O13

146 25 1
                                    

TaeHyung daba vueltas en la cama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TaeHyung daba vueltas en la cama. Faltaba treinta minutos para que su alarma sonara, pero sus ojos habían decidido abrirse antes. Todo apuntaba que no podría dormir más, el sueño simplemente no estaba a su disposición y se había marchado de su sistema, y se maldecía porque sabía que en el trabajo estaría muriéndose del sueño.

Decidió dejar de intentarlo y se reincorporó para hacer la rutina de siempre. Cuando se sintió listo, salió de su departamento y se dirigió a su trabajo, como cada día desde que comenzó a trabajar con JungKook. Llegó y no fue sorpresa para nadie que siguiera cerrado y sin ningún tipo de signo de vida ahí. Le dio un largo sorbo a su café y se dedicó a acomodar la sala de espera, ver la agenda y memorizar las citas que estaban programadas para ese día.

Escuchó la puerta ser abierta y sonrió cuando vio a su jefe entrar por ahí, con su característica cara de no haber dormido ni un poco, pero que engañaba porque había dormido más horas que TaeHyung. Se acercó a él y depositó un beso en la mejilla, hizo su cuerpo hacia atrás con intensión de alejarse del alfa, pero fue demasiado lento, JungKook lo sostenía de la cintura impidiendo alejarse y alargando el contacto. TaeHyung sintió sus mejillas calientes y podía hasta apostar que estaba sonrojado, pero no iba a dejar que dejara ver cuán afectado estaba, así que le regaló una sonrisa ladina y se acercó más a sus labios.

— Buenos días — susurró, sonriendo aún más al ver cómo las pupilas del ojiazul se expandían.

— Buenos días — saludó, dejando que su aliento choque intencionalmente contra los labios de TaeHyung.

TaeHyung ahogó un gemido y sin ser realmente consciente, se acercó aún más a JungKook, respirando agitadamente mientras sentía el agarre en su cintura apretarse. Sus labios estaban tan cerca que si no se unían en ese momento, JungKook podría volverse loco. No podía ni quería esperar más para besarlo, sus labios lo llamaban a gritos y pedían su contacto. La otra mano, que hasta ahora estaba suelta, se dirigió a la cintura del omega, sujetándolo aún más cerca. Abrió la boca y ladeó la cabeza con anticipación, no resistió en llevar su agarre a su nuca y acariciarlo.

— ¿Puedo besarte? — pidió JungKook, sintiendo cómo TaeHyung asentía casi de inmediato.

Sus labios rozaron y suspiraron al sentir ese mínimo toque, ambos lo querían y lo tendrían, si el teléfono de la clínica no hubiera sonado, avisando una llamada y sacándolos de su burbuja. Ambos parpadearon rápidamente y sacudieron la cabeza.

— Voy a... Responder — tartamudeó TaeHyung.

— Sí. Yo... Iré a... Trabajar. Sí. Eso.

Los dos se dieron la espalda inmediatamente y se dedicaron a hacer su trabajo, ninguno pudo concentrarse. Todo lo que querían era volver a como estaban y terminar lo que habían empezado, si no hubiera sido por esa paciente que llamaba para cancelar su cita. TaeHyung ya la había maldecido tres veces en su cabeza, ¿por qué simplemente no se presentó y reservó de nuevo su lugar? Así no hubiera interrumpido su momento con JungKook.

Pero el destino estaba en su contra.

El día se basó en trabajar entre coqueteos e insinuaciones leves, uno que otro chiste, y al final los dos yendo a comer en algún restaurante bonito, pero no tan ostentoso. Ordenaron su comida y minutos después comenzaron a comer. JungKook no paraba de mirar indiscretamente a TaeHyung, y él solo sonreía, enamorando aún más a JungKook.

— Entonces... — comenzó JungKook.

— ¿Entonces...?

— Me invitaron a unas vacaciones, mis excompañeros de universidad, y quería saber si querías acompañarme — murmuró — No te sientas obligado a ir, es solo que eres el único que me agrada lo suficiente como para convivir un fin de semana completo sin terminar matándonos. Pero si no quieres no hay problema, solo es una invitación...

— JungKook.

— Además, todos irán acompañados y me sentiré solito si no tengo compañía, y mi mamá no creo que quiera dejar a las niñas solas con su esposo...

— JungKook.

— Es solo una invitación, no te estoy obligando, ni mucho menos creas que te odiaré si no aceptas, pero creí que sería lindo llevarte a conocer Disneyland...

— ¡JungKook!

— ¿Sí?

— Iré contigo.

— ¿En serio? — TaeHyung asintió — Bien. Okey. Gracias, por acompañarme. Prometo que te divertirás.

TaeHyung sonrió ante lo tierno que se veía; era todo mejillas sonrojadas, manos jugando entre sí y mordidas de labios por nerviosismo. Se veía pequeño así, ansioso por planear cómo hacer que TaeHyung se divierta en aquel parque, y era lindo ver como se preocupaba de algo que ni siquiera está ni un poco cerca de pasar.

— ¿Cuándo es el viaje?

— En dos semanas.

El secretario asintió y después robó un pedazo de carne del plato de JungKook, este se quejó y después le pasó el aguacate a su plato.

— Ah, no, señor. Te comes el aguacate porque es bueno para tu salud, además es rico en vitamina — regañó.

— Ni siquiera sabes si esa información es verdadera, así que mientras no esté comprobado tú te lo comerás.

— Ni borracho. Cómetelo — sentenció.

JungKook se quejó e hizo un pequeño berrinche, pero se llevó el tenedor con un pedazo de aguacate a la boca. TaeHyung sonrió triunfador y siguió vigilando que JungKook se acabara todas sus verduras, y cuando notaba que las apartaba, le daba una mirada severa que lo hacía refunfuñar, pero sorprendentemente, obedecía.

Al final los dos platos quedaron vacíos y libres de verduras sin terminar.

Secretary ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora