La duda dio vueltas en su cabeza por el resto de la tarde y durante la noche. Las cajas se amontonaban vacías en un rincón de su departamento y aunque usó la excusa de ordenar, sus inquietudes continuaban con la misma intensidad.
Su mente y corazón estaban confundidos, los versos valientes y la elocuencia de cada palabra hacían vibrar su cuerpo, pero la timidez y belleza del dueño del café le provocaba un remolino de emoción en su estómago. Sin embargo, no descartaba la posibilidad de que su admirador y el dueño del café fueran la misma persona. Sería maravilloso.
Con la mirada en el cielo del departamento y suspirando soñadoramente, Hoseok deseó al universo una señal. Un pequeño empujón que guiara sus futuras acciones.
"Si escribes esa carta, tal vez lo puedes conocer antes de tiempo."
Pensó en lo último que Dayoung le dijo. Había agotado casi todas las opciones para descubrir de quién se trataba, pero jamás contempló la posibilidad de responder.
—¿Y si..? —Hoseok restregó su cara con ambas manos y lanzó un poderoso grito al aire. Abandonó la silla y caminó hacia su cama, antes de siquiera recostarse volvió inmediatamente al escritorio. Con papel y pluma en mano, miró la última carta y asintió—. Lo haré.
Para cuando terminar de escribir, su frente brillaba de sudor, a pesar de estar a 15°C, y la mano que sostenía la pluma no dejaba de temblar. Con mucho cuidado dobló la hoja y la guardó en un sobre azul. Firmó el sobre y terminó su "obra maestra" con su sello. A diferencia de su admirador, no buscaba mantener la línea de confidencialidad. Él deseaba conocerlo.
Al día siguiente, cuando la alarma sonó, Hoseok miraba el techo y jugaba con sus pulgares ansioso porque la hora de apertura de la cafetería llegara. Los nervios apenas le permitieron probar su desayuno improvisado de huevos y arroz frito, pero no fueron motivo para perder el cuidado en la elección de su traje, y Dayoung lo notó.
—¡Vaya! Parece que hoy te esmeraste —bromeó Dayoung, deslizando una taza de humeante chocolate—. ¿Qué haces aquí? No deberías llegar hasta dentro de dos horas, no tengo nada para ti.
Hoseok sonrió mientras se acomodaba en el taburete de madera. Repasó el lugar con la mirada buscando la cabecita del dueño, pero como lo esperaba, no estaba a la vista.
—Hoy no vengo por una carta —hizo una pausa para contener la respiración y sacar el sobre de su bolso—, sino para entregar una.
La expresión de sorpresa de la chica fue una imagen tan graciosa de ver que Hoseok casi olvidó lo nervioso que estaba.
—¡Wow! En realidad, no pensé que lo harías.
Como si se trata de la joya más importante y delicada, Dayoung recibió la carta y la guardó en el bolsillo delantero de su delantal verde pastel.
—¿Qué te motivó a hacerlo? Debes estar desesperado por conocer a tu admirador —dijo con una risita traviesa.
Hoseok encogió los hombros y acercó la taza a sus labios para amortiguar sus siguientes palabras.
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IS THIS LOVE (𝟸𝒲𝒪𝒩)
Short Story𝘏𝘺𝘶𝘯𝘨𝘸𝘰𝘯, 𝘶𝘯 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘵𝘪́𝘮𝘪𝘥𝘰 𝘺 𝘳𝘦𝘴𝘦𝘳𝘷𝘢𝘥𝘰. 𝘓𝘭𝘦𝘷𝘢 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘢𝘥𝘮𝘪𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘏𝘰𝘴𝘦𝘰𝘬, 𝘦𝘭 𝘢𝘵𝘳𝘢𝘤𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘧𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘭𝘢 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘢 𝘤𝘢...