ONE SHOT'S // Lanki-Renga +18

Dedos homofóbicos

Este shot contiene contenido sensible
Palabras vulgares.
Insinuaciones sexuales.
Homofobia y discriminación.
Contenido sexual MUY explícito.
Chantaje sexual.

[...]

—Hay un chico nuevo.— se escucharon rumores.

-—¡Es guapo!

-—Muy sexy.

—Canadiense, ¡Uf!

—Estoy segura que no durará ni una semana virgen en la preparatoria.

Iba entrando, escuchando aquellos rumores. Estaba ansioso por saber quién sería la competencia del año. Pues si bien no la había, hace tiempo los pasillos no se rumorea tanto de un chico que no sea yo; Reki Kyan. Alias...

—Dedos... No hay quién lo supere.— mi nombre volvió a escucharse en sus bocas.

Entré a mi aula, el profesor estaba de licencia por lo cual un directivo se encontraba en su lugar. Me dirigí hacia mi asiento, sin antes buscar con la mirada a Lenny. No la encontré, pero cabe destacar que sus amigas no me negaron la mirada, yo mucho menos un guiño.

—Muy bien, chicos. Siéntense en sus lugares.— suspiró hondo, nadie le tomó importancia. —El día en que me escuchen...

De repente, como si de una película se tratase, la puerta del aula se abrió y entró un resplandor en persona. Un chico alto, cabello celeste, ojos claros y, dios, ¿Cómo brilla tanto su piel blanca?

—Ah, lo siento. ¿Este es el salón quinto B?— preguntó.

Hubo un silencio, un poco incómodo. Miradas entre chicas, miradas hacia mi reacción.

—¡Sí!— dijo el directivo un poco anonadado. —Pasa, por favor.

Una ola de bullicio se formó y yo solo podía mirar como invadía mi protagonismo.

—Langa es mi nombre— dijo en general.

—¿Y para cuando serás mi hombre?— se escuchó en el grupo femenino.

—¡Un poco más de respeto!— gritó el directivo. —Y usted.— señaló a aquella persona cuya voz soltó el piropo —A la oficina del director.

Salió victoriosa, caminando como si estuviera modelando. Lanzó un beso al aire, sin antes decir...

—Buscame en detención, o en Instagram como...— todos rieron, mientras el directivo estallaba furia

Se notó la mirada de él sobre ella, fue una vista fría, sin interés. Pero luego soltó una risa. Y comenzó a visualizar al resto. Me miró fijo, se acercó a mí. ¿Qué carajos estaba haciendo?

—Uh, ¿Te molesta si me siento aquí?— preguntó.

—Sí.— no sonreí. —Me molesta y demasiado.

—¡Dedos está celoso!— gritaron en el fondo.

—¿Celoso de quién?— me levanté. —Qué no intente desafiarme, porque comenzará una guerra.

—¡Señor Kyan, qué falta de respeto!

Siquiera deje terminar a aquella persona quién me estaba corrigiendo, solo tomé mis cosas y caminé fuera del aula. Ví como Langa se quedó en la misma posición de cuando se acercó a hablarme. ¿Quién carajos se creía para intentar desafiarme de esa forma?

La campana de la salida de escuchó, estuve las dos horas restante en detención, así que al escucharla salí con prisa de ese infierno. No tarde en escuchar las diferentes versiones de como Langa intentó ponerme en mi supuesto lugar, o como casi lo golpeo.