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POV VICTORIA:

Llegué a puerto rico, dónde no tarde en mandarle mensaje a Gia.

Esa nena me trae loca, pero yo no sé lo voy a demostrar.

Su cara parece hecha por los mismísimos dioses, y wow.

He leído unos cuantos de sus libros, y me sorprende lo bien que escribe. Cada detalle de sus libros,  cada oración es increíble.

La invité a el dojo, aproveche que hoy todos tienen cosas que hacer para invitarla.

No tardo tanto en llegar, vivíamos bastante cerca. Así que apenas llegó, fuimos a mi cuarto. Teníamos pensado ver una película, o algo así.

Ya tenemos buen tiempo conociéndonos, quizás unos dos o tres meses.

Terminamos hablando, cosas que nos gustaban, cosas que habían pasado en el tiempo en el que viajé.

No me aguantaba más, sus labios me tentaban, sus ojos indirectos. Que con una sola miraba, me decía todo. La mirada nunca miente.

Se estableció una tensión sexual inevitable, ni una palabra de ninguna, pero miradas que decían lo mucho que nos queríamos comer.

Una última mirada, y conectamos nuestros labios. Un beso que tenía una marcha lenta, y de a poco se fue agilizando.

Mis manos se posicionaron en su cintura, y las suyas se colocaron en mis tatuajes del cuello.

La calentura subía y subía en la habitación, nuestras respiraciones bastante aceleradas por los besos desesperados. Ella pegada a la pared, yo controlando sus pasos, y nuestros labios sin desunirse.

Mis manos entraron por debajo de su camisa, dejando la fría sensación de los anillos en su espalda. Sentí como se estremeció al sentir las piezas de metal ubicarse cerca de sus pechos.

Me gustaría hacerle de todo, pero por ahora; voy a ser respetuosa.

Solo por ahora.

Sus piernas se enrollaron en mí cintura, y la lleve a la cama, dejándola recostada en la esquina de la cams. Busqué aprobación con su mirada al dejar mis manos en sus caderas.

— hazme lo que quieras, soy tu puta.
No voy a decir nada, me dio un poco de asco que me lo haya dicho tal como si nada. So, es la primera vez que lo hacemos, pero no iba a cortar el momento solo por una frase.

Al obtener la aprobación, me deshice de sus cortos shorts, dejando a total vista su ropa interior.

Estaba algo nerviosa, no les voy a mentir. No es por qué sea mí primera vez, no, para nada. Pero si es mí primera vez haciéndolo con alguien con que quiero que las cosas vayan enserio. He tenido muchísimas parejas, pero ninguna fue totalmente enserio.

Comencé con toques por encima de su ropa que aún conservaba y dejaba ver un poco lo mojada que estaba.

Le saque la prenda que le quedaba, y la tomé de sorpresa, e introducí dos dedos de golpe en su centro mojado y caliente.

Dejó escapar unos leves gemidos, a la vez que mis dedos comenzaron a bombear.

La excitación en ambas crecía, y los jadeos acompañados de gemidos ocupaban el espacio entre las cuatro paredes.

Sentí como su centro comenzó a apretar mis dedos con fuerza, señal de que se estaba por venir.

Me acerqué a su oído, donde susurré algunas cosas que la hicieron llegar a su límite.

Saque mis dedos, para después chuparlos, y dejé una lambida en toda su parte, para "limpiar" sus fluidos.

Ella estaba totalmente cansada, y yo sabía que podía hacerla sentir mucho más, pero comenzamos de a poco.

Me recosté a su lado, cubriendonos con las sábanas.

— chingas bien cabron...
Dijo intentando recuperar el aire, a lo que una sonrisa ocupó lugar en mis labios.

dice que miko chinga cabron" - SALVAJE mn: 1:15 - Lyanno, Young Miko

you will always be my museDonde viven las historias. Descúbrelo ahora