I CAN SEE YOU | Taylor Swift.

20 • this side of paradise

So if you're lonely no need to show me, if
you're lonely come be lonely with me.

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HABÍAN PASADO UNOS CUATRO días desde aquella tan nostálgica cena. Madison volvió a comunicarse con Taylor y ahora no pasaban ni un día sin hablar con la otra, más bien hablaban en todo momento sobre cualquier cosa.

Incluyendo sus sentimientos y preocupaciones del momento. Taylor estaba atravesando una etapa en la cual era encasillada como una chica que estaba con cualquier hombre que se le atravesara, a eso agregarle que constantemente era criticada por su físico.

Así que Swift no tuvo mejor idea que comentarle la situación a cierta actriz y bueno, claramente Madison quería estar ahí para ella.

Taylor abrió la puerta de su casa felizmente al recibir a Paige, la cual se había aparecido con una bolsa de un takeaway de sushi junto al vino favorito de la rubia.

—Hola, Tay —saludó con una sonrisa, Swift le respondió de la misma forma y le permitió ingresar a su hogar.

Madison dejó la comida sobre la mesa de la cocina y siguió a Taylor mientras ésta le hacía un pequeño recorrido por su casa.

—Oh, y aquí está Meredith —dijo al cruzarse a su gata, la cargó en sus brazos y la acercó a la otra chica —Aún no habías tenido el placer de conocerla.

Madison sonrió y acarició la cabeza del pequeño animal, la cual comenzó a ronronear haciendo sonreír a la rubia.

—¿Hace cuanto la tienes?

—Tres años ya —respondió —Ha estado conmigo en los viajes y es buena compañía.

Taylor dejó a Meredith encima del sofá y volvieron a la cocina a preparar la comida.

Ambas repartieron las porciones de sushi y sirvieron el vino en dos copas. Al notar que ambas precisarían palillos para sujetar el sushi, al mismo tiempo intentaron tomarlos, provocando que la mano de Madison estuviera por encima de la de Swift.

—Lo siento —se disculpó quitando su mano luego de unos segundos de tensión, Taylor tomó par de palillos para ella y para la castaña antes de volver a la sala principal.

Aunque su cabeza seguía en el reciente suceso. Había sentido el delicado y cálido tacto de Paige, y aunque sabía que había sido sin intención, no pudo evitar pensar en lo mucho que quería tomar sus manos.

Tomaron asiento en el sofá junto a Meredith y se acomodaron de tal forma que pudieran ver la televisión mientras cenaban.

—¿Podemos ver Game Of Thrones? —preguntó Madison.

—¿También ves esa serie? —cuestionó Swift con una sonrisa.

—Claro que sí, aún estoy viendo la cuarta temporada —respondió —¿Y tú?

—Ya la vi —comentó —Pero puedo verla de nuevo, ¿en qué capítulo estás?

—En el séptimo —Taylor buscó la serie y le dió play al capítulo recientemente mencionado.

Segundos después la rubia tomó una de las cobijas del sofá y la utilizó para cubrir su cuerpo y el de la chica a su lado. Seguido a eso comenzaron la cena, ambas veían atentamente aquella serie mientras compartían variedades de sushi y bebían vino blanco.

Como Taylor había dicho, ella ya había visto esa temporada y por lo tanto ese capítulo. Así que ese momento lo utilizó para disimuladamente admirar a la castaña.

Sus facciones habían cambiado sutilmente y para los ojos de Taylor sólo la habían hecho más perfecta de lo que ya era. Su cabello estaba ligeramente aclarado y también le dió un vistazo a su cuerpo, notando como éste estaba más tonificado y definido.

Aunque lo que se llevó su atención fue la expresión de concentración que tenía Madison, se veía tan bien que sólo le quedaba admirarla.

Cuando terminaron la cena y se recostaron en el sofá Taylor lentamente buscó su mano por debajo de la cobija, y en cuanto la encontró, la acarició con delicadeza.

Acto que no pasó desapercibido para Madison, quien aún seguía muy enfocada en dicho capítulo pero muy distraída ahora con el toque inesperado de Swift.

Sus miradas se cruzaron y se mantuvieron por unos segundos antes de que Madison entrelazara sus dedos, haciéndola sonreír.

Taylor se acurrucó con la castaña apoyando su cabeza en el hombro de ésta y tomando su mano firmemente. Una ola de felicidad pasó por su cuerpo y una sonrisa involuntaria se asomó en su rostro.

Pero esa sonrisa sólo creció más y más cuando sintió a Madison dejar un beso en su cabello para luego recostar su cabeza encima de la suya.

Y con eso, Taylor cayó profundamente dormida.

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A la mañana siguiente Taylor despertó tranquilamente en su cama aunque no recordaba cómo había llegado hasta allí. Su cabeza proyectaba recuerdos de la noche anterior; Madison, cena, sala de estar, manos entrelazadas y nuevamente Madison.

Pero lo extraño es que Paige no estaba junto a ella y ni siquiera en la habitación de invitados. Quizá era muy pronto para querer despertar junto a ella pero aún así lo hubiera hecho.

Luego de colocarse su bata rosa y sus pantuflas comenzó a chequear si Madison aún estaba allí. En la habitación de invitados directamente no estaba, todo se encontraba como Taylor lo había dejado. Así que bajó las escaleras en el momento en el que pensó que la castaña se había ido, aunque no esperaba encontrársela durmiendo en el sofá con Meredith encima de su pierna derecha.

No habían discutido y había una habitación de invitados disponible, ¿por qué Madison estaba durmiendo en el sofá?

Aún así la admiró por unos momentos antes de despertarla lentamente.

—Maddy... —susurró, pero no habían respuestas de la otra chica —Maddy, despierta.

Fue después de unos minutos que la castaña por fin abrió los ojos y se encontró con aquellos azules junto a una sonrisa muy peculiar.

—Prepararé el desayuno, Bella durmiente —habló Swift antes de dejar un beso en la frente de la otra chica y comenzar a preparar café.

Madison apareció repentinamente en la cocina luego de haber respondido par de mensajes, tomó asiento en la mesa y observó a la rubia aprontar las cosas.

—Aquí tienes —dijo colocando una taza de café frente a ella —¿Quieres tostadas?

Vió a Paige asentir, por lo que también preparó un par de tostadas para ambas.

—¿Por qué dormiste en el sofá? —preguntó Taylor sentándose junto a ella para desayunar —Tenías la habitación de invitados...

—Es que tú te dormiste primero —respondió y bebió un poco de café —Te cargué hasta tu habitación y luego ya no sabía a dónde tenía que ir a dormir... entonces bajé y dormí con Mer.

Taylor rió suavemente al recordar a la castaña con Meredith.

—Lo sé, las vi aquí —Madison sonrió —¿Qué planes tienes para hoy?

—Tendría que ir a arreglar los vuelos para la grabación de Pretty Little Liars —comentó y comió un poco de su tostada —Luego mis padres vendrán a visitarme e iremos a cenar por ahí, ¿y tú?

—Tengo que ir al estudio, estamos terminando la última canción del álbum —respondió.

—Algún día podrías llevarme.

—Estaría encantada —Madison le sonrió y continuaron con su desayuno.

Habían extrañado las mañanas juntas.

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