Habían pasado ya unos cuantos años. Uma, ya era más grande, prácticamente una adolescente, una jovencita de diecisieis años. Al ser humana su madre, Cornelia le hizo ropa para tapar partes de su cuerpo. Llevaba una especie de falda corta hecha de piel de ciervo y en la parte de arriba una especie de top sin tirantes cubriendo sus pechos. Su cabello era largo hasta la cadera, habia aprendido a peinarselo gracias a su madre, siempre llevaba una trenza bastante gruesa. En la frente una diadema echa de flores, recordándole a todos que era la hija del líder, la princesa del clan
- Venga Uma - Maurice le daba lecciones aparte.
- Siempre es lo mismo. Me aburre ya - decía con las piernas cruzadas como los indios.
- Tienes que aprender.
- Las leyes me las se, se que puedo hacer y que no, donde ir, y donde no ir. Se leer, escribir, hablar. Pero, que más da todo eso...
- El conocimiento ayuda a mantener esa mente tuya fresca y concentrada - Le tocó con el dedo índice la frente.
- Tengo dieciséis años ya. Soy prácticamente una adulta, quiero hacer más cosas.
- ¿Como que?.
- Quiero salir a cazar. Ver el bosque, salir del hogar. No se que hay más haya de aquí.
- Tú padre no quiere que salgas, es por tu bien.
- ¿Por mi bien?. Maurice...se que soy diferente a vosotros. Y no soy tonta, he escuchado la palabra humana. Eso es lo que soy, y lo asumo, pero...¿que es ser humano?. ¿No puedo descubrir que significa esa palabra?.
Maurice resopló con cansancio. Ya no era esa niña obediente y tranquila. Había pasado de un extremo a otro en años.
Los simios machos se estaban preparando para la cacería. Una gran cacería. Uma se levanto escapando de las lecciones de Maurice.
- ¡Uma! - Ella no lo escucho. Se acercó al grupo buscando a su padre y a ojos azules.
- ¡Padre! !hermano! - Llevaban los dos el cuerpo y la cara pintadas de color blanco.
- ¿No deberías estar con Maurice? - Ojos azules le dijo, ella agachó la cabeza moviendo su pie en la tierra.
- Uma... - Su padre se acercó a ella.
- ¡Quiero ir con vosotros! Cazar. Aprender del bosque y de ti.
- Las mujeres se quedan aquí, y tu vuelve con Maurice y sigue tus lecciones.
- No es justo.
- No voy a discutir - Se subió al caballo.
- Ya tendrás la oportunidad de salir hermana. Cuida de madre. Hoy ha estado un poco mal por el embarazo.
- Vale... - Ojos azules le abrazo antes de subir al caballo y marchar, junto a su padre y el resto.
El día estaba nublado y con lluvia floja. Se había pasado toda la mañana ayudando a las hembras del clan, su madre estaba hoy con dolores de parto. Era evidente que el bebé nacería hoy, le tocaba la cabeza con cariño.
- Un día, pasarás por esto - Le dijo Cornelia.
- Dudo que eso pase.
- Nunca se sabe. El amor tiene muchos caminos y formas hija. Eres joven aún. Ya te llegará. Y tendrás un marido e hijos a tu lado - Cornelia tenía fe en que Uma encontraría a alguien que la hiciera feliz y quisiera compartir el resto de sus días con ella.
Las horas pasaron y los dolores de Cornelia aumentaban, estaba apunto de nacer el bebé. Unos caballos de escucharon. Uma se levantó y se asomo para ver si eran ellos. Habían vuelto de la cacería.
- Madre. Padre y hermano han vuelto.
- Avísales - Le dijo una simio que servía a su madre.
Asintió, y bajo corriendo casa para abajo. Se abría paso entre todos los simios como pudo.
- Uma - Cesar la diviso entre todos. No era dificil tampoco.
- ¡Padre!. ¡Es madre!. Le queda poco. Deberías ir con ella - Cesar le tocó le hombro y corrió hacia su casa. Al darse la vuelta vio a su hermano, tenía heridas profundas en el pecho, hombro y hasta en el rostro - ¡Ojos azules!. ¿Que ha pasado? - Miraba a su hermano de arriba a abajo, buscando una manera de tocarlo pero sin hacerle daño.
- Un oso...me ha atacó. Culpa mía, por no ser precavido.
- Vamos a curarte...bueno, miralo por el lado bueno. Te ves más atractivo. Ahora las mujeres se fijarán en ti - Ánimo a Ojos azules.
- No seas tonta - Se rió dándole un leve empujón con cariño - Vamos a ver a madre.
Subieron a su casa donde muchos simios se habían amontonado viendo al nuevo principe del clan.
- Hijos. Venir a ver a vuestro hermano - Cesar les dijo.
Uma y Ojos azules se acercaron, era muy pequeño y estaba sano. La pequeña mano del bebé rozo con los dedos de ella, le salió una sonrisa.
Cesar y Maurice estaban en su lugar favorito para hablar.
- Otro hijo? - Maurice pregunto.
- Me hace pensar, que hemos llegado lejos Maurice - Lo decia con nostalgia.
- Parece que fue hace mucho. ¿Aún pienses en ellos? - el viejo orangután sabía que el pensaba a veces en los humanos.
- ¿Los humabos? A veces...sobre todo en la madre de Uma - A veces pensaba mucho en esa mujer.
- Se que tomastes una decision difícil. No te culpes por lo que hicistes, le salvastes la vida a ella.
- Lo se.
- No los conoci como tu. Solo vi su parte mala. Pero viendo a Uma, puedo ver qué no hay maldad. Es testaruda, cabezota. Pero es normal, es joven aún.
- Los humanos se destruyeron entre si. Buena, mala ya no importa. Es algo que Uma no ha visto ni sabe.
- Los simios también se pelean. Ella se ha peleado cuando era pequeña.
- Pero somos una familia. Es diferente las peleas que tenemos nosotros a las peleas que ellos tenían - Hizo una breve pausa - A saber si de verdad desaparecieron todos.
- Ya son dos inviernos. En los dos últimos ni rastro de ellos. Habrán desaparecido - Maurice decía con seguridad.
- Por una parte siento pena por Uma. Si de verdad ya no existen los humanos...ella es la única de su especie.
- Ella es feliz. Piensa en eso.
Cesar se quedó pensando en esas palabras. ¿De verdad Uma era feliz con ellos?.
Por otro lado Uma había curado con remedios caseros a Ojos azules, no podía cerrarle la herida, pero no sé infectaria. Estaba guardando todo en una cesta, levanto la miras hacia arriba, alguien agitaba una rama con moras.
- Luc - Se giro con una sonrisa.
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EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS
DiversosHan pasado años desde que César se convirtió en el líder de los simios. Ahora tiene responsabilidades como líder, marido y sobre todo padre. Dentro de su grupo hay un ser especial, Uma. Uma es una humana que ha crecido y vivido desde que tiene mem...