Lo que sufren los angeles

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Podemos notar cómo una mujer está sentada con las piernas juntas en un callejón. La pobre mujer está llorando a cántaros, mientras la lluvia causaba que su maquillaje se corriera y manchara su vestido blanco de notas de púrpura y escarlata (a ver quién atina a qué se referencia).

Zadkiel: Oh, mi linda Mary, mira cómo has quedado.

Dijo la justicia lamentándose del estado de la niña que cuidaban y extendía una de sus alas para cubrirla de la lluvia.

María: ¡NO ME LLAMES ASÍ, MALDITO! ¡TODO ESTO ES POR SU CULPA! ¡SON UNOS DESGRACIADOS QUE SOLO DICEN "SÉ BUENA"! ¡"EL PADRE TE AMA"! ¡PERO NUNCA ME MOSTRARON ESE AMOR!

Dijo reprochando a los ángeles su situación.

Jeoel: Más respeto, María. Nosotros siempre te mostramos amor y calidez, te dimos consejos y estuvimos junto a ti, solo que dejaste de escucharnos.

Dijo este ángel ayudando a su hermano a cubrir a la mujer de la lluvia.

María: ¡MIENTEN, MALDITOS! ¡MIENTEN! SI USTEDES HUBIERAN HECHO MEJOR SU TRABAJO, ¡YO NO ESTARÍA ACÁ! ¡SON UNOS FLOJOS! ¡SON UNOS MALNACIDOS!

Pero antes de seguir hablando, una cachetada la calló.

Kushiel: Más respeto, hija del hombre. ¿Replicas que no te ayudamos? ¿Cuándo rompimos muchas reglas al presentarnos ante ti? ¿Replicas que si hubiéramos trabajado más no estarías así, cuando fue por tu propia iniquidad que estás en esta situación? Te revelamos el futuro en infinidad de ocasiones y así nos tratas.

Mientras María se sobaba la mejilla.

Jeoel: Tú fuiste quien renegó del amor más puro que el oro y abrazaste lujuria más contaminada que el barro. ¿Y eso qué te dejó? No te dejó nada y te quitó más de lo que tenías... y te quitará más de lo que te queda.

Señalando a una barriga abultada.

María: Imposible, di lo que quieras menos eso, ¡por favor!

Mientras empezaba a llorar más fuerte al darse cuenta de lo que se refería Jeoel.

Kushiel: Lamentablemente eso ya fue escrito por tu puño y letra. Al no ir al médico, al tener relaciones con tal bestialidad aún esperando una pequeña criatura. De ir al médico en vez de fornicar, te habrías dado cuenta de que este es un embarazo riesgoso, no imposible de tener, pero sí difícil.

Dijo esto mientras se lamentaba del destino del bebé. Este pobre ser no merece eso, pero tendrá el abrazo del Padre al instante, lo que lo consoló.

María: ¡MIENTEN, MALDITOS DESGRACIADOS! ¡MIENTEN! ¡SOLO SALEN DE SU BOCA MENTIRAS! ¡USTEDES SOLO QUIEREN ENGAÑARME! ¡NO SON ÁNGELES, SON DEMONIOS! ¡USTEDES NUNCA QUISIERON SALVARME! ¡QUISIERON CONDENARME!

Mientras destapaba una furia que había estado fermentando por mucho tiempo.

Los tres:

Causando que los ángeles estallaran en una aterradora risa, esa risa perturbó a María.

Zadkiel: Amamos cómo los hombres, por sus iniquidades, culpan a otros para no asumir las consecuencias de sus actos.

Dijo mientras su risa se detenía por momentos.

María: ¡TUYA FUE LA CULPA DE MI DESTINO!

Dijo aún con la culpa.

Dos Ángeles En Un Mundo De Fantasía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora