11- Mi hijo

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El sol salía por las calles, por todos los rincones de Japón, los pajarón cantaban, todo un buen día para hacer muchas cosas, en familia, en el trabajo, en la escuéla, en el campo, sobre la arena y lo que más te apasiona.

Mansión Hyuga

Hanabi Hyuga se encontraba revisando documentos de la empresa, todo debía estar en orden.

Toc toc

_ Adelante -dandole un sorbo a su taza de cafe-

_ Hanabi-san -dice Neji- ya está todo listo, hay unos asuntos pendientes con los Aburame.

_ has tenido noticias de él -guardando los documentos-

_ Llegó bien, está con él -mirandola-

_ Bien...-pensando- más le vale protegerlo.

_ Estás hablando de la persona que dejó lo que más amaba para justamente eso -una pausa- protegerlos

_ Neji-Hyuga, tú defendiendo a Sasuke -con una sonrisa buelona- eso sí es una sorpresa.

_ Debe hacerlo bien, al final, no es de mí de quien se debe cuidar si algo le llega a suceder a Shinju -mirandola de reojo, listo para salir-

Esto a Hanabi le causó satisfacción, todos sabían que Japón ardería si llegara a pasar algo como eso, tomo lo de la mesa y salió junto a su primo, tenían muchas cosas que hacer.

Mansión Uchiha

Estaban unos jóvenes siendo observados entrenando, 1 vs 1, trabajo individual y 2 vs 2 trabajo en equipo, eran bastantes buenos, pero uno en específico destaca más, el joven pelinegro, a pesar de ser bueno en sistemas y tecnología, también era buen peleador e inteligente.

_ Sai -le gritan desde arriba-

Este golpea al de al frente, haciéndole una llave, dejando el cuerpo de oponente sin poder moverse, voltea su cabeza al llamado, asiente con la cabeza, se levantan los dos juntos y se hacen una reverencia, Sai se dirige al llamado.

_ Dígame Itachi-san -haciendo reverencia-

_ Sigues mejorando -con una sonrisa-

_ Debo hacerlo.

_ A que se debe esa determinación.

_ Shinju -miradole sin expresión- me necesitará en algún momento y estaré preparado para ello.

_ Ps entonces vendrás conmigo primo, te enseñaré lo que te hace falta.

Los dos voltearon, estaba Shisui bien entretenido viendo hacia abajo, dió unos pasos.

_ Ven conmigo Sai -mirandolo serio-

_ Deberías darle tiempo para que pue... -interrumpido-

_ Si, ¿cuando empiezo?

_Nos iremos está tarde.

_ Con su permiso, me retiro -haciendo una reverencia y se va-

Estos dos lo observaron, estaban tranquilos, ya en estos tiempos no se veía tanta determinación en alguien.

_ Debes tener cuidado.

_No te preocupes no mi tachi -con una sonrisa- preocúpate para que todo salga bien -dandole una palmada en el hombre y luego retirarse-

Ya estaba saliendo a flote todo, podían fallar como también ganar, siempre apuntando a esta última posibilidad, tenemos el plan, tenemos la mayoría,  solo falta Hianta, suelta un suspiro, todo fuera más fácil con ella aquí, pero se les adelantaron, atacaron el punto más fuerte, pero también era el punto débil de ciertos pelinegros.
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