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Al despertar el joven Huening se sentía confundido, ¿Soobin había mencionado a su madre o eran imaginaciones suyas? Luego de frotar sus ojos para limpiar su mirada, pudo notar al azabache sentado frente al escritorio de la habitación, se notaba bastante concentrado en lo que sea que estuviera leyendo, ni siquiera noto o volteo hacia su dirección cuando despertó, así que decidió acercarse sigilosamente hasta llegar a su lado.

—Me pregunto qué es eso que tiene toda tu atención– mencionó cerca del oído del azabache, haciendo que este volteara bruscamente y en un parpadeo ocultara aquella libreta de forro azul marino –

—Y-Ya despertaste– dijo con tono nervioso –

—Si, así es– miro a los ojos al más alto, notando algo de nerviosismo en su mirada –¿Qué es tan secreto Soobin?– intento mirar por encima del hombro del azabache –

—No es asunto tuyo Kai. Ahora acompáñame– tomó de la muñeca al castaño de rizos, guiandolo al comedor, notando como el más joven miraba por todos lados de la casa intentando encontrar a la abuela –No está

—¿No está?¿A dónde fue?– se escuchó cómo el más alto suspiro –

—Salió temprano a visitar a alguien del vecindario

—Ya veo– se escuchaba algo desilusionado –Me hubiese gustado verla

—Seguro– colocó los platos del desayuno sobre la mesa –Últimamente no sé de dónde es que saca tantas energías a su edad esa mujer– soltó una pequeña risa, dejando ver su bonita sonrisa, logrando cautivar la mirada del más joven, que ahora que lo pensaba no lo había visto reír –¿Qué ocurre?– volvió a su semblante serio –

—No, no es nada. Gracias por la comida– tomó en sus manos los palillos del comedor y comenzó a comer, sin poder ocultar su satisfacción por el deliciosos sabor de la comida, ¿Cómo es posible que una comida común tengo un sabor tan delicioso comparado con la comida que sirven en la residencia Huening que es preparado por los mejores cocineros? –

—Cuando termines te llevare a tú casa

—Estoy bien, sé regresar solo no es necesario– Soobin lo volteo a ver con un semblante de duda en su rostro –

—¿Es otra de tus bromas?– el chico contrario negó con la cabeza –¿Llamaste a tu chofer?

—No, solo sé cómo regresar a mi casa en autobús. Eso no tiene nada de raro

—Olvídalo, te acompañare y punto.

Al llegar a la estación del autobús ambos chicos voltearon al escuchar la voz desesperada de Yeonjun que estaba escapando de la furia de Beomgyu

—¡¡Soobin hyung!! Ayúdame por favor– tomó de los brazos al más alto –tranquiliza al monstruo que tienes como mejor amigo– señaló a chico que venía persiguiéndolo –

—¿Qué es lo que pasó entre ustedes?– se soltó del agarre del otro chico pelinegro y le dedicó una mirada con duda mientras se cruzaba de brazos –

—Beomgyu- respondió– ese tipo esta loco, esta molesto por algo que no fue mi culpa, esta vez en verdad lo juro– se escondió a sus espaldas luego de voltear hacía atrás y darse cuenta que su primo casi los alcanzaba, al mismo tiempo que notaba la presencia de Kai –

—¡¿POR QUÉ HUYES?! ¡TÚ, MALDITO COBARDE! – finalmente llegó a donde se encontraba el grupo de chicos –

—Wow, realmente está furioso– finalmente habló Kai, ganándose la mirada de los dos chicos pelinegros –

Yeonjun sintiéndose seguro con Soobin siendo utilizado como escudo humano habló

—¡Maldita sea! ya te dije que no es mi culpa el no querer salir contigo a ese tipo de lugares a esas horas

INTRUSO - SOOKAIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora