Vampire Knight: La herencia

Capítulo 6

~Los dormitorios de la luna~
 
 
Después del traumatizante evento de Kaien X Toga, Cross llamó a Zero a la oficina. "Espero no encontrarme con otra sesión de besos". Suspiró. No es que odie a los gays o esté en contra de su relación. Está feliz por ellos. Pero eso no significa que tenga que verlos hacerlo. Se estremeció al pensar en "mamá" y "papá". Los títulos lo asqueaban más que cualquier otra cosa.

Cuando Zero llegó a la puerta, hizo clic en el pomo que abría el pasillo y vio (por suerte) a Cross SENTADO en su escritorio y a Toga a su lado. "¿Me llamaste?", preguntó mostrando un ligero enojo.

Cross sonrió y asintió. "Zero, Kaname nos dijo que lo sabe y quiere ayudarte. Estoy seguro de que ya tienes problemas, ¿verdad?" El chico gruñó un "sí", ya que no le gustaba hacia dónde iba esto, y su padre adoptivo se dio cuenta de eso.

Tomando aire, sonrió un poco más, Yagari, de repente frunció aún más el ceño. "Quiero que vayas a los dormitorios y tengas una conversación 'adecuada' con él sobre esto, ¿de acuerdo?", enfatizó las palabras 'adecuada', desconcertando al chico. Su rostro se arrugó en confusión, sin captar la insinuación.

Resoplando y decidiendo ignorar el factor extraño, Zero se cruzó de brazos. "Y yo que pensaba que ya había tenido suficiente de él por hoy..." escupió sarcásticamente y Toga sonrió al oírlo. "Bueno, si estás hablando del incidente del beso, puedes ir mucho más allá", bromeó su maestro, decidiendo unirse a Cross al darse cuenta del pequeño temperamento creciente de Zero por reencontrarse con el macho más grande.

Incapaz de comprender lo que acababa de escuchar, el rostro del chico se puso rojo brillante, la corazonada de Cross sobre los dos parecía ser algo acertada. "¡Qué demo--! Lo que sea, me despido. Y vete a la mierda a morir". Kiryu gritó enfurecido por sus suposiciones. Ni siquiera esperó una respuesta antes de salir de la habitación. Cross se inclinó hacia Yagari con una sonrisa burlona. "¿Hmmmm?", tarareó y Toga se rió. "Está bien... tienes razón".
 
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Cuando Zero llegó a los dormitorios, fue recibido por Takuma Ichijo, un vampiro brillante y amigable con quien Zero a menudo se lleva bien, pero no tanto. El hombre era muy educado y educado, por lo que era casi imposible sentirse enojado con él. Zero ni siquiera podía mostrarle la actitud que le daría a los demás solo por el aire ligero que lo rodeaba.

Sonriendo ampliamente, el rubio miró al adolescente. "Hola Zero, pasa", saludó, mostrando a Kiryu adentro y hacia la sala de estar donde vio a Shiki, con Rima en su regazo.

Estaban abrazándose cuando la chica de la coleta lo miró. "Hola Zero. Yuki está arriba". "Con su juguete de niña", agregó Ruka, entrando con una sonrisa sarcástica. Zero la miró por un momento antes de desviar la mirada hacia los dos en el sofá. En realidad no le importaba lo que dijera, solo estaba bromeando cuando lo dijo, una broma juguetona. Tampoco es que a ella le importara mucho, encogiéndose de hombros mientras se alejaba.

Centró toda su atención en la simpática pareja. "Gracias, pero en realidad estoy aquí solo para saludar... y para ver... a Kaname", murmuró al final, mirando hacia abajo ligeramente molesto.

Takuma, todavía en la habitación, puso su puño sobre la palma de su mano como si recordara algo. "¡Oh! ¿Es sobre lo del beso que hizo?", espetó Kiryu. "No, ¿por qué todos tienen que recordármelo? Es sobre el regreso de él y Yuki, solo una conversación básica, ¿de acuerdo?" El cazador se cubrió rápidamente, sintiendo ya la necesidad de huir y regresar a su habitación.

Takuma comenzó a reírse del estrés del pobre chico agitando la mano. "Lo siento, lo siento. Fue demasiado gracioso como para resistirme a decirlo". Se disculpó y Zero suspiró. "Juro que ¿alguien no sabe cómo destruir a mis pacientes?"

—Tal vez sea porque eres demasiado impulsivo —dijo Aidou desde las escaleras, con expresión de alguien que busca pelea; y el chico de cabello plateado obedeció.