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Llevaban horas en la biblioteca, la luna se asomaba por una de las ventanas a pesar de que llegaron cuando el sol aún estaba en lo alto. Las personas se habían comenzado a ir poco a poco, a tal punto de que Milo no podía oír o ver a nadie al rededor, lo único que capturaba su atención fue el rubio a un lado de él. Milo trato de concentrarse en el libro en sus manos, sin embargo su mente apenas podía captar las palabras escritas, sus ojos se seguían desviando en dirección a Shaka.
El rubio, sin embargo, parecía no darse cuenta, demasiado concentrado en sus notas para mirar más allá. Milo frunció el ceño y arqueo su espalda, estirándose hacia atrás después de tanto tiempo en la misma posición, un suspiro de alivio salio de sus labios. Eso pareció llamar la atención del hindú.
"¿Demasiado por hoy?" Preguntó Shaka, Milo parpadeo en su dirección y negó.
"No" Verbalizo después de unos minutos de silencio "Solo necesito un pequeño descanso" Dijo y movió su silla acercándose a Shaka, el rubio arqueo la ceja ante tal acción.
"¿Qué tienes en mente?" Preguntó y sonrió al encontrar a Milo prácticamente pegado a él.
"Nada" Dijo Milo y recargo su cabeza en el hombro de Shaka, mirando los libros en la mesa "Solo quiero estar junto a ti"
Shaka asintió dejando a un lado su libro, prestándole toda su atención al de cabellos morados ㅡ"¿Quieres qué te lleve a casa?" Susurró con cariño sobre el cabello de Milo.
"No" Respondió Milo "Quiero quedarme a estudiar contigo"
Shaka volvió a asentir, esta vez tomando el rostro de Milo entre sus manos, acercándolo a él y besándolo con suavidad, Milo sonrió entre el beso, sus brazos rodearon el cuello de Shaka, acercándolo más a él. Milo paso la punta de su lengua por los labios de Shaka, pidiendo permiso para subir la intensidad del beso y el rubio acepto. Las manos de Shaka abrazaron las caderas ajenas mientras el beso continuaba y lo atrajeron hacia él.
Milo se movió, dejando a un lado su lugar en la silla para sentarse en el regazo del hindú, lo besos continuaron, hasta que sus respiraciones estuvieron agitadas.
"Deberíamos volver a estudiar" Comentó Milo, su voz saliendo entre jadeos. Shaka negó.
"En realidad estaba pensando en hacer algo más"
Milo parpadeo y sus ojos azules se fijaron en él figura del hindú con curiosidad, Shaka apretó sus caderas e hizo que las moviera sobre él. El heleno se sintió sonrojar.
"¿Aquí?" Preguntó Milo, sorprendido mientras una risa traviesa escapaba de sus labios.
"Sí, aquí" Respondió Shaka,
Milo volvió a reír. ㅡ "Y dicen que el pervertido soy yo" Susurró más para si mismo, siendo interrumpido las caricias del rubio.
Las manos de Shaka recorrieron el cuerpo de Milo, deteniéndose al llegar al comienzo de su pantalón, con movimientos hábiles empezó a bajar la estorbosa prenda, seguida de su ropa interior dejándolas a la mitad de los firmes muslos del heleno. Milo suspiro en los labios de Shaka al sentir el frío aire chocar contra su cálida piel.
Movió sus caderas un poco, su miembro se froto contra el abdomen vestido de Shaka y lo hizo suspirar. El hindú deslizó sus manos hacia abajo acariciando los costados de Milo antes de sostener su trasero, apretándolo ligeramente, haciendo que se moviera contra él, generando mas fricción entre sus cuerpos. Milo soltó un gemido contra los labios de Shaka.
"¿Te gusta eso?" Susurró Shaka.
Milo asintió.
"Sí" Jadeo y arqueo su espalda, buscando más de ese toque.
"No tengo lubricante" Dijo Shaka, mientras trazaba círculos en la piel expuesta.
