un gran cambio

Parte 1

Un día lunes a las 8 de la mañana, los 4 amigos ya estaban en el instituto, charlaban de lo que habían hecho en las vacaciones de invierno.

- ¿Qué estuviste haciendo, King? – preguntó meliodas curioso.

- Estuve practicando lenguajes de señas, a pedido de mi hermana Elaine - respondió King mirándolo.

- ¿Tuvo otra visión? – preguntó helbram mirándolo.

- No lo creo, solo me dijo que lo estudiara y eso estuve haciendo. – respondió King mirándolo.

- ¿Lenguaje de señas? ¡Vaya, eso es impresionante King! - exclamó Elizabeth con sorpresa.

King asintió con una pequeña sonrisa. -Sí, mi hermana insistió en que lo aprendiera, aunque no me dio mayores explicaciones.-

-Bueno, si Elaine lo sugiere, seguro debe haber una buena razón - intervino Meliodas, palmeando la espalda de su amigo.

-¿Y te has vuelto todo un experto en la materia? - preguntó Helbram, arqueando una ceja.

-Bastante bien, creo. Tal vez pueda enseñarles algo a ustedes también - ofreció King, encogiéndose de hombros con modestia.

En ese momento, la clase comenzó y tanto Elizabeth como meliodas se sentaron atrás de King y helbram delante de él, por alguna razón, King se sentaba solo. La profesora naoko, de lengua les habla.

- Buenos días a todos, hoy tenemos una nueva alumna – les comunicó Naoko. Fue a buscarla afuera y entró con la chica nueva. – ella se llama diana big, es sorda muda y viene de México - comentó la profesora amablemente.

King se quedó mirándola embobado y sin darse cuenta, estaba sonrojado.

- Hey! Harlequin? Hola? – llamaba helbram tratando de sacarlo de su nube, con una sonrisa medio divertido y pícaro.

Al rato, diana se sentó a lado de Harlequin y él le habla con el lenguaje de señas.

- Hola Diana, mi nombre es Harlequin fairy, pero puedes decirme King, como te sea más cómodo – se presentó King con una dulce sonrisa.

- Hola, fairy, gusto en conocerte – respondió Diana con lenguaje de señas y muy seria.

Meliodas, Elizabeth y helbram notaron la actitud de diana pero decidieron no juzgarla antes de conocerla mejor.

- Quizás esté muy nerviosa o incomoda al estar en un país que no está familiarizada- opinó Meliodas en voz baja a King.

La clase de lengua había comenzado y todos los estudiantes se acomodaron en sus asientos. La profesora Naoko, con una sonrisa amable, comenzó a repasar el temario del día. Mientras tanto, King no podía evitar lanzar miradas furtivas hacia Diana, quien parecía concentrada en seguir la clase a través de la lectura de labios y las notas que la profesora escribía en el pizarrón.

A medida que avanzaba la clase, King se dio cuenta de que Diana tenía dificultades para seguir algunos conceptos, así que discretamente, comenzó a usar el lenguaje de señas para explicarle. Diana le agradeció con una sonrisa, y por primera vez, King notó un brillo especial en sus ojos.

El timbre sonó, marcando el fin de la clase, y los estudiantes comenzaron a salir del aula. Meliodas se acercó a King y le dio un codazo juguetón.

- Parece que alguien ha hecho una nueva amiga - dijo Meliodas con una sonrisa burlona.

- No es eso - respondió King, aunque su rostro decía lo contrario. - Solo estoy tratando de ayudar."

- Claro, claro - dijo Elizabeth, uniéndose a la conversación. - Pero no puedes negar que hay una conexión allí. Tal vez puedas enseñarnos a todos un poco de lenguaje de señas.-