Ocho meses antes
—Hoseok, oppa. ¿Qué harás al terminar el turno? ¿Te gustaría ir por una copa?
Despegó la mirada de la hoja con olor a peonías y sonrió a su compañera.
—Seol-ah —la mujer se sonrojo y ocultó la mitad de su rostro tras su mano—. Gracias por la oferta, pero no bebo.
Seol abrió los ojos y se disculpó rápidamente.
—P-podemos hacer otra cosa. I-ir al cine, a un restaurante japonés ¡O ramen! Comamos ramen.
Hoseok enarcó una ceja. Arrastró la silla hacia atrás mientras buscaba las palabras correctas para rechazar la invitación, y con suerte, no volver a vivir una situación tan incómoda como esa.
—Lo siento, Seol-ah. Me agradas, pero me temo que no puedo aceptar tu invitación —lamió su labio inferior y miró de reojo la carta sobre la mesa—. Soy gay. Muy gay.
Con pena vio los hombros y la mirada caer, pero era lo mejor. Antes había recibido invitaciones similares y a pesar de rechazar a todas, sus compañeras continuaban sembrando la esperanza de salir con él. Despidió a la mujer y regresó a su verdadero trabajo, descubrir la identidad de su admirador. Todavía no tenía ninguna pista, además de las iniciales de su nombre pero tampoco estaba seguro de que ese fuera el verdadero. Tal vez se trataba de un tipo de acrónimo. Agotado mentalmente, se recostó en el estrecho escritorio y cerró los ojos. El aroma fresco de las flores llegó a su naríz e inconscientemente sonrió.
—Hey, Romeo —dijo el hombre a su espalda, imitando una voz gruesa e intimidante—. Levántate. Tienes cinco minutos para prepararte para ir a la sala de juntas.
Arrugando la nariz se erigió y le lanzó una mirada fulminante a su superior.
—¿Qué demonios quieres?
Jooheon alzó las cejas, pero lejos de enojarse se echó a reír.
—Idiota. ¿A caso olvidaste que hoy te ascienden a director creativo?
—Mierda —siseó poniéndose de pie. Guardó la carta en el bolsillo interior de su saco y asintió siguiendo a Jooheon a la sala de juntas.
Tomó una respiración profunda, recordando las palabras de su admirador: "No dejes de sonreír", enderezó la espalda y levantó la barbilla.
Abrió la puerta con firmeza y entró en la sala. Los rostros familiares de sus colegas y superiores se volvieron hacia él, algunos sonriendo, otros con una mirada de curiosidad. El director general, el Sr. Lee, estaba de pie al frente de la mesa, revisando documentos al azar.
—Buenos días, Hoseok —dijo el director, levantando la vista con una sonrisa—. Por favor, toma asiento.
Hoseok asintió y se sentó en la silla que le indicaron, con su corazón latiendo rápido, pero con una calma que emanaba de la carta que llevaba consigo. Escuchó atentamente mientras el Sr. Lee empezaba a hablar sobre los logros recientes de la compañía y el papel crucial que Hoseok había jugado en ellos. Cuando Jooheon le apretó la mano por debajo de la mesa supo que su momento había llegado.
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IS THIS LOVE (𝟸𝒲𝒪𝒩)
Short Story𝘏𝘺𝘶𝘯𝘨𝘸𝘰𝘯, 𝘶𝘯 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘵𝘪́𝘮𝘪𝘥𝘰 𝘺 𝘳𝘦𝘴𝘦𝘳𝘷𝘢𝘥𝘰. 𝘓𝘭𝘦𝘷𝘢 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘢𝘥𝘮𝘪𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘏𝘰𝘴𝘦𝘰𝘬, 𝘦𝘭 𝘢𝘵𝘳𝘢𝘤𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘧𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘭𝘢 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘢 𝘤𝘢...