Capítulo 32.

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En los últimos días Sami se venía sintiendo mal, tenía náuseas y mucho sueño durante la tarde después de almorzar, estaba con Diana en una farmacia la primera nombrada, estaba comprando algunas cosas que le faltaba para su viaje y Sami estaba en el pasillo de bebés mirando las pruebas de embarazo.

--¿Esta es la mejor?—dijo Diana tomando la caja, Sami la mira –Hace una semana estas rara y tienes cierto brillo en los ojos –dijo ella Sami sonríe con vergüenza –No me molestaría el resultado que salga –dijo Diana y pone la caja en su carrito ambas van a la caja.

--Eh—dijo Sami luego de tomar la caja, sus manaos temblaban, sentía que su corazón latía con más fuerza Dania sonríe y toma la caja.

--Quiero saber si mi marido me embarazo—dijo Diana tomando la caja Sami sentía que se estaba por desmayar, sale de la farmacia y espera a Diana nuevamente tenía ganas de vomitar.—Iremos a casa y te haras la prueba –dijo Diana.

--Debe ser los nervios por todo el asunto de Simone –dijo Sami.

--Eso mismo yo dije y tres meses después me entere que iba a hacer mamá—dijo Diana.

--Esto dice que tengo que esperar cinco minutos—dijo Sami.

--Pues esperaremos –dijo Diana.

--¿Qué sentiste cuando te enteraste?—pregunto Sami Diana sonríe.

--Al principio miedo, estaba sola cuando lo supe Edward estaba de viaje grabando una nueva película –dijo Diana Sami sonríe –Después ese miedo fue reemplazado por amor, dije que le iba a dar mucho amor a ese pequeño ser—dijo ella.

--¿Y Edward que dijo?—pregunto Sami, Diana suelta una carcajada.

--Obviamente me hice las dos pruebas, el baby tes y la prueba de sangre, cuando le di ambos resultados lo miro sonrió por unos minutos y luego se desmayo -- dijo ella, Sami se rie.

--Ay Dios estos hombres, sabes mamá me conto que papá se desmayó las dos veces en la sala de parto –dijo Sami Diana se ríe y mira su reloj y mira a Sami quien toma la prueba y mira el resultado –Positivo –dijo ella Diana sonríe y la abraza Sami se larga a llorar.

--Serás la mejor mamá—dijo Diana.

Sami ya estaba en su casa preparando la cena, aun no sabía cómo decirle a Edward que iban hacer padres y mucho menos como decirle a sus padres que iban hacer abuelo; Marie miraba a Sami sabía que algo le pasaba.

--Hola mis amores –dijo Edward llegando a la casa Marie sale corriendo de la cocina.

--Papi –dijo Marie y lo abraza.

--Hola mi amor pequeño – dijo Edward cargando en brazos a su hija para llenarle de besos su carita y va a la cocina –Hola mi vida –dijo él y besa a Sami.

--Hola –dijo Sami y trata de sonreír, estaban cenando bueno mejor chico Edward y Marie estaban comiendo porque Sami solo jugaba con el tenedor.

--Amor –dijo Edward.

--¿Qué paso?—pregunto Sami.

--¿Estás bien?—pregunto Edward.

--Si –dijo Sami mintiendo y sonríe, después que terminaron de cenar Sami acostó a Marie, se quedó unos minutos mirándola dormir dio un largo suspiro beso la frente de Marie y salió de la habitación.

--¿Segura que estas bien amor?—pregunto Edward Sami se voltea a verlo –Ey que pasa –dijo él, al verla llorar la abraza --¿Qué pasa mi amor?—pregunto Edward.

--Lo siento soy una estúpida lo arruine –dijo Sami.

--¿De qué hablas?—pregunto Edward secando las lágrimas de Sami, ella se separa de Edward abre el cajón de su mesita de luz, quita el sobre blanco y la prueba de embarazo mira ambas cosas su mano temblaba.

--Perdón—dijo Sami pasándole el sobre y la prueba de embarazo, Edward mira la prueba de embarazo, Sami no podía mirarlo sin que Edward se dio cuenta ella sale de la habitación --¿Qué es esto Sami?—pregunto él, como no tuvo repuesta abre el sobre y lo lee una gran sonrisa se dibuja en su carita –Voy hacer papá—dijo Edward mirando a su costado del lado derecho --¿Sami amor?—pregunto él ve el ventanal de la habitación abierta deja la prueba y la hoja sobre la cama y busca a Sami el cielo estaba nublado en cualquier momento iba a llover –Amor—dijo Edward subiendo las escaleras que llevan al balcón de la casa sonríe al ver a Sami, quien miraba como los relámpagos dibujaban figuras raras en el cielo, se sienta a lado de ella—Vamos hacer padres –dijo él, Sami lo mira vio una gran sonrisa

--¿No estás enojado?—pregunto Sami Edward la abraza.

--No amor –dijo Edward y la besa ambos sonríen – Un mini Fletcher –dijo Edward acariciando la pancita aun plana de Sami --¿De cuánto estas?—pregunto él.

--De cuatro semanas –dijo Sami Edward sonríe.

--Fue ese día –dijo Edward Sami se sonroja.

--Si—dijo Sami Edward la vuelve a besar.

--Ven vamos adentro –dijo Edward y ayuda a Sami a pararse vuelven a la habitación—Hola ahí adentro soy papi—dijo él. Hablando a la pancita de Sami ella le acaricia el cabello –Espero que seas niña para llevarte a clases de ballet y ver a la profesora—dijo Edward Sami levanta una ceja y le da un golpe en la cabeza –Perdón –dijo él.

--Te juro que si te veo mirando el trasero de esa profesora no te daré más hijos – dijo Sami.

--Eso no va a pasar, porque yo solo tengo ojos para ti –dijo Edward Sami sonríe.

--¿Le vamos a decir a Marie que tendrá un hermano?—pregunto Sami.

--Si—dijo Edward acariciando la pancita de Sami --¿Estas bien?—pregunto él, preocupado –Estas pálida—dijo Edward.

--Ya vuelvo –dijo Sami y se fue corriendo al baño y empieza a vomitar.

--Tranquila amor—dijo Edward sujetando el cabello de Sami luego de que ella vomitara recuesta su espalda por el azulejo, Edward moja la punta de la toalla de mano y le limpia la boca.

--Creo que al bebé no le gusto la cena –dijo Sami Edward se ríe—Quiero pastas con salsa roja y atun –dijo ella.

--Voy a ir a buscarlo –dijo Edward.

--Tendrás que ir a hasta Nueva York e ir al hotel donde están tus suegros hospedados, recuerda que esos dos están de vacaciones – dijo Sami.

--Ah cierto la receta secreta de mi suegra –dijo Edward Sami se ríe.

Eran alrededor de las cinco de la mañana, cuando Sami estaba en la cocina preparando panqueques de chocolate, Edward dormía tranquilo y a sus pies estaba nieve la hermosa gaita que, Sami y Edward adoptaron. 

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