╰┈➤cap. diecisiete

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carl


LOS CUATRO CAMINARON A TRAVÉS DEL BOSQUE ALREDEDOR DE UNA HORA, O TAL VEZ MÁS. Jane sujetaba con firmeza una mano de su hermano y el cuchillo que Nate le había dado en la otra. Como le dijeron a su madre, se mantenían juntos mientras Rick y Shane caminaban delante de ellos.

El silencio entre los cuatro era pesado mientras seguían en busca de alguna señal de Sophia o algo que indicara la ruta que pudo haber tomado. Jane ya sentía sus pies cansados y pudo ver que Carl también.

De repente, Rick se detuvo abruptamente y les hizo una seña para que detuvieran su caminar. Luego, le dio una mirada a su hija para que sacara la pistola y ella asintió.

Jane puso a Carl detrás de ella, mientras sacaba la pistola de su funda y la alzaba lista para disparar. Pero rápidamente bajó sus manos al ver a un venado aparecer entre los árboles frente a ellos, con su piel marrón claro y sus astas.

Ella sonrió, cautivada por el animal. No recordaba la última vez que vio uno que no terminó siendo cazado por Daryl en el campamento. Observó al animal tranquilamente mientras vagaba pacíficamente entre los arbustos, comiendo de las hiervas, aparentemente ajeno a ellos.

Shane alzó su arma, apunto de disparar, pero Rick lo detuvo rápidamente y señaló al niño. Carl sonreía con asombro mirando al animal, y tomando la mano de Jane entre las suyas hizo que ambos se movieran hacia el venado con lentitud, admirándolo.

El venado los miró con sus ojos grandes y expresivos, sin parecer estar asustado en lo más mínimo. En ese momento, Jane no pudo evitar soltar una risa silenciosa y compartió una mirada emocionada con Carl.

Tal vez, si el venado se los permitía, podían tocarlo.

De pronto, La sonrisa de Jane se desvaneció cuando de repente escuchó un disparo. Todo sucedió muy rápido: intentó alejar a Carl, pero no fue lo suficientemente rápida para apartarlo.

Y Carl se desploma en el suelo cuando la bala lo atraviesa, con una herida en su abdomen.

—¡No! —el grito desgarrador de Jane resonó por todo el bosque. Cayó de rodillas junto a él, desesperada por detener la hemorragia, pero no pudo hacer más que manchar su ropa y sus manos con la sangre de su hermano. —No, no, no... ¡Papá, ayúdame!

Rick corrió hacia donde estaban Jane y Carl, horrorizado por lo que estaba ocurriendo frente a él. Su hija tenía las manos ensangrentadas mientras intentaba detener la hemorragia del abdomen de Carl.

—¡Ayúdalo! —suplicó ella desesperadamente, tirando de la camisa de Rick. Con lágrimas en sus ojos miró a un consternado Shane que observaba a su alrededor con el arma en alto, buscando al culpable.

Un hombre salió entre los árboles, con los ojos abiertos de par en par, llenos de miedo y su rostro palideció al ver el estado del niño sangrando en el suelo. Era regordete y poseía una escopeta en sus temblorosas manos.

—Y-yo... no... —balbuceó el hombre, más aterrado aún cuando Shane se acercó amenazadoramente hacia él, apuntándolo con su arma en la cabeza.

—¡Dame una razón para no matarte ahora!

—¡Shane!

—¡No dispares! —la voz del hombre salió llena de miedo. —P-puedo ayudar al niño.

—¡Dinos ahora!

—Hay una granja, saliendo del bosque —dijo con voz trémula. — Hershel, él es médico. Puede ayudar al niño.

—¡Andando! —le gritó Shane empujándolo. —¡Guíanos hasta allá!

—¡Por allí!

Rick se inclinó y levantó a Carl con cuidado, sosteniéndolo entre sus brazos. El chico estaba pálido y apenas consciente, con heridas de bala en su abdomen que sangraban abundantemente. Rick se puso de pie, con Carl en sus brazos y comenzó a correr sin esperar otra palabra más.

GRIMES [the walking dead]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora