NuNew soñaba con muchas cosas, ninguna de ellas incluía ser parte del harén de un hombre.
Está elección le fue quitada cuando el Rey Supremo de Naveyra, Zee Pruk Panich lo conoció y deseó para sí mismo.
En contra de su voluntad, su cuerpo y también...
Pasaron varios meses y muchos cambios sucedieron en Naverya. El Príncipe Max hizo del palacio su residencia permanente ayudando al Rey Supremo en los asuntos del reino.
Fueron ejecutados cuatros hombres del Harén, incluido James Wongwisut. Los hombres restantes del Harén recibieron casas en tierras pertenecientes a la familia Panich.
Ninguno de ellos residía dentro del área del palacio, excepto Ohmkrit quién permaneció al lado del Rey Supremo asumiendo la posición de Chambelán Real cuando el anterior ocupante del cargo falleció. Una tarea muy adecuada para el diplomático Ohmkrit.
Zee deseó ir con NuNew innumerables veces, pero entendió que él necesitaba tiempo para curarse. Rezó para que NuNew volviera a él cuando superase la pérdida de su hijo.
Esperó pacientemente. Manteniendo contacto con Yim, quién le enviaba frecuentes informes acerca de los progresos de NuNew.
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—¿Cuándo regresarás con él NuNew?.
—No lo sé, Yim.
—¿No lo extrañas? —preguntó inocentemente Yim.
NuNew lo miró —¡Maldición! ¡Sabes muy bien que sí!
—Entonces, ¿por qué todavía estamos aquí y no con el Rey Supremo?
—N-Necesito tiempo.
—Tonterías, NuNew. Ahora puedes volver con él. Si demoras más tiempo, puede que encuentre a otra persona, alguien que se preocupe por él y no lo abandone.
—¡Sabes por qué me fui! —exclamó NuNew acusadoramente.
—Sí, lo sé. También sé que ahora es seguro para ti regresar. Él también te echa de menos, lo sabes.
—Yo... —NuNew miró a Yim, sus emociones a flor de piel. —¿En verdad, Yim? ¿Puedo estar con él, otra vez?
—Si, NuNew. Está bien ahora.
—Oh, Dios... —NuNew intentó enjuagar las lágrimas que caían como ríos calientes por sus mejillas. —Mírame, llorando como una niña.
—Recuperaremos a tu hombre, ¿de acuerdo? —Yim le guiñó un ojo.
—Muy bien. Yim.
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