Introducción

2 0 0
                                    




En el mundo y su historia, han existido diferentes ocios y actividades recreativas practicadas por diferentes grupos humanos y con los que se han identificado y consolidado. Las clases altas, por ejemplo, poseen y ejecutan toda serie de performances con las que logran consolidar su posición social (por que sí: el estatus no se consigue y preserva únicamente por medios materiales, sino también simbólicos); a veces de manera subconsciente, como lo son los deportes; y es que estos, mientras más sofisticados y complicados sean sus aprendizajes, o más difíciles y caros de conseguir sus equipamientos, son un medio para reproducir el poder, tanto en conjunto como en individual.

Si hablamos de deportes de élite, podemos ubicar rápidamente algunos, como el golf, el tenis, el cricket, la esgrima o el bádminton. Incluso hay deportes de élite dentro de las propias élites, con ciertos círculos muy exclusivos que los practican, como el automovilismo (sobre todo Fórmula 1); pero estos son deportes de cariz muy reciente, de tradiciones pobres y con un peso simbólico recientemente agregado. No obstante, existe una categoría que ha trascendido en el tiempo, más allá de culturas, continentes, imperios y sistemas económicos: los juegos ecuestres. Entre estos se encuentran representantes muy conocidos, como salto, destacado por su delicadeza y elegancia; o las carreras, más frenéticas y estimulantes. Pero si hay un deporte en el arte de las riendas que destace por sobre encima de todos por su dificultad, sus exigencias tanto físicas como económicas y su larga data histórica, es el polo.

El polo es un deporte de contacto medio que consiste en equipos de entre tres y cinco personas. El objetivo es fácil: anotarle la mayor cantidad de goles al contrario y evitar que se lo hagan a uno; para eso, los jugadores van equipados con cascos, botas, fuetes, rodilleras y guantes, así como un largo mazo que llega hasta el suelo y con el que deben golpear una pequeña bola blanca, poco mayor a la de béisbol, y conducirla a pases y tiros sobre sus monturas hasta las porterías. Los partidos duran alrededor de hora y media (a veces más) divididos por varios chukkers. Enlos torneos se manejan dos categorías de equipos: los de alto hándicap y los de bajo hándicap; la diferencia principal es que una categoría juega más que la otra en los partidos. Además, en cada torneo se establece la estructura del juego y la forma específica de cómo se llevarán a cabo la suma de puntos; por ejemplo, la diferencia de goles para el gane, el número de chukkers y que hacer en caso de que sea un empate.

     

Se le llama chukker a cada uno de los tiempos en los que se divide un partido de polo; estos tiempos duran aproximadamente siete minutos y se hacen para cambiar de caballo (y evitar así que se fatiguen de más) y que el jugador reponga momentáneamente la energía. La cantidad de chukkers en un partido varía, pero el número máximo siempre es ocho (todo depende de lo que diga la coordinación del torneo/partido). Dentro del polo (y cualquier deporte) es el sistema que se usa para igualar los chances de ganar una competencia entre jugadores, otorgándoles ventajas mediante compensaciones entre uno y otro.

El polo: un drama social del deporte y las élitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora