you will always be my muse

9.

Victoria se montó al auto de su mejor amiga, aún temblando y en su puro llanto. Mariana al verla así no tardó en abrazarla como pudo, al estar desde su asiento.

— hey, ¿Qué pasó?
menciono con una leve voz, intentando saber.

Tomó sus manos, intentando que deje de arañarse los antebrazos.

— Vicky, te recuerdas cuándo en el high school te tomaste un agua rara pensando que era tuya?
Le comenzó a hablar sobre anécdotas que tenían, sabiendo como llegar a que se calme.

— mira, respira conmigo.
Ejercicios de respiración, mientras ella le continuaba dialogando, sabiendo que no iba a obtener una respuesta.

Victoria logró calmarse, y una vez emprendieron camino al dojo, comenzó a contarle lo que pasó. Volviendo a soltar algunas lágrimas.

(. . .)

La pelirroja estaba acostada en su cama, mirando al techo, pensando en todo. Una que otra lágrima se le escapaba.

Mariana, entró a la habitación de Victoria junto a su hermano, para sentarse en su cama y comenzar a hablar:

— mera baby, hay bad news.

— te escucho.

— vamos' a tener que cancelar el tour, dieron de baja muchísimas entradas, ya ni nos da la cantidad para hacer los conciertos. todo por la culpa e' la puta esta.

— cómo...? ¿qué hizo ella...?

— expandió rumores tuyos, bajamos' followers, to' un desastre.

Todo era un pánico en sus vidas, mientras que todos le creían a Gianna.

A Victoria se le había destrozado su carrera, todo se había ido por la borda.

Comenzó a consumir estupefacientes con la intención de sentirse bien, pero creándose una adicción.

Cada día era una mierda, se encerraba en su habitación, no comía, no hablaba con nadie. Solo se drogaba y tomaba alcohol.

Sus amigos intentaban ayudarla, pero ella no quería ver a nadie, hablar con nadie.

Y quizás ese es el estilo de vida que va a mantener por el resto de su vida.

fin.