo que sus sentimientos por él otro entregados al amor que se tienen.

– Cuando nos graduemos quiero casarme contigo – admite sin tapujos el alfa – una casa en Malasia cerca de la playa con una vista hermosa de esas que te gustan.

– Me encantaría un futuro a tu lado, un hijo tampoco me parece mala idea , una pequeña copia nuestra corriendo a nuestro alrededor ¿No sería perfecto?.

– Si, lo más perfecto.

Con un beso sellaron la promesa de un futuro juntos, uno lleno de amor dónde dejarían el mundo de la hechicería y buscarían su lugar juntos lejos de todo.

– Itadori....¿Kento está..?

– Lo siento Nemi-san... Y-yo..

Sanemi se sienta en el sillón, su estado de palides preocupa al menor y nota el color verdoso casi negro en su nuca.

La marca de unión estaba desapareciendo.

A tan solo unas horas después del incidente de Shibuya, el recipiente de Sukuna fué con la pareja de su maestro, debía informar sobre los acontecimientos entre ellos el fallecimiento de su marido.

– Es ... Es mentira¿Verdad? – traga el nudo que se forma en su garganta – Nanami dijo que volvería, dijo que cuando terminara te traería a cenar para que yo pudiera darle la noticia... El-

– Nemi-san calmese por favor ¿De que notica habla?.

El omega mira al adolescente, ve como su mirada carece de brillo, como su rostro está magullado y rígido. Está mal, incluso peor que él.

Su pequeño cachorro a pasado por mucho, lágrimas gruesas bajan por sus mejillas mientras atrae al cuerpo ajeno en un abrazo de consuelo, tanto para él como para si mismo.

– Ambos perdimos a personas que amabamos hoy ¿Verdad?... Perdón Yuu.

– N-no debe disculparce – abraza el cuerpo del mayor sintiendo el aroma canela envolverlo en consuelo, pero hay un toque dulzón en él.

Siente una pizca de energía maldita extra en el cuarto, una que no es la de su superior pero que proviene de él. Cayendo en cuenta de lo que trata rompe en llanto junto al viudo.

Se dió cuenta de la noticia que si hubiera sido en otras circunstancias, lo hubiera hecho feliz y estaba seguro de que su maestro hubiera sido el más emocionado por ello. Pero solo puede llorar junto a la persona que lo intenta consolar a pesar de su dolor.

A pesar de que su esposo no vendrá ni le dirá "estoy en casa" nunca más con ese tono cansado que se vuelve amoroso cuando lo vé esperando por él después de un día agotador.

Solo le queda aferrarse a lo último que le queda de Nanami, el pequeño que crece en su interior.

Iba a hacer algo romántico pero quise hacer algo medio triste porque aún le lloro a nanamingo 😔