Te Necesito Cerca [FANG X EDGAR]

II

Edgar.

Parecía ser un chico simpático. Ya había oído historias viejas de él, siempre oigo que es una persona muy amable y divertida. Más porque es amigo de Bibi, una de mis mejores amigas.

Aunque la acción del café me pareció "llamativa", realmente no me interesaba en lo más mínimo ese chico. Tampoco tenía razones para pensar en algo similar.

...

A los 10 o 15 minutos llegó Colette, quien observó el local para sentarse por último al frente de mí, junto con Brock, su novio creo.

— ¡Edgar, amigo, aquí estás! — dijo Brock emocionado, chocando puños conmigo. Yo sonreí y correspondí a su saludo. —Hola, Brock, ¿qué tal has estado?— pregunté, aunque anotaba unas cosas en mi libreta.
— Muy bien, espero tú igual... ¿Estás ocupado? — preguntó él, curioso observando lo que yo hacía. —Dentro de lo que cabe sí... Y si te refieres a lo de la libreta, estaba intentando dibujar la taza de café.
— Por cierto, lindo diseño de la taza. ¿Lo pediste así? — interrumpió Colette.
Yo en silencio, miré la taza y respondí sin problemas.

— El dueño del lugar me lo dio así. Cree que así prestaré atención... Tú que conoces a todo el mundo, ¿crees que quiera algo? — miré a Colette, la que chilló de felicidad y miró el café emocionada.
— ¡VAMOS! QUÉ LINDO ES- — tapé su boca antes de que la gente nos mirase extraño. Ella bajó el tono y continuó su charla. —Sabía que lo intentaría, le he hablado de ti y le has parecido interesante... Además, es gay.

Ahí estaba la respuesta, era lo único que necesitaba. Pero yo no soy gay, así que me importa menos.

Seguí tratando de dibujar la taza y dejé a ambos en silencio.

— Silencio sarcástico, ¿no es cierto? — asentí riéndome de eso que dijo.

Entendí lo que quería decirme, no sé de amor, pero ella sí. Colette lee historias así y sabe perfectamente que debería hacer algo.

— No soy gay, no me interesa. —dije con seriedad. Ella, sorprendida y un poco decepcionada, suspiró. —Edgar... Tienes en tu cuarto posters de hombres sin camiseta y en chones.
Yo estaba rojo como tomate, pensando que cómo sabía eso.

Traté de callarla con un golpe, pero no alcanzaba al otro lado de la mesa.
Ella y Brock rieron a carcajadas y gritaron que me veía chistoso cuando entraba en pánico.

...

Brock y Colette hablaban y hablaban respecto a sus temas, hasta que llegó el momento de que ellos se tenían que ir. Les dije que iría un poco más tarde, porque tenía que pasar por otra tienda más tarde. Además, no había terminado de comer aún.

Cuando salieron del café, pareció casi automático que otra persona se sentó frente a mi. Mirándome fijamente.

— Hola, chico. —dijo, levanté la mirada rápidamente y entré en pánico... Traté no mostrarlo.
— Eh... ¿Hola? ¿Qué quieres ahora? —pregunté con nervios.

Fang, quien ahora estaba sentado frente a mi con una sonrisa, trató de sacar algún tema de conversación.
Spoiler, no le salió muy indirecto como él quería.

.

— Entonces, ¿tu nombre es Edgar, no? —me miró con detenimiento, yo sólo respiré hondo y para no ser grosero respondí. —Sí, soy yo. ¿Por?
— No, sólo digo que es... Es un nombre lindo. —dijo él para contrarrestar lo que yo dije. —Supongo que sí... ¿Qué quieres de mi?— levanté una ceja.

Él río y movió su mano en señal de "naaah"... No dije nada por el momento, hasta que volvió a hablar.

— ¿Qué te pareció el café, Ed? — preguntó curioso, parecía emocionado. —Estuvo muy bueno.— dio un golpe en su pecho como orgullo, sonriendo y agradeciéndome por el cumplido.
Sonreí por la cara de niño pequeño emocionado que tenía en su rostro, él quedó un poco bobo por mi risa.

Miré su rostro sonriente con esos ojos chinos, pero a pesar de que él reía, odié el momento. Mis gustos suelen ser los de ojos rasgados, él capta casi todo lo de mi estándar... No podía admitirlo. Así que odié todo fue porque Dios, entré en pánico al ver su risa con sus ojos cerrados casi como cuando los tiene "abiertos".

Una sonrisa muy linda, pero no me pareció, mi actitud se volvió sumisa y nerviosa.

Mientras él hablaba de algunas cosas que la verdad no pude identificar por el pánico en el que estaba. Busqué alguna solución y la encontré, perfecto, salí corriendo y me fui del local.

Fang.

Hablaba con ese chico hasta que de repente, salió corriendo. Me sentí algo desconcertado por aquello, sentí que dije algo malo, aunque también sentí que no me escuchó mucho.

Dí una carcajada baja y miré hacia abajo, notando una pequeña nota pegada a la mesa.

...

"Quedó espectacular el café, gracias de verdad. Un millón de gracias... Nos vemos mañana. Por cierto...

Me gustan tus ojos."