𖥸 ˚✩ ⋆｡˚ ✩𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚎𝚕 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘 𝚍𝚎 𝚝𝚞𝚜 𝚋𝚎𝚜𝚘𝚜𖥸 ˚✩ ⋆｡˚ ✩

☆...Entre Besos y Sueños...☆

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Ace: Y yo quiero saber si...

La voz de Ace se quebró por un momento, mientras buscaba las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos. Marco apretó suavemente la mano de Ace, animándolo a continuar.

Ace: Quiero saber si tú sientes lo mismo, si podríamos intentar algo más que una amistad. No quiero perder más tiempo sin que sepas cómo me siento.

Marco observó el rostro de Ace, viendo la mezcla de esperanza y temor en sus ojos. Una suave brisa marina les rodeaba, acompañando el latido acelerado de sus corazones. Marco respiró hondo antes de responder.

Marco: Ace, tú también eres muy importante para mí. Desde que nos conocimos, siempre he sentido una conexión especial contigo. No solo como amigos, sino como algo más profundo.

Ace sonrió levemente, sintiendo un alivio que no había experimentado en mucho tiempo. Ambos sabían que dar este paso cambiaría sus vidas.

Marco: Pero tenemos que ser realistas, Ace. No sé qué nos deparará el futuro, pero si estás dispuesto a intentarlo, yo estaré a tu lado. Siempre.

Ace: Entonces... ¿Estás dispuesto a intentarlo conmigo?

Marco no respondió de inmediato. En lugar de eso, lo atrajo hacia sí y lo abrazó con fuerza, dejando que el gesto hablara por él. Ace cerró los ojos, disfrutando del momento, sabiendo que este era solo el comienzo de una nueva etapa en sus vidas.

El sol seguía ascendiendo en el cielo, iluminando la ciudad y sus corazones con un nuevo amanecer lleno de promesas y desafíos.

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Con el pasar de los días, Ace y Marco se volvieron inseparables. Luffy y Sabo notaron el cambio, aunque no dijeron nada, respetando el espacio de Ace. Los amigos de la universidad también se dieron cuenta, pero lo aceptaron con la naturalidad que caracteriza a quienes los conocen bien.

Una tarde, mientras paseaban por el parque, una conversación seria surgió entre ellos.

Ace: Marco, he estado pensando en lo que dijiste sobre ser realistas. No quiero que nuestra relación sea algo que te cause problemas o que te consuma.

Marco: Ace, nuestra relación es algo que me importa mucho. Y mientras tenga la oportunidad, haré todo lo posible por nosotros. Estamos juntos en esto, para bien o para mal.

Ace: No quiero ser una carga para ti, Marco.

Marco: No eres una carga, Ace. Eres alguien a quien quiero. Y cuando quieres a alguien, te enfrentas a cualquier desafío por ellos.

Ace sonrió, sintiendo una profunda gratitud. Sabía que el camino sería difícil, pero con Marco a su lado, sentía que podía enfrentar cualquier cosa.

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Los días pasaban, y su relación se fortalecía con cada momento compartido. Desde paseos por el parque hasta cenas a la luz de las velas en su pequeño apartamento, Ace y Marco se volvían más empalagosos y cursis, disfrutando de cada segundo juntos.

Marco: Ace, ¿te has dado cuenta de lo perfecto que es cada día desde que estamos juntos?

Ace: Claro que sí, Marco. Contigo a mi lado, cada amanecer es un regalo, y cada atardecer es una promesa de un mañana mejor.

Marco: ¿Recuerdas aquella vez que nos perdimos en la ciudad y terminamos encontrando ese pequeño café escondido? Desde entonces, siempre que tomamos café, me recuerda a ti.