El virus que los humanos habían creado los estaba destruyendo poco a poco.
Mientras los humanos morían, los simios se multiplicaban y evolucionaban a una escala más elevada y muy rápido.
Era el fin de la época de los humanos, les tocaba ahora a los simios tener en control del mundo y ser la especie demoninante.
Cesar se había ganado el derecho de ser el lider de los simios. Cuando consiguieron su libertad se instalaron en una zona bien protegida y formaron su clan. Se casó y ahora era padre de un pequeño simio de un año.
Su clan había evolucionado mucho, Maurice se encargaba de educar a los pequeños de enseñarle las reglas del clan. Era el profesor, Rocket era la mano derecha de cesar junto a Koba, que es un simio peculiar y inestable a veces, pero respetaba a Cesar.
Un día como de tantos, salieron a cazar. Era un día lluvioso, así que les iría bien para ocultar su olor ante sus presas.
La caza salió bien, tres ciervos y dos jabalines, con las pieles, cuernos y carne tendrían para días de comida y nuevo materiales que construir.
Como era tarde hicieron una fogata, la lluvia había cesado. Pero algo en la oscuridad se movía, un tigre atacó a un simio, todos se pusieron en alerta. El animal era grande y feroz, sabian que algo rondaba los bosques ya que dejabas cadáveres a su paso, pero dieron por senrado que sería un oso.
El tigre atacaba y los simios se defendían como podían hasta que se escuchó un disparo, he hizo que el gran animal cayera al suelo.
Todos se quedaron quietos, era una mujer de pelo rubio con ojos verdosos casi marrones. Cesas bajo las manos haciéndole ver que no era un enemigo. La mujer apuntaba a los simios con la escopeta.
— ¿Que hacéis aquí? — Pregunto.
Los simios se miraron entre ellos, era raro ver a un humano. Hacia tiempo que no veían a uno, daban por sentado que ya no existian.
Cesar era el único que podía hablar. Palabras cortas y simples pero podía.
— Nosotros cazar. Comida para clan — Señaló al botín de la cacería.
La mujer bajo el arma suspirando tocando el vientre haciendo una mueca. Cesar entendió rápido que estaba embarazada. Miró a Rocket.
— Esta esperando una cría.
— ¿Y que hacemos?.
Cesar suspiro viendo cómo la humana se apoyaba con una mano en su espalda y la otra en la escopeta.
— Tú...que haces, aquí — La mujer no se sorprendia de que hablase.
— Nada — Se apoyo en un árbol. Estaba cansada.
Cesar se acercó despacio a ella, sin hacer movimientos bruscos.
— Ayuda.
— ¿Que?.
— Tú, necesitar ayuda — Señaló su vientre.
— Oh — Con su mano frotaba el vientre.
— Por qué estar, aquí. Tarde en el bosque.
— No lo se ni yo. — Se dejó caer al suelo con su espada apoyada en el gran árbol.
Cesar se agachó y entonces pudo verlo con claridad. No se quejaba por su vientre. Se quejaba por la herida que tenía en el costado. Profunda, y no dejaba de sangrar.
— Herida. Estás sangrando.
— Si...ese tigre y otros tres mas atacaron al grupo en donde iba. No éramos un gran grupo y apenas teníamos armas...nos defendimos como pudimos, pero...han acabado con todos — Cesar suspiro.
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EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS
SonstigesHan pasado años desde que César se convirtió en el líder de los simios. Ahora tiene responsabilidades como líder, marido y sobre todo padre. Dentro de su grupo hay un ser especial, Uma. Uma es una humana que ha crecido y vivido desde que tiene mem...