𖥸 ˚✩ ⋆｡˚ ✩𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚎𝚕 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘 𝚍𝚎 𝚝𝚞𝚜 𝚋𝚎𝚜𝚘𝚜𖥸 ˚✩ ⋆｡˚ ✩

✩...Un encuentro inseperado...✩

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Ace, un modelo profesional de renombre, finalmente tenía un día libre después de una semana agotadora de desfiles. Decidió aprovechar la oportunidad para hacer una compra relajada en el supermercado local. Vestido con un sencillo suéter azul y unos jeans, Ace caminaba por los pasillos con una lista en mano.

Mientras seleccionaba cuidadosamente algunos productos, su mente se encontraba en paz, alejada del bullicio de las luces y cámaras. Llegó al pasillo de los lácteos y se dispuso a agarrar un cartón de leche. Justo en el momento en que su mano se cerraba alrededor del cartón, otra mano tocó la suya. Ace volteó sorprendido, y sus ojos se encontraron con los de Marco.

Marco era el hombre que había conocido meses atrás cuando, debido a una caída del escenario, Ace terminó en el hospital. Marco, que resultó ser médico, lo atendió con profesionalismo y calidez, y desde entonces había algo en él que Ace no podía olvidar.

Ace:"Marco"

Dijo Ace, con una sonrisa que no pudo ocultar, a pesar de su leve sonrojo.

Marco:"¡Ace! Qué sorpresa verte aquí"

Respondió Marco, retirando su mano lentamente, pero sin dejar de sonreír.

Se quedaron allí, por un momento, intercambiando miradas y sonrisas incómodas. Luego, Marco rompió el silencio.
Marco:"¿Cómo has estado? ¿Te has recuperado bien de aquella caída?"

Ace:"Sí, gracias a ti. Me recuperé perfectamente,"

Contestó Ace

Ace:"¿Y tú? ¿Cómo te ha ido?"

La conversación fluyó con naturalidad mientras ambos continuaban con sus compras. Hablaron de sus trabajos, de sus días ajetreados y de cómo disfrutaban de esos pequeños momentos de tranquilidad. Antes de darse cuenta, ambos habían terminado sus compras y se encontraban en la caja, listos para pagar.

Ace, sin querer que el encuentro terminara, propuso tímidamente

Ace:"¿Te gustaría ir al parque cercano? Podemos seguir conversando"

Marco aceptó sin dudarlo

Marco:"Me encantaría"

Caminaron juntos hacia el parque, disfrutando del clima agradable y la compañía mutua. Encontraron un banco bajo un árbol frondoso y se sentaron, retomando la charla donde la habían dejado.

En un momento, Marco se levantó

Marco:"Espera aquí un momento"

Dijo con una sonrisa traviesa y se dirigió hacia un carrito de helados cercano. Regresó con dos helados de vainilla, uno para cada uno.

Marco:"Espero que te guste la vainilla"

Dijo, entregándole un helado a Ace.

Ace aceptó el helado con gratitud.

Ace:"Es perfecto, gracias"

Pasaron la tarde conversando, riendo y disfrutando de los helados. El tiempo parecía volar mientras hablaban de sus sueños, sus miedos y sus anhelos. A medida que el sol comenzaba a ponerse, Ace se dio cuenta de lo mucho que disfrutaba la compañía de Marco. Había algo en su presencia que le hacía sentir tranquilo y feliz.

Finalmente, cuando el cielo se tiñó de tonos anaranjados y rosados, ambos se levantaron para marcharse

Ace:"Gracias por este rato tan agradable," dijo Ace, mirando a Marco a los ojos.