"E-En mi mochila hay" Se apresuró a decir Milo entre gemidos ahogados, sus caderas se volvieron a mover, montando la pierna del rubio en busca de más fricción.
Shaka asintió, alejándose ligeramente del cuerpo de Milo, su mano busco en la superficie de la mesa jalando el tirante de la mochila, buscando entre su contenido, sonrió al sentir el pequeño tubo contra sus dedos y lo saco con cuidado. Sus ojos volvieron su atención a Milo, quien jadeaba con el rostro teñido de rojo.
"No hagas ruido" Dijo apretando un poco el tubo, dejando caer una cantidad generosa de lubricante en sus dedos "No quiero que nos descubran"
Milo asintió y Shaka busco sus labios dejando un suave beso sobre ellos, sus dedos bajaron por la espalda cubierta, hasta llegar a la entrada del heleno, esparció el lubricante con movimientos lentos y cuidados, jugueteando con la punta de sus dedos sobre la entrada del peli morado. Milo mordió su labio, tratando de contener los suspiros y jadeos qué morían por salir de su boca.
"Shaka" Se quejo cuando esas caricias fueron insuficientes y movió sus caderas hacia atrás, buscando más del rubio.
"Guarda silencio" Repitió Shaka, metiendo uno de sus dedos hasta la mitad, el interior ajeno se apretó alrededor de él "¿Puedes hacer eso por mí, Milo?"
El heleno asintió, sus dientes estaban apretados y su rostro se escondió en el hombro ajeno. Shaka terminó de meter su dedo e hizo ligeros movientos con él, sacándolo hasta la punta para después introducirlo hasta el nudillo, Milo se retorció en su regazo, su mente se empezaron a nublar y sus manos se apretaron sobre la camisa del rubio.
"Voy a meter otro" Murmuró Shaka y Milo contuvo el aliento al sentir su interior estirarse alrededor de un nuevo dígito, Shaka simuló embestidas con ellos, sacándolos y metiendolos a distintos ritmos, curvandolos en algunos momentos. Milo tuvo que morder el hombro del rubio cuando sus dedos tocaron un punto determinado. Shaka acarició su cadera tratando de tranquilizarlo, sin embargo la respiración de Milo se agito.
"M-más" Balbuceo tan bajo como pudo, sus caderas moviéndose hacia abajo buscando esa sensación nuevamente.
Shaka obedeció a la petición, sus dedos se movieron en el mismo ángulo, golpeando con cada embestida ese punto que lo hacía ver estrellas. El heleno arqueo la espalda y busco con desesperación los labios de Shaka, uniendolos en un profundo beso que el rubio no dudo en corresponder con la misma intensidad.
Milo sintió ese conocido calor surgir en su estómago y esparcirse al rededor de su cuerpo, sus caderas se movieron con más ganas sobre Shaka, su punto siendo golpeado una y otra vez.
"Shaka" Jadeo esta vez sin importarle el volumen de su voz "Ah, Dios, Shaka" Gimió, su cuerpo se sintió arder y sus manos se apretaron hasta que sus nudillos estuvieron blancos.
Una nueva ola de placer atravesó su cuerpo y llegó a su clímax con el nombre del rubio entre sus labios.
Milo se sintió perdido en una neblina de emociones apenas registrando el vacío que sintió de repente en su interior y como su ropa era acomodada de forma rápida.
"Te dije que guardarás silencio" Murmuró Shaka a su oído, sin embargo su tono fue cariñoso, cómplice. Milo asintió, su mente aún dando de vueltas. El rubio acarició su rostro con suavidad "¿Quieres ir a mi casa?" Preguntó.
Milo alzó la mirada, sus mejillas todavía estaban sonrojadas.
"Claro" Respondió y trato de ponerse de pie para tomar sus cosas, pero sus piernas temblaban. Shaka lo ayudó a sostenerse.
"Tal vez deberíamos esperar un poco" Dijo el rubio, comenzando a recoger las cosas del heleno, Milo asintió y se dejo caer en la silla.
