—¿Puedo sentarme a tu lado?
Haerin levanta la mirada y parpadea, lento. Observa con curiosidad el aspecto de Danielle, con su respiración agitada en señal de que había estado corriendo, su cabello algo desordenado y, ¿por qué sus manos están tras su espalda?
Bueno, nada de eso salió de su boca.
—Claro, siéntate.
Danielle sonrió y antes de tomar asiento junto a la castaña reveló lo que se escondía en su espalda. Los ojos gatunos se abrieron con sorpresa y brillaron con emoción al ver la rosa ahora entre sus manos.
—Pensé que podría gustarte, así que la compré para ti en el camino.
—Oh, no tenías que molestarte.— Murmuró Haerin algo tímida. —...es preciosa, Dani, muchas gracias.
—Me alegra que te guste y, no es una molestia, nunca lo será si se trata sobre ti.— Danielle tomó asiento sin preocuparse realmente demasiado en lo que acaba de decir, sin fijarse en el rostro ahora sonrojado de Haerin. —¿Qué estás leyendo?
Haerin carraspeó volviendo su concentración a la pregunta de Danielle, mostrando la portada del libro.
—El mito de Eros y Psique, es mi libro favorito.— Con entusiasmo, Haerin le da una pequeña introducción sobre el mito, explicando las pruebas que Psique debe superar para estar con Eros. —Si quieres, puedo prestártelo. Ya lo he leído antes.
Danielle asiente con interés, sin dejar de ver a la castaña.
—Por favor, me encantaría leerlo.
Haerin analiza un poco a Danielle, sintiendo que emana cierta tensión y aunque la australiana se ha esforzado por brindarle toda su atención desde el momento en que llegó, no pudo evitar notar cómo se fija disimuladamente en las pocas personas que las rodean justo ahora.
Sin dejar pasar más tiempo y notando la preocupación creciente en el rostro de Danielle, se atreve a hacer la pregunta.
—Danielle, ¿qué sucede?— Pregunta, desbordando curiosidad.
Por un momento, la australiana creyó estar paralizada en su lugar sin saber exactamente cómo responder. Llegó a preguntarse si debería mentir y solucionar todo de alguna manera, pero ahora mismo nada tenía ni solución ni sentido. Dudando por algunos segundos, finalmente decide ser honesta.
—Haerin, afuera están diciendo cosas horribles, es insoportable. Jungwon contó a todos que lo rechacé por ti.— Danielle afianzó el agarre de sus manos y sus ojos suplicantes le dieron una disculpa en silencio. —Por favor, no te alejes de mí y no hagas caso a lo que todos dicen.
El corazón de Haerin se aceleró y miró a Danielle totalmente sorprendida, sintiendo que cada palabra da vueltas en su mente y no puede pensar con claridad. Sin embargo, hubo algo que tomó aún más fuerza y no se resistió a guardarlo.
—¿Y eso es cierto? ¿lo rechazaste por mí?—Preguntó con dificultad a causa de la sorpresa.
—Sí.— Danielle agachó su mirada, pero continuó. —No miento cuando digo que me gustas, Haerin. No me interesa nadie más, ni siquiera Jungwon aunque todos digan que es perfecto para mí.
Aquella confesión se sintió cálida en su pecho, pero no dejó de sentirse inquieta por la terrible noticia. Un nudo se formó en su estómago, mientras que su respiración se vuelve rápida y superficial.
"afuera están diciendo cosas horribles"
"no hagas caso a lo que todos dicen"
Las palabras de Danielle resuenan en su mente, mezclándose con recuerdos dolorosos de su infancia. La biblioteca parece cerrarse sobre ella y la ansiedad no hace más que crecer en su interior. Haerin sostiene con fuerza el tallo de la rosa, chuzando levemente sus dedos con las espinas pero sin llegar realmente a hacerse daño. Mira fijamente a Danielle, sin saber muy bien qué decir acerca de todo y aunque le afecte en silencio ver tanta culpa en esos ojos avellana, se pone de pie bruscamente. La silla raspa el suelo y varios estudiantes levantan la cabeza para mirar. Siente la necesidad urgente de escapar, de encontrar un lugar seguro antes de que el juicio de los demás la alcance como en el pasado. Y aunque sabe que los que la rodean justo ahora son personas como ella, no puede evitar sentirse juzgada.
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𝘿𝙄𝙏𝙏𝙊 - 𝘿𝘼𝙀𝙍𝙄𝙉
FanfictionEn el ajetreo cotidiano del instituto, donde las miradas se cruzan y los rumores vuelan, dos almas se encuentran en un inesperado cruce de caminos. Danielle, la chica popular cuya sonrisa ilumina los pasillos, y Haerin, la silenciosa amante de los l...