Dentro de un frondoso bosque se ha colocado un circo, la venta de boletos estalló en popularidad a primera hora de su lanzamiento. Circo con temática terrorífica, sensación entre los jóvenes que sin esperar ya todos tenían entre sus manos un pase pa...
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Dejo Lujuria detrás cuando paso por el portal, me despido antes de que se cierre y pongo en marcha a mi caravana. Era de esperarse que Buckzo me esperaría, allí recargado en una de las estructuras se encuentra, fumando sus cigarrillos me ve entrecerrando los ojos. Su estúpida sonrisa se vuelve más grande ante cada paso que da hacia mi.
— ¿Cómo nos fue con nuestro principe?, reservar en ese lugar es díficil, tener a su dueño como un colega de Fizzarolli es una gran ayuda. Deberás agradecerle después. —
— Ha ido bien, el pajarraco lo disfrutó, o eso creo.—
— ¿Eso crees? — Intento pasar a su lado pero no funciona, me tira del brazo acercandome a él, siento el humo de su cigarro entrar a mis pulmones. Desagradable — Ese principito la tiene que pasar increíble idiota, no creas o supongas, estás seguro y punto. — Sentencia mirando a mis ojos, suelto un corto quejido al sentir la colilla de su cigarro sobre mi pecho, quemando la tela de mi camisa lo apaga empujandome.
— Da igual, dime, ¿Qué sabes de su vida? — Me pregunta. Piensa crear algún plan en el cuál atraiga a Stolas cual polilla al faro, claro, útilizandome. Fuerzo mis puños apretando con impotencia de no poder evitar ser su carnada, miro el suelo antes de contestar.
— Está casado y tiene una hija, no caerá tan fácil en tus juegos. —
— Habrá que investigar más, algún cabo suelto o nervio donde tocar. Todos tienen una herida que sanar y tú lo harás. — Coloca el dedo sobre mi pecho en la quemadura del cigarro, me mira sonriendo y entrecierro los ojos. — No me mires así Blitzo, el hombre es un pez gordo. Las cosas no van muy bien en el circo y lo sabes. Además, no puedo seguir pagando la rehabilitación de tu hermana. —
Abro los ojos y relajo mi postura. Él sabe perfectamente que solo estoy bajo su mando por Barbie, desde la muerte de mi madre ha cambiado el rumbo de sus amenazas, ahora es mi hermana la que se ha llevado la carga de ser mi "nervio" como él llama a aquellas debilidades de las que se puede aprovechar.
— ¿Qué quieres que haga? — Pregunto, necesito términar con esa conversación, el alcohol que consumí no está ayudando el picor en mis puños. Soltar un golpe sobre su rostro no me ayuda en nada.
— Invitalo.—
— ¿De nuevo?, ¿A dónde? —
— Al circo. —
— Él ya vio nuestro show, no es que cambiemos la rutina cada día.—
— No idiota, invitalo como tu amigo, a conocernos. Le daremos el mejor espectáculo de todos. Una familia unida.— Me quedo en un shock, busco en su rostro cualquier rastro de burla por la terrible broma que me ha soltado. —Carajo Blitzo, te he dicho que no me mires como si fuera un loco. —
