—Si, ahora ya me acuerdo— dije sonriendo— nunca me había desfasado tanto, siento no haberme acordado.
—No pasa nada — respondió él con una de las sonrisas más sinceras que pude haber visto alguna vez— por cierto, el viernes me lo pase genial. No sabía que trabajaras en el mundillo de la música, es muy interesante.
—Si la verdad, me lo paso genial aquí, además puedo estar escuchando música, no hay nada mejor que eso —respondí sonriendo- y bueno... ojalá poder decir que el viernes me lo pase tan bien como tú, pero no me acuerdo mucho, aun así seguro que fue una noche increíble, incluso mejor con vuestras canciones.
Se rio y él acabo contagiándome. Cuando volví a mirarle a los ojos me percate de que estaba mirando mis labios sin disimulo.
Me fijé en suelo con incomodidad fingiendo que eso era lo más interesante del mundo hasta que él volvió a hablar.
—Bueno, de hecho este viernes vamos a ir de nuevo. Iremos tarde, puesto que nos han contratado para un concierto demasiado nocturno, pero puede que vaya antes para vert... veros, fue genial estar con vosotras.
A cualquier persona pudo habérsele pasado la pequeña equivocación en sus palabras, fue rápido, pero no lo suficiente como para no haberlo notado, quería venir a verme. Al fin y al cabo parecía no ser mal chico, quizás mereciese la pena conocerlo.
— Claro, nosotras estaremos encantadas de pasar un rato con vosotros y aun más de escucharos tocar— miré a mi alrededor y me di cuenta de que quizás necesitaba ayuda con algo de la tienta, decidí preguntar— entonces... ¿quieres algo de este sitio o solo has venido a hablar conmigo?
— Si eh... quiero una nueva guitarra, tengo un cariño especial a la mía, pero es verdad que ya no es tanto de mi estilo, ¿podrías ayudarme con eso?
Como era de esperar, le ayude. Nos reímos y hablamos durante mucho tiempo, incluso fue paciente y espero a que atendiera a otras personas. Al final no solo se compró una guitarra, también una púa e incluso una funda. Cuando quise darme cuenta ya era hora de cerrar así que lo prepare todo y nosotros y sus nuevos productos salimos por la puerta.
Escuche una voz familiar y me encontré a Mateo con su niñera andando por la calle.
Yo sonreí.
Cuando él me vio vino corriendo hacia mí para darme un abrazo.
—Dahlia — dijo él sonriendo y alargando la última vocal, emocionado.
—Hola, Teo cuanto tiempo — dije sonriendo, con ironía— no te preocupes Evelyn, puedes irte a casa, yo me quedo con él a partir de ahora — deje a mi hermano en el suelo y di un abrazo a la mujer que lo llevaba cuidando todo el día.
— No te preocupes por el dinero — susurré— le diré a mi madre que has estado con él hasta tarde.
Le guiñé un ojo y ella me dio las gracias susurrando de nuevo.
Al final se despidió y Teo volvió a subirse a mis brazos.
Miré a Beck.
— Es mi hermano, Teo.
Al ver que era nombrado levanto rápidamente la cabeza y saludó al chico que tenía en frente con una enorme sonrisa. Era un niño maravilloso, incluso si todo se derrumbaba a su alrededor él era capaz de tener siempre una sonrisa.
Beck lo saludo de vuelta y volvió a mirarme a mí.
— Me lo he pasado genial hoy, gracias por, bueno... todo. Espero verte el viernes.
— Cuenta con ello.
Se despidió de los dos y rápidamente se fue.
Cuando ya estábamos en la puerta de casa Teo decidió hablar.
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Sparks Fly
RomanceUn bar, mucha música y alguna que otra apuesta. Dahlia, una mujer que por fin empieza a cumplir sus sueños, pero... todos ocultamos algo. Luke, un guitarrista y cantante de una banda con muchas metas por delante. Personas muy diferentes, dos estrell...