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"El inicio"
Nunca ha sido agradable despertar y tener que enfrentar las horribles pesadillas de un hermano pequeño, oír sus gritos era desgarrador para cualquier persona. Miro el reloj y me doy cuenta de que apenas son las 3 am, me dirijo a su habitación y lo abrazo.
-Tranquilo, cariño... -susurro-solo ha sido otra pesadilla más -en mi voz se podía notar que la tristeza me carcomía.
Desde que mi hermano cumplió los 8 años ha empezando a tener pesadillas día tras día, su hora del sueño es una tortura, y ha presentado varios trastornos emocionales debido a eso.
-Vamos, comamos algo... -lo tomo de la mano y nos dirigimos a la cocina.
Mientras comemos un sándwich y reímos para calmar sus nervios, la luz comienza a palpitar, frunciendo el ceño, me dirijo al interruptor y decido apagarla y encenderla nuevamente.
-¿Que sucede, Axi? -un seudónimo que solía utilizar mi hermano para llamarme de forma diminutiva.
-Al parecer el foco debe estar roto -lo miro directamente y de repente se enciende y mi vista sigue conectada.
Cuando la despego comienzo a ver espectros extraños en la sala de estar que está frente a nosotros.
-Pero que... -me caigo al suelo, asustada y comienzo a mirar fijamente un punto.
Observo a Alexander y, al ver su rostro ensangrentado, comienzo a gritar.
-¿Hermana?, ¿Ale? -su voz se hace cada vez más real y me percato de que acababa de imaginarlo todo -¿Te sientes bien? -pregunta preocupado.
Lo miro fijamente y le sonrió desorientada.
-Si...
★★★
El trabajo se me estaba haciendo más pesado de lo habitual, y al no haber aparecido Angeline (mi mejor amiga) en todo el día, aún más. Trabajaba de enfermera en un hospital cercano a casa, así que mi viaje a esta sería menos tedioso.
Me dirijo al comedor y me dispongo a tomar un vaso de agua, mientras lo sirvo, siento hacer eco la última gota de agua, como si de repente hubiesen micrófonos a mi alrededor. Confundida tomo un sorbo y sigo caminando hacia las habitaciones de uno de mis pacientes.
NADIE...
Camino hacia las siguientes habitaciones y...
NADIE ...
Con paso apresurado, continúo buscando en todo el hospital y...
NADIE...
Estaba totalmente sola en el hospital.
Salgo afuera y las calles estaban totalmente vacías, ni siquiera habían autos aparcados. Corro con todas mis fuerzas hacia el colegio de mi hermano y veo una nota en la puerta.
"CERRADO"
-Esto no me puede estar pasando... -susurro.
Corro hacia el parque más cercano y veo una silueta a lo lejos.
-¿Alex? -mi preocupación se borra al instante al verlo sentado en un columpio -¡Alex! -grito con una sonrisa, al saber que estaba a salvo.
Él corre hacia mi y me abraza por la cintura.
-Axi, ¿estas bien?. -su voz suena débil y sé que en cualquier momento va a llorar.
-Si... -susurro y lo tomo de la barbilla-tranquilo, ya estoy aquí, ¿si? -le doy una extensa sonrisa.
Una música de horror comienza a sonar, al unisono, en los altavoces de todos los locales de la ciudad.
(La música que está en el vídeo)
Miro a mi alrededor y una voz me hace dar un respingo.
-Bienvenidos, jugadores -una voz robótica se hace presente en los altavoces.
-¿Qué estás sucediendo? -pregunta mi hermano y camina lentamente hacia la carretera mientras yo lo observo atentamente.
Su aspecto no era para nada agradable, más bien era diabólico. Se podía ver una sonrisa no agraciada, ojos grandes y muy negros y no tenía más cabello que unos cuantos mechones, notoriamente quemados.
Siento un disparo y nuevamente habla la voz de la mujer robótica.
-Que comiencen los juegos... Pero antes les explicamos las reglas -vuelve la música nuevamente.
