1. Amigos de la infancia

1.5K 154 19
                                    

Tras finalizar sus estudios en la prestigiosa U.A. y obtener por fin el título que les permitiría ejercer libremente como héroes, Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo decidieron abrir una agencia juntos.

Ambos se veían a menudo, por no decir cada día. Debido a que sus rutinas parecían estar entrelazadas y a que en diversas ocasiones les asignaban ciertas misiones que se complicaban y alargaban por semanas, los dos jóvenes llegaron a la conclusión de que vivir juntos les ahorraría muchos problemas y serían más eficaces a la hora de planear las misiones y el manejo de la agencia.

Aunque estos factores constaban de cierta relevancia, no eran la única razón por la que los héroes se habían comprometido a vivir bajo el mismo techo.

Pues trabajar con alguien no es motivo suficiente por el cual estarías dispuesto a ceder parte de tu espacio seguro a otra persona.

Para que la convivencia funcionara, debía existir una gran confianza entre ambas partes.

Y así era. La relación de Bakugo y Deku había mejorado exponencialmente. El fatal evento en el que lograron derrotar a All For One y a su allegado Shigaraki, consiguió unirlos de una manera que pocos podían comprender.

El cambio se notaba sobre todo en el rubio, el cual, a pesar de seguir teniendo aquella explosiva personalidad, ahora era una persona más calmada y se sentía muy cómodo al lado de Izuku.

Hablando de este último, el muchacho había aprendido a depender de lo demás, ya que no estaba solo. Contaba con compañeros maravillosos que lo apoyaban en todo.

Bakugo era el más relevante para él. Se conocían desde hace décadas. De ser simples desconocidos a amigos de la infancia, de compañeros de clase a rivales que competían por llegar a ser el número uno, y con el pasar de los años se habían convertido en amigos que compartían un mismo oficio y hogar.

No obstante, todas aquellas definiciones parecían lejanas, imprecisas y vacías. Izuku nunca sabía definir su relación.

Cada vez que alguien les preguntaba qué eran, los dos se quedaban callados y se miraban con intensidad, mientras un profundo silencio invadía la sala.

Para evitar incomodar a la gente, optaban por el clásico "amigos de la infancia". Por otro lado, los fans se cuestionaban si eran simples compañeros o si mantenían una especie de relación secreta. Los amigos de Izuku también tenían las mismas sospechas.

Y es que era obvio por el comportamiento que mostraban que no eran únicamente compañeros de cuarto. La tensión había aumentado con el paso de las estaciones.

Ya se percibía incluso en sus años en la academia para jóvenes héroes, sin embargo, ahora era mucho peor, porque vivían en el mismo lugar y compartían la mayoría de su tiempo.

Eso sí, ninguno se quejaba, pues adoraban la vida que habían formado juntos.

Pero toda esta situación parecía tener a Izuku insatisfecho, como si estuviera incompleto. Por supuesto, estaba agradecido de vivir junto a la persona a la que había admirado durante años, era un sueño hecho realidad.

Amaba despertar sabiendo que al otro lado de la puerta se encontraba su rubio favorito, el cual estaba concentrado cocinado algún delicioso platillo, que posteriormente disfrutarían a la vez que hablaban de cualquier tontería relacionada con sus vidas.

Le encantaba hacer los quehaceres junto a él porque aquello se convertía en una competición para ver quien los terminaba con más rapidez.

También disfrutaba del papeleo que muchas veces se llevaba de la oficina, ya que se repartían el trabajo entre los dos para acabar antes. Todo esto mientras escuchaban una playlist con canciones muy variadas que dejaban entrever los diferentes gustos de ambos.

Y a pesar de que Izuku amaba aquella rutina, no podía evitar pensar que podría derrumbarse en un abrir y cerrar de ojos.

Llegado el momento, Bakugo conocería a alguien y desearía tener una familia junto a esa persona. Por lo que el pecoso quedaría en un segundo plano.

Ya no sería el primero al que acudiría si tuviera una emergencia. Tampoco dispondría del privilegio de probar su comida ni ver la orgullosa sonrisa que se le formaba en el rostro cada vez que Izuku le decía que era el mejor chef del mundo.

Ya no verían películas antiguas de All Might hasta quedarse dormidos en el sofá, acurrucados y envueltos en un acogedor silencio. Mucho menos dar largas caminatas por la playa hasta ver el atardecer.

Con el tiempo se distanciarían y con suerte se verían en el trabajo.

El corazón del peliverde dio un brinco y se encogió. No quería que nada de eso sucediera. Ahora que había logrado descifrar sus sentimientos, no dejaría escapar la oportunidad de decirle a Bakugo que estaba profundamente enamorado de él.

Aunque estaba aterrado de perderlo, el pecoso necesitaba aclarar el estado en el que se encontraban.

Quería respuestas y ansiaba saber si el rubio sentía lo mismo, pues si resultaba que sus sentimientos no eran mutuos, Izuku debería mentalizarse para poder seguir adelante y renunciar a aquel amor.

Hoy era el día. Izuku se había preparado mentalmente, o eso creía, para confesarse a su amigo de la infancia.

Pero parecía que la suerte no lo acompañaba. Últimamente el trabajo se había adueñado de sus vidas, y es que les habían destinado a misiones en las que debían actuar por separado. Es por eso que no tuvieron tiempo de verse, mucho menos de conversar.

Sin darse cuenta, una semana pasó volando. Izuku comenzaba a desesperarse, estaba harto de esperar, ya que llevaba días arrastrando una brutal ansiedad.

Los nervios lo consumían y estaba seguro de que perdería la cabeza en cualquier momento.

Por lo que el viernes por la noche el peliverde se mostró decidido. Había llegado la hora.

Muchas gracias por leer! Esta historia tendrá cinco capítulos.

Por cierto, aunque me encanten las portadas de mis anteriores fanfics, las iré cambiando poco a poco, porque a partir de ahora me gustaría dibujarlas yo. La de esta historia ya es obra mía. No serán igual de bonitas pero lo haré lo mejor que pueda!!!

What Are We? [BAKUDEKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora