『𝑀𝓎 𝓋𝒾𝓇𝓉𝓊𝒶𝓁 𝓈𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉』

08

-Es mi hermano idiota- dijo sobre el rubio el peli plata mientras le daba un puñetazo 

-Escúchame Estarossa 

-Cállate, no tengo nada que escuchar, creí habértelo dicho antes 

-Basta Estarossa ya sueltalo 

-Tú no te metas, después hablaré contigo 

El mayor simplemente no media lo que pasaba y el rubio había comenzado a sangrar, era su mejor amigo y si había sido su culpa no sería capaz de hacerle nada después del daño que sabe qué le hizo; sin embargo, Zeldris no pensaba lo mismo así que en un impulso decidió meterse en la pelea sin pensar en lo que le podría pasar y en el momento menos esperado el golpe no lo recibió Meliodas, pero sí quien lo desquito 

-Que te pasa estúpido 

-Me reclamas a mí si esto fue tu culpa 

-Tú y tus estúpidas reglas causaron esto 

-Ya basta los dos -se levantó con una mano en su mejilla herida -los dos se están comportando como animales, salgan de mi cuarto 

-Pero Zeldris 

-Ya basta Estarossa

-y tú mejor vete a tu casa 

-Zel 

-ahora 

-El rubio se levantó del suelo y se retiró, encontrándose a los padres de ambos en la entrada, quien preocupados al verlo trataron de saber qué paso, pero este solo se disculpó y se retiró.

-¿Qué está pasando? -llego la madre de ambos para encontrarlos uno frente a otro sin decir nada solo viendose fijamente -Estarossa estás sangrando, Zel tu  mejilla 

-Me decepcionaste Zeldris - se giró y se retiró a su dormitorio 

-¿Zel? -el azabache solo abrazo a su madre mientras una lágrima rodaba por su mejilla 

*

-Ya paso una semana hijito ¿Que fue lo que paso? Estarossa nisiquiera voltea a verte, eres su adoración no entiendo que fue lo que lo puso así 

-Yo lo arruine mamá, debi decirle todo y a ustedes tambien  -vio a su madre quien le pasaba una taza de té- Comencé a salir con Meliodas hace unos meses

-¿Que?

-Ese día Estarossa lo descubrio y enfurecio, Meliodas tambien cuando sin querer estarossa me golpeo a mi intentando detenerlos 

-Zel Meliodas y Estarossa han sido 

-lo se lo se, todo es mi culpa 

-Estarossa se portó muy inmaduramente, fue él el que golpeo a Meliodas no es cierto, ambos están lo suficientemente grandes para estar así por un capricho y tu también corazón -acaricio su mejilla- tu hermano está en su habitación, hay galletas en la alacena 

*

-¿Puedo pasar? -abrio la puerta del dormitorio y se adentró unos pasos 

-Ya estas adentro -dijo sin levantar la mirada de su celular 

-Quiero hablar contigo, te traje galletas

-ya no somos niños Zeldris 

-hace un mes rompiste una pagina de mi libro favorito y me llevaste galletas 

-Si vas a decir algo dilo ya 

-Perdóname, fue mi culpa, yo debí haberte dicho la verdad hace tiempo 

-sabes un hermano, estoy saliendo con tu mejor amigo de años sorpresa -dijo sarcásticamente 

-Muco antes 

-¿Qué quieres decir? 

-Meliodas me gustan hace años- se sentó en la esquina de la cama- hice una gran estupides 

-Que tan grande

-Meliodas estuvo hablando con una chica 

-no -se acomodo a su lado 

-era yo 

-dios eres un genio eso fue... algo estúpido y arriesgado 

-cuando meliodas se enteró me lo dijo lo que habían prometido, no tienes que defenderme y sé perfectamente cuales fueron tus motivos, pero soy feliz con el tuve que habértelo dicho, pero tenía miedo de que esto pasara, no queira perder a ninguno de los dos, eres todo para mi estarossa, mi mejor amigo y tu el suyo fue mi culpa que ustedes pelearan 

-claro que no, Meliodas es un gran tipo pero es como yo y no me gustaria que tu sufras hable con Gowther, me contó todo menos que tú eras esa chica -tiro de su mejilla -el te quiere y fue tonto de mi parte actuar así pero eres mi hermanito ya deja de hacerle la ley del hielo por mi, no creo que aguante otro pelotazo en la cabeza 

-no soy yo el que debe hablar con el primer 

-no ni loco 

-Estarossa lo golpeaste

-El también me golpeo 

-pero tu empezaste 

-lo hare por mensaje 

-Búscalo 

-Ni que fuera mi ligue semanal 

-Ve 

-bien bien 

*

-maldito promiscuo -dijo lanzándole el balón el peli plata había acatado la orden del azabache y en ese momento se encontraba en la cancha que tenía el rubio en su casa ya saben personas pudientes

-Mendigo mentiroso 

-ojala que te caigas jugando 

-y tu que te caigas de tu cama eso duele más

-Ni se te ocurra lastimarlo 

-Nunca lo haria 

-te odio 

-puedo llamarte cuñado 

-ni se te ocurra -paso su mano por detrás de su cuello riendo al unísono- bien hice mi parte ya puedes irte 

-gracias Estarossa

-Si yo te di una paliza, mi padre te lanzará del piso más alto de su empresa

-claro que no, si tengo el apoyo de mi cuñado -beso su mejilla y corrió al interior de su casa 

-Eres un asco Meliodas -corrió tras de él