2

362 84 9
                                    

Las semanas pasaron y el ritual de las flores continuó. Cada mañana, sin falta, Jennie encontraba un nuevo ramo adornando su pupitre, siempre acompañado de una nota cariñosa de su admirador secreto. La curiosidad de Jennie crecía con cada día que pasaba, y comenzó a compartir sus sospechas y emociones con sus amigas, Jisoo y Rosé.

"¿Quién crees que sea?" preguntó Rosé, su rostro reflejando la misma curiosidad.

"No lo sé," respondió Jennie, girando la nota entre sus dedos. "Pero cada vez siento más la necesidad de saberlo."

Jisoo, siempre la pragmática del grupo, sugirió una idea. "¿Por qué no intentas atraparlo en el acto? Podrías llegar más temprano y esperar."

Jennie asintió, dispuesta a resolver el misterio que tanto la intrigaba.

Mientras tanto, Lisa seguía con su rutina, cada vez más consciente de que su anonimato podría no durar mucho más. Sin embargo, el miedo al rechazo seguía siendo más fuerte que su deseo de confesar.

Una mañana, Jennie decidió llevar a cabo el plan de Jisoo. Se levantó antes del amanecer y llegó a la escuela antes que nadie. Oculta tras una esquina cercana a su pupitre, esperó pacientemente.

El tiempo pasó lentamente hasta que finalmente, escuchó pasos ligeros. Jennie contuvo el aliento y miró cuidadosamente. Allí estaba Lisa, acercándose a su pupitre con el ramo de flores en la mano. Jennie observó, sorprendida, cómo Lisa colocaba con ternura las flores y la nota, y luego se retiraba, con una expresión de anhelo en su rostro.

Jennie esperó a que Lisa saliera del aula antes de dar un paso adelante. Su mente era un torbellino de pensamientos y emociones. Lisa, su amiga y compañera, era la misteriosa admiradora secreta. El conocimiento la golpeó con fuerza, mezclando sorpresa con una suave calidez en su corazón.

Decidida a confrontar la situación, Jennie tomó el ramo y la nota y salió del aula, buscando a Lisa. La encontró en el pasillo, mirando por la ventana con una expresión perdida en sus pensamientos.

"Lisa," llamó Jennie, su voz temblando ligeramente.

Lisa se dio la vuelta, sorprendida, y al ver las flores en manos de Jennie, su rostro palideció. "Jennie, yo... yo puedo explicarlo," comenzó, su voz temblorosa.

Jennie se acercó lentamente, su mirada fija en Lisa. "¿Por qué no me dijiste nada antes?" preguntó suavemente.

Lisa bajó la mirada, incapaz de sostener la intensidad de la mirada de Jennie. "Tenía miedo," confesó. "Miedo de que si lo sabías, las cosas cambiarían entre nosotras."

Jennie sonrió, una sonrisa llena de comprensión y afecto. "Lisa, siempre supe que había algo especial en estas flores. Y ahora que sé que eres tú, eso no cambia nada. De hecho, significa mucho más."

Lisa levantó la mirada, encontrando consuelo en los ojos de Jennie. En ese momento, supo que, sin importar lo que ocurriera, había dado un paso importante hacia la verdad de sus sentimientos.

flowers | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora