Apenas un mero rastro de silencio subsidia entre el terreno rocoso. Lo único que podía romper dicho silencio, era la polvareda levantada intermitentemente por la brisa árida, y la roca ocasional que se desprendía de los montículos de piedra.
De entre los cañones formados, se podía apreciar una figura humanoide inconsciente, con una armadura bastante peculiar de combate casi completamente destrozada, y heridas que si bien no estaban abiertas, eran más bien frescas. Su cuerpo estaba cubierto de polvo, y no fue hasta el cabo de un rato que finalmente hizo ningún tipo de movimiento... Pero eran más bien gimoteos débiles, meros intentos de su cuerpo por recuperar el conocimiento, casi como un instinto de supervivencia. No fue hasta que en un momento, el fuerte llanto de un niño pequeño habría resonado en su cabeza...
-KAKAROT!!!
El hombre que se hayaba inconsciente no era más ni menos que el saiyan rebelde; aquél que por crueldad del destino fue otorgado visiones de lo que sería el futuro de su planeta... Aquel que, en un acto de valentía inútil, murió peleando con todo lo que tenía; más bien, lo poco que quedaba de él. Era un recuerdo turbio, apenas y podía verlo propiamente. Es más, se llevó una mano a su cabeza entre respiraciones pesadas, notándose a sí mismo lo frío que estaba sudando. Eran imágenes efímeras, pero meramente de recordar tal bola de fuego acercándose al planeta de su raza cuál meteorito indestructible... Dolía.
El dolor era meramente indescriptible. No era simplemente físico, ni de cerca. Este saiyan era demasiado perspicaz y bruto como para no percatarse de ello; había sufrido tantas heridas y sus peleas eran tan brutales, que estaba más familiarizado con el dolor que ninguna otra sensación. Era algo mucho peor. Un arraigo en su pecho que constreñia su mismísima esencia.
El saiyan estaba confundido, pero al cabo de un tiempo, finalmente se levantó para mirar a su alrededor.-...¿Donde...? ¿Donde estoy...? No... No es el planeta Vegeta...
Estar confuso no ayudaría en mucho en este instante. Apenas y había luz con la que identificar propiamente donde estar, menos aún donde ir, y el estado de su cuerpo definitivamente no ayudaba en ello. El saiyan suspiró, y algo pesado, comenzó a caminar obstusamente. Tropezando una, dos, tres, diez veces incluso; realmente estaba cansado... Su cuerpo parecía querer morir en el sitio y así finalmente descansar, pero este saiyan no se conformaría con tal muerte, eso sería más que un mero insulto para él y su raza. Incluso si todos los huesos de su cuerpo dolían, finalmente logró salir del terreno rocoso, logrando avistar algo de vegetación.
Los ojos del saiyan se abrieron de golpe al notarlo, y su caminar se apriso notablemente.
Él no era un idiota. Por agotado que estuviese, él aún tenía mínima energia para volar... Pero de alguna otra criatura aparte de él sentir su rastro de energía, podría tornarse mal, muy mal. Aún con todo, el pensamiento fue rápidamente apagado al finalmente encontrar un río de agua. El saiyan esbozó una sonrisa medio macabra, arrodillándose frente al rio, su cuerpo temblando levemente...
-...Je...J-Jeje...¡¡¡JAJAJAJAJAJAJA!!!
No lo pudo evitar. De un rápido movimiento, hundió su cabeza dentro del agua de golpe. El agua estaba fría, pero era un frescor agradable; ayudaba a calmar sus pensamientos, de eso sin duda. Después de unos veinte segundos, el saiyan sacó su cabeza del agua, cayéndose hacia atrás con una respiración agitada, pero ya notándosele más apaciguado
-Maldición... Que sed tenía...
El se habría quedado tumbado, mirando el cielo estrellado, aún mareado de todas las preguntas estallando en su cabeza, todas sin respuesta aparente. ¿Por qué estaba vivo? ¿Por qué estaba herido? ¿Acaso esto era el infierno?
Con un poco de esfuerzo, suspiró, para después sentarse recostado en un árbol. El suave fluir del rio era el único tipo de sonido que le acompañaba, y las gotas cayendo de su ahora mojado pelo. El saiyan guardó silencio, y solo pensó mientras contemplaba el pasto
-...(No recuerdo nada... Solo recuerdo esa maldita luz que Freezer arrojó al planeta Vegeta... Maldición, si tan solo esos imbéciles hubieran escuchado, si todos hubieramos atacado, hubiéramos tenido siquiera una posibilidad)
-(...Acaso lo que pasó... ¿Fue real? Ese Chill, ese Berry... Tsk, que molestia. Ya ni puedo discernir de lo que es real y no, ¡Maldita sea ese Freezer!)
Bardock ya enfurecido de sus pensamientos, golpeó el suelo de suave pasto con fuerza, con tanta fuerza que parecía un terremoto ocurriría. Sin embargo, este se contuvo de seguir desahogándose con la tierra; ¿que clase de psicótico seria? ... ya hizo cosas peores, claro... Pero hay límites que ni el querría cruzar
Con un mero suspiro, este solo se recostó en el tronco del arbol, cerrando sus ojos entre pensamientos... Hoy sería una noche larga
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"Hey. Aquí estoy yo. Si me estás leyendo, muchas gracias por tomarte el tiempo de hacerlo. He de admitir estoy algo nervioso de volver después de tanto tiempo... Medio me da cringe, medio no me da. Pero tengo demasiados buenos recuerdos en esta app como para dejarla de lado por siempre. Aún no tengo del todo figurado lo que haré con esta historia pero, si gustas dejar recomendaciones para el futuro en los comentarios, estaré encantado de leerlas. Por ahora, esta es la introducción. ¡Gracias por leer!
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Guerrero de Leyenda
AdventureEsta historia sigue los pasos del Saiyan Bardock, tras su enfrentamiento contra el emperador del universo. Habría despertado en un páramo vacío, sin apenas recuerdo de lo que había sucedido; su armadura estaba rota, y tenía heridas que ni recordaba...