제 13 화

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A Euijoo unas semanas después le costó mucho mantener el ritmo en sus clases de esgrima, arquería y equitación.

Y como si fuese poco, la reina, había agregado a su horario clases de natación. Y le obligaban a tomar estas en uno de los fríos lagos cercanos al palacio principal.

Siempre salía temblando de esas aguas heladas, pero ese día en específico se encontraba débil.

El día anterior su horario se había extendido hasta la hora de la cena. Y apenas pudo comer. Entre la falta de apetito y el cansancio, se vio obligado a tomar la decisión de bañarse y meterse a la cama, para al día siguiente despertar terriblemente temprano para seguir con sus actividades.

Se abrazó a sí mismo cuando sus pies tocaron el agua fría, y se obligó a avanzar para evitar un regaño.

La amenaza del reformatorio seguía flotando por ahí. Y no quería volver a escucharla. Estaba algo traumatizado con la idea de que lo enviaran lejos.

Hizo débilmente las rondas y cuando salió del agua su cuerpo precioso tiritaba. Temblaba horriblemente, y su frente ardía.

¿Tendría fiebre?

Con los labios pálidos y pasos torpes caminó lejos del lago, hacia donde los guardias sostenían su toalla. Fue en ese momento en el que la reina apareció en su campo de visión, lista para regañarlo por el mal ritmo con el que estaba llevando sus actividades, que sucumbió.

Sus piernas se debilitaron y con un último suspiro cansado se desmayó a los pies de los robustos hombres uniformados.

── ¡Su alteza! ──

── ¡Alteza! ──escuchó a lo lejos, antes de que todo se volviera negro.

꒷⏝꒷꒦

Cuando abrió los ojitos, se encontró completamente cómodo. Olía como Nicholas. Sí... Estaba en la cama de su alfa, y allí estaba este sosteniendo su mano derecha, con ambas suyas.

── Hola, mi amor ──lo saludó con un tono rasposo, cargado de amor.

Ahora que lo veía bien, Nicho parecía haber estado llorando.

── ¿Ya te sientes mejor? ──preguntó preocupado.── Llamaré al médico para que nos dé el diagnóstico ──ni siquiera le dejó contestar

Le besó el dorso de la mano y se alejó, para, -con una torpeza agresiva- tirar del manubrio de la puerta y llamar al doctor que tiempo después entró vistiendo su bata de profesional.

Era el mismo que había examinado a Jake en Qiujjin.

Y hablando de este, él, Heeseung, y los reyes entraron a la habitación detrás de su alfa y el médico.

Euijoo cerró los ojos asustado. Temiendo lo peor... Su alfa se veía tan nervioso.

── ¿E-Estoy muriendo? ──preguntó con la voz rota.

Y su esposo se acercó rápidamente a la cama, para sostenerlo contra su pecho.

── No digas eso, Juju, por favor ──pidió asustado, con los ojos rojos, besándole la frente.

Todos lucían su mejor cara de angustía, menos el doctor. Este resopló.

── Dios perdone sus tontas palabras ──puso los ojos en blanco y se crucificó.── El príncipe no está muriendo. Sólo está algo débil. Y deprimido. Necesita a su alfa, y reponer energías. El bebé en su vientre está tomando todo para sí mismo ──

── ¿Qué? ──el lord canciller preguntó descolocado.

Euijoo se sintió horriblemente mareado. Y el resto estaba estupefacto.

Royal 흰색 [Nicholas x Ej] NichojooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora