Vampire Knight: La herencia

Capítulo 12 : El secreto de Rima

Azules pálidos observan a una morena preocupada, sus pensamientos pululando con múltiples temas en mero aburrimiento. (Shiki y yo hemos sido una "Pareja" durante años...) Su monólogo comenzó, su cuerpo rodando sobre la cama para acostarse boca arriba, sus ojos vagando por el techo de la habitación de Shiki. la habitación de su prometido. (Nos llevamos bien y nos apreciamos mucho... Es una pena que ambos seamos incapaces de sentirnos sexualmente atraídos el uno por el otro...) Saltando, cruzó las piernas debajo de sí misma, mirando fijamente sin expresión al chico moreno encorvado sobre su escritorio.

Deja caer la cabeza sobre la palma de la mano y deja escapar un suspiro. (La relación que tenemos se considera algo así como lo que llamarías una tregua para callar a nuestra familia. La verdad sea dicha, preferimos el mismo sexo que nosotros. Al igual que prácticamente todos los demás malditos vampiros aquí...)
Con la mirada todavía fija en el chico, inclina la cabeza. (Quizás deberíamos salir ahora. Quiero decir, Aidou está con Kain. Yuki con Yori. E incluso Kaname y Zero tienen algo extraño sucediendo.) *suspiro*

Shiki, al oír a Rima suspirar por segunda vez, se da vuelta para mirarla y espera una explicación. Al ver que ella se ganó su mirada curiosa, sus pálidos ojos azules chocan entre sí y abre la boca. "¿Deberíamos dejar de actuar como amantes?". Vocalizó el resultado final de su proceso de pensamiento.

Shiki simplemente se encoge de hombros, mirando su computadora portátil y revisando los numerosos correos electrónicos. "Podríamos... Sin embargo, sorprendería a mucha gente... Tal vez no a Zero ni a Aidou, ya que en realidad son inteligentes a pesar de su temperamento irascible, pero sí a la mayoría, incluidos nuestros padres que pronto se enojarán". La última línea fue una advertencia del resultado desfavorable.

Rima, que parece no importarle, se da vuelta juguetonamente en la cama. "Creo que voy a cazar a Ruka. Me encantaría domar a esa perra", comenta ignorando la advertencia y aún así está a favor de romper el compromiso.

Shiki, al darse cuenta de las palabras de las chicas, saltó. "Rima, detente. Ya da bastante miedo lidiar con tu personalidad sádica. Peor aún cuando pones esas imágenes en mi cabeza". Se quejó suavemente, su nariz se arrugó solo un poco.

Rima se echó a reír y Senri puso los ojos en blanco. "Todos piensan que eres una muñeca dulce e inocente. Qué mentira". Su último suspiro llegó y los dos volvieron al silencio. Un azul pálido, muy parecido al suyo, se clavó en Shiki, la preocupación estaba escrita en todo el rostro de su dueño. La miró de nuevo esperando a que ella hablara.

"Si detenemos esto, ¿qué harás? Eres demasiado crédulo, Shiki. No quiero dejar que te vuelvan a hacer daño". Shiki se quedó quieto y volvió a mirar la brillante pantalla de la computadora. En realidad, no sabía cómo responder a eso. 

Siguiendo suavemente cada tecla, sus ojos estoicos observan continuamente cada letra dentro de los formularios enmarcados. "Mmm. Bueno, supongo que solo tendré a Takuma y a ti para guiarme". Se dio la vuelta para terminar su correo electrónico a su agencia de modelos, terminó de completarlo y de hablar con el otro.

Rima, que seguía observándolo, se sintió preocupada, pero se mantuvo callada. —Entonces, ¿supongo que simplemente saldremos? —preguntó, tratando de ver cuál sería el resultado de su conversación... Pero ya sabía la respuesta. Senri no necesitaba darle un visto bueno verbal para verlo.
 
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Rima y Shiki estaban sentados en la sala de estar cuando Zero entró, el chico plateado pasó bailando vals frente a las puertas gemelas del dormitorio. Takuma los saludó al entrar como de costumbre mientras el chico se inclinaba ligeramente hacia atrás y se movía para sentarse frente a los falsos amantes. Rima miró al hombre de cabello blanco y notó algo diferente mientras sus ojos se dirigían hacia la tinta alterada. "¿Qué pasa con tu cuello?", preguntó con leve interés, incorporándose de su posición anterior. 

Zero levanta la mirada para ver su expresión estoica habitual, sus ojos clavados en su propia amatista. Pero a pesar de la apariencia monocromática de la chica, sabe que en general estaba interesada. Curiosa y preocupada por su situación y estado actual, tal como lo estaba con Senri.  
Bajando la mirada, acaricia suavemente el notable tatuaje, recorriéndolo con confusión general. "Para ser honesto", comenzó, apartando los ojos de la tinta y volviéndolos azules pálidos. "No sé por qué cambió... sucedió hace un rato. Hace unos días o dos", confesó, sin molestarse en ocultar sus propias emociones ante la situación. 
Inclinando la cabeza en señal de comprensión, se recostó contra Shiki, el chico que estaba ocupado leyendo un libro. Takuma, interesándose por la conversación, se acercó para sentarse cerca de Kiryu. "¿Tiene que ver con tus clases nocturnas con Kaname?", preguntó, queriendo saber los hechos en general. Zero se encogió de hombros en respuesta antes de murmurar un tímido "probablemente".

Takuma y Zero hablaron un poco más después de eso, los dos "finanzas" se distrajeron de la conversación cuando Kaname llegó y recogió al ahora tímido cazador. Ambos se fueron a la habitación de los Reyes, dejando a Takuma y a los dos últimos juntos. 

Rima, que no quería quedarse, levantó la vista hacia el verde brillante. "Entonces, ¿dónde está Ruka?", preguntó apresuradamente, mientras Senri resoplaba.

Takuma, con su ojo verde observándolos a ambos, sonríe levemente. "Ella debería estar en su habitación. Creo que no está ocupada si quieres visitarla". Le ofreció el conocimiento, sin tener ningún problema en informarle. Asintiendo y ofreciendo un pequeño agradecimiento, se inclinó sobre el suave cojín para volver a dormir cuando Shiki le dio un codazo. Y ella sabía lo que significaba. Significaba que él quería que se fuera, así que lo hizo. Se levantó para sacudirse el polvo de la ropa y luego se fue. 
 
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Después de que pasara un tiempo sin jugar, Rima regresó a la sala de estar contenta y satisfecha. Ruka, seguro, también. Al volver a entrar a la sala de estar, sus ojos se fijaron en Senri durmiendo contra el hombro de Takuma. (¿No empezaron en sofás diferentes?) preguntó. 

Estaba a punto de preguntar sobre eso cuando se dio cuenta de que había entrado sin ser detectada... El rubio actualmente lucía una sonrisa amorosa, simplemente mirando al chico contra él dormir profundamente sobre su hombro. 

Fue perfecto, el momento, el descubrimiento, Rima no pudo evitar reír. "Lindo", vocaliza burlonamente, mirando lascivamente por encima de la cabeza de la rubia que no lo sabía. Takuma saltó, el pánico lo invadió cuando se dio cuenta de que acababa de demostrarle al chico que ama y su prometida que lo quería. Estaba a punto de disculparse cuando ella levantó la mano.

—No hace falta... nuestro compromiso fue una mentira —confesó ella ante el moreno desmayado y Takuma la miró confundido y muy conflictuado—. ¿Qué quieres decir? —preguntó, demostrando lo tonto que era en lo que se refiere al amor. Después de todo, Shikki ya lo amaba y dejó de pensar que era heterosexual. (Eso los convierte a ambos en tontos). Se quejó suspirando en voz alta.

De pie, frunce el ceño y apoya los brazos en las caderas. —¡No seas tonta! Eso significa que Shiki es todo tuyo. Eso si no le haces daño. Quiero a Ruka —aclaró.
Sonriendo sombríamente, ocultó su sonrisa con las manos—. ¿Por qué crees que me quedé allí tanto tiempo? Debo domar a la bestia mientras aún soy joven, ¿no? 
Takuma se quedó con la mandíbula abierta, su rostro claramente traumatizado. Realmente no lo vio venir... (espera, ¿eso significa que ella superó a Ruk? No importa, olvídate de ese pensamiento rápidamente). Se dijo a sí mismo sacudiendo la cabeza rápidamente y luego suspiró. "Si me quiere, lo último que haré será lastimarlo..." Le dijo al otro, sus ojos parpadeando para mirar al pequeño niño dormido. 

El rostro de Rima se iluminó al oír la afirmación, luchando contra su habitual expresión de aburrimiento. "¡Bien!", cantó dándose la espalda, con ambas manos cruzadas detrás de la espalda. "Estaba muy preocupada por él. Pero si eres tú, estoy segura de que puede ser feliz".

En ese momento Senri murmuró algo en voz alta, indicando que estaba despertando. Los ojos tormentosos parpadearon y se fijaron en los verdes de Takuma. Su rostro se sonrojó ligeramente mientras se levantaba y se alejaba del rubio. "Lo siento..." susurró antes de comenzar a alejarse.

Rima miró a Takuma después de ver al moreno irse. "Sonrojarse es una buena señal", le informó antes de caminar rápidamente hacia el lado del moreno mientras desaparecían escaleras arriba. "Parece que nuestro problema está resuelto". Tarareó, Shiki la miró generalmente confundido, pero decidió no preguntar nada.