Te Necesito Cerca [FANG X EDGAR]

IV

— Buenos días, Ed. ¿Irás a trabajar hoy? Te despertaste temprano.— dijo preguntando hacia mi persona. Yo, luego de salir del baño de asearme, contesté.
— No, ¿quién trabajaría un domingo estando bien?, iré a otro lado.— dije mientras iba a mi cuarto a reunir mi ropa y zapatos.

Ella levantó una ceja al verme de nuevo y dio unas cuantas risas.

— ¿Disculpa? ¿Tú saliendo un domingo por la tarde?... No te creo, Ed.— le di una mirada seria, pero no saqué nada.

...

Salí de la casa al café de nuevo. Tal vez podría reunirme allá con él, ya eran las 11:30 y quería llegar un poco antes. Para no ser malo.
No quería hacerlo realmente, creo... Esto es caer muy bajo para mí.

Llegué al café y allí estaba él, reclinado en una de las paredes de su local.

— Hey, imbécil, ya estoy aquí. ¿Y el saludo?— él me prestó atención y se sorprendió de realmente verme allí, él por alguna razón tenía la idea de que yo fallaría. Pero no soy de dejar mal a la gente que "me cae bien".

No respondió en el momento porque estaba procesando mi ropa, dicho por él mismo. Miré fijamente su vestimenta igual, estaba muy bien vestido. No era TOTALMENTE elegante pero era perfecto para la ocasión. Demostrando que no era tan elegante, pero no se veía mal. Tenía un toque fino, buen gusto para vestir.

— Edgar, te ves... Fabuloso.— dice en un suspiro de alegría al verme. Eso me puso nervioso, no soy de recibir cumplidos. Así que sonreí con nervios.
— Agh, ya cállate y vámonos. ¿Qué esperas? ¿Un beso?— pregunté con sarcasmo. Él me miró de golpe con una mirada de esperanza.— ¿Y si quiero?
— En tus sueños, idiota, ya muévete.— dije, dando un leve golpe en su hombro y caminando. Él trotó hasta mi lado y sonrió.
— Bueno, chico lindo, ¿conoces el festival?— levantó una ceja.— Pero claro que sí, vivo aquí desde que era pequeño.
— Bueno, pero, este año dijeron que lo cambiarían un poco... No sólo iban a ser flores este año.— miré el suelo pensando en qué más podrían añadir con relación a las flores. Quizá una atracción para comprar o ganar flores, como cliché.

Reí un poco, pero no respondí lo que dijo. Era absurdo hacerlo.

...

Caminamos hasta el festival charlando de algunas cosas, entre esas. Salió un tema que no quería sacar.

— Así que.... ¿Te gustan mis ojos, Ed?— me miró, pero yo no a él. La pregunta me hizo nervioso en segundos.
— No.

Caminé más rápido y él calmó mi caminata agarrando mi hombro.

— Eso no decía la nota. Te delatas tú solo, mejillas carmesí.— carcajeó a mi lado, yo sólo crucé los brazos y de nuevo abrió la boca.— ¿Sí te gustan o no?
Trató de ponerse frente a mi, pero ya estábamos llegando así que para que evitase ver más mi sonrojo, lo aparté suavemente.

— E-eh, ¡mira, ya llegamos! Qué suerte, no puedo esperar a ver el festival de este año...— tragué saliva en seco y corrí hasta la entrada del festival, él obvio me siguió e ignoró el tema.

El Festival estaba lleno a pesar que no tenía mucho. Sólo algunos puestos pequeños de comida, atracciones mecánicas y puestos de flores claramente. Lo nuevo este año era que tenían atracciones mecánicas y habían instalado un túnel del amor. Que obvio, la cuidaba nuestra amiga Willow y la otra perra de Angelo. No lo digo en mal plan, él mismo me dijo antes que si me refería a él, dijera perra.

Así que, al reconocerlos, quise ir a saludar mientras Fang iba a comprar algo.

— ¡Willow!— recién grité ella giró la cabeza y corrió a abrazarme, luego de que calmó su emoción, habló.
— ¡Ed, qué raro verte aquí! ¿Te obligaron a venir? No es tu estilo estar por aquí.— dijo entre risas cortas, yo volteé los ojos y reí junto a ella.
— Algo así, se podría decir que sí... Vine con alguien en pocas palabras.— mencioné al terminar. Ella puso ojos como platos y miró alrededor a ver quién era. Estaba muy emocionada.

— ¡Ay, ay, por fin mencionas a alguien! ¿Es guapo? ¿Hace cuanto se conocen?— dijo en voz alta dando unos pequeños saltos que me resultaron chistosos, negué con una seña de manos y ella pareció estar desanimada de golpe.
— No, Willow, es sólo un amigo. ¿Sabes el dueño del café a donde voy todas las mañanas?— ella asintió rápidamente. —Él te quedaría bien, tienes buenos gustos.— dijo ella.

— ¿Qué? ¡No, Will!— tapé mi cara avergonzado. —Él no me gusta, sólamente es un amigo... Aunque creo que sí le gusto a él, quién sabe.
— Fang es lo máximo, sabe cocinar, respeta a la gente, es amable, sabe pelear, es rápido, tiene buen cuerpo, buena salud, su familia es adinerada. ¿Qué más quieres?— miré a Willow con una ceja levantada, algo que ella pareció no gustarle.
— ¿Cómo sabes tanto de su vida?— pregunté. —Es viejo amigo, no lo entenderías... Igual, fue bueno verte. Piénsalo, tal vez sea buen novio.
— No lo haré. Adiós, Will, saluda a Angelo por mí.— me despedí con la mano y caminé hacia el puesto donde estaba Fang, ya que por un momento grande lo perdí de vista.

Al llegar, sonreí nervioso y mientras él intentaba jugar uno de los juegos del festival, me detuve a ver si lo que decía Willow acerca de él era cierto.
Tipo, esos rasgos no se los gana cualquiera sólo con una primera vista de su persona, tenía que verlas en persona.

...

Después de un largo día de jugar, bailar, comer, correr y más, decidimos sentarnos en una de las bandas de una colina cerca del festival. Ya casi era de noche y las luces comenzaban a encenderse.

— ¿Te ha gustado el día de hoy?— escuché entre el silencio. Lo miré de reojo y sonreí plácidamente.
— Podría decir que sí.

Él miró la feria con una sonrisa de oreja a oreja, recostándose de una roca para ver el paisaje mejor.

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— Llevo conociéndote de lejos desde que abrí ese café...— quedé en silencio ante sus palabras, hasta que me giró la vista y me observó detenidamente de arriba a abajo.

— Y creo que abrirlo fue lo mejor que pude haber hecho.

❤