Capítulo 11

30 8 8
                                    

Ryeowook tuvo que irse rápidamente a su casa secreta, para cambiar de ropa al igual que su peinado.

Sabía lo que había dicho antes, pero no podía evitar seguir mostrando su lado de niño bueno frente a Yesung

Sabía lo que había dicho antes, pero no podía evitar seguir mostrando su lado de niño bueno frente a Yesung

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Para que entiendan la diferencia de estilos.
Hay que fingir que en las dos fotos tiene el cabello castaño jaja)

Llegó a su casa, cuando entró se encontró a Yesung sentado en uno de los sofás de la sala. Se acercó a el, por su lado Yesung se levantó de inmediato al verlo.

– Yesung ¿Que pasa?

– Te llevaré para que te quedes conmigo

Wook lo miro confundido

– ¿Que quieres decir?

– Ya le dije a tu nana que empaque tus pertenecías. Puedes volver a buscar otras cosas más tarde

Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras observaba al menor 

– ¿A donde me llevarás?

– A mi casa

– ¿Que? ¿Estas loco?.. No iré. Ya te dije que cancelare el compromiso. Puedes irte ahora porque no iré contigo. No cambiare de opinión

Comentó molesto, pero tan sólo la idea le ponía nervioso y confuso

– No te estoy pidiendo que elijas, esto es una orden

– No puedes ordenarme

– Haré que alguien recoja tus pertenecías ahora.

– ¡No puedes hacer eso! Si alguien saca mis cosas fuera de esta casa llamaré a la policía

Yesung se quedó callado ante la advertencia del menor. Ryeowook no dijo nada más y se fue corriendo hacia las escaleras para subir a su habitación

El mayor tan sólo observo cómo se iba dejándolo solo, no podía negar sentir una cierta satisfacción cada vez que Ryeowook le contestaba 

Wook se encerró en su habitación, se quedó pegado en la puerta por un rato. Luego avanzó a su cama para tirar su mochila ahí, suspiro.

– ¿Porque es así? ¿Cree que puede hacer todo lo que quiere?

Dio vueltas en su habitación un poco nervioso, luego de un rato se preguntó si Yesung ya se había ido. Se acercó a la puerta de vidrio que daba a su balcón para observar afuera

– Parece que ya se fue

Comentó más calmado, pero vaya susto que se dio cuando Yesung se asomo por su balcon.
El mayor le mostró una pequeña sonrisa mientras se acercaba a la puerta y lo abría entrando así a su habitación.

Empezó a caminar hacia él, y a su vez Wook empezó a dar pasos hacia atrás, aquello provoco que cayera sobre su cama sentado.

Yesung aprovechó esa oportunidad para acercarse más, casi acorralandolo. En esa situación no pudo evitar recordar el beso de aquella noche, por lo que su mirada bajo a los labios del menor.

Mi verdadero yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora