Misterio

15 0 0
                                    

Llegue a casa como a las 1:30 p.m. ,ya me lo esperaba. Abrí la puerta y me encontré con algo desde ya muy familiar la soledad. El transporte escolar de seguro traerá a Jack y mamá seguro no vuelve dentro de horas.

En fin, tire mi mochila sobre la cama, conecte mi IPhone a el equipo y puse la música a todo volumen. Si piensas que a los vecinos no le molestan, pues no tengo vecinos por aqui, es una residencia, así no ahí ningún problema con que haga una fiesta y ellos no lo notaran. Luego de hacer mi mini almuerzo, el transporte escolar toco la bosina y en eso entro Jack.

- Hola hermanita favorita - me dio un beso y le serví un mixto de jamón y queso, uno de sus preferidos.

- Hola hermanito de mi corazón - apreté sus adorables cachetes. El Rió.

- Oye! -se quejó- Kate, mama aún no ah vuelto?

- Aún no Jack , porque? A ti nunca te preocupa a que hora viene? - Pregunté.

- Oh, es que hoy un señor me dijo que mi mamá algún día no va a volver con nosotros, que ya no nos quiere - bajó la cabeza y yo no hacia más que maldecir a ese señor que llena la cabeza de cosas a un niño de 6 años.

- Mira, mi amor, no hagas caso a lo que las personas a tu alrededor digan o hagan. Que lo que ellos digan no te afecte, además me tenes a mi yo nunca te voy a abandonar Jack.

Me sonrió y algo dentro de mi se iluminó.

- Te quiero mucho, Kate - me abrazo.

- Yo te quiero más - le dije - ahora come que se esta enfriando, yo iré a darme una ducha. Tengo que salir por un momento, Julia vendrá para cuidarte.

El asintió y me sonrió.

Subí casi corriendo las escaleras, me desvesti, y me adrente en la ducha. Algo que sinceramente me hacia relajar era una buena ducha caliente y olvidarme de toda esta mierda. En ese momento recordé lo que me dijo Jack ¿Quien seria ese señor? ¿Porque le diría eso a un niño? Y la pregunta que mas me intriga es ¿Como sabe tanto de nosotros?.

Finalmente salí de la ducha, me vestí con unos jeans rasgados ajustados, una camisa roja que decía love en medio y unas botas. Salí de la casa luego de esperar que Julia venga, ya que no podía dejar solo a Jack.

En fin, necesitaba dinero, trabajar y asi poder pagar algunos gastos ya que mama no me esta ayudando.

Llegue a una tienda con un cartel que decia "Fantasyland" allí vendían bebidas de todo tipo. Y afortunadamente necesitaban una asistente en la caja.

Me adentre en el bar y vi a un chico rubio atendiendo en otro puesto la caja, tenia un gorro simpatico, que decia Fantasyland en el mismo. Me acerque al chico y este inmediatamente fijo su mirada en mi.

- Emm, hola, soy Katherine Smodler y vengo por el empleo de cajera - dije amablemente.

- Oh, mucho gusto. Si gustas puedes pasar a hablar con el gerente y el decidirá si te quedas con el puesto - me sonrió.

- Emm, gracias - Sonreí apenadamente - Compermiso - pase por su lado, el me miro de reojo y noto que me sentí incómoda, para luego sonreirme en lo que noté su perfecta linea de dientes blancos.



Luego de pasar una de las peores vergüenzas que eh pasado. Finalmente me quede con el empleo, al salir no volví a ver al joven de ojos verdes. Algo que agradecí, no estaba lista para que vea mi rostro avergonzado, después de eso.

Salí del bar, ya se hacia tarde. Cuando llegue a casa eran a las 20:40 p.m. Tengo que admitir que estaba agotada, me desvesti y volví a entrar en la ducha, me daría un baño. Prácticamente soy de esas personas que no puedo vivir sin bañarme un solo día. Al salir de la ducha, Me vestí y me tiré en la cama, quedando profundamente dormida.


Al día siguiente, desperté por el sonido de mi celular, maldije en mi interior por no haber puesto en silencio. Tenía 4 llamadas perdidas de Ryan. Una llamada de un numero desconocido, no le tome importancia ya que lo unico que deseaba era dormir.

- Si? - Contesté. - Quien habla?

- No te preguntas porque tu madre no llega aun a tu casa? Buenos días perra. Preparate para el juego. - dijo aquella voz macabra que ma daba escalofríos.

- Quien eres? - el otro río y solo dijo:

- Robín quiere jugar - Fue entonces cuando corto la llamada.

Mi cuerpo se congeló al simple echo de pensar en lo que acabo de presenciar. Di un brinco al escuchar sonar de nuevo, cogí el celular de nuevo y atendí.

- Hola? Quien eres y que quieres de nosotros? - hablé con la voz temblorosa. En la otra linea se oyó una risa, pero no era la risa que esperaba, esta risa la reconocería en cualquier parte.

Rayn.

- Ey nena, que te sucede? - estallo a carcajadas por el simple hecho de que sabe que en este mismo momento me encuentro temblando.

- Ryan, pense que eras otra persona - di un suspiro de alivio - Pero bueno, cambiando de tema, que sucedió? - Pregunte.

- Como que ¿ que sucedió? Te paso a buscar en un rato, me dijiste que íbamos a irnos a buscar a Even hoy a aeropuerto. - se quejó.

- Ouhh, lo siento juro que lo olvidé, es que tengo tanto en estas cabezota.

- De acuerdo, me lo imaginó - Rió - en fin, te paso a buscar en un rato, arreglate Kate.

- De acuerdo. - suspire.

Colge la llamada y me fui a cambiar, para luego esperar a Rayn

RobínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora