Espadas Y Coronas [Lloyd X Tu]

3

Te estabas cepillando los dientes, ya era algo noche, había pasado unas horas desde que Lloyd se fue.

Solo recordabas como el beso termino por el sonido del comunicador del joven ninja, dándose cuenta la situación de ambos.

Él solo repetía una y otra vez cuanto lo sentía, con más mejillas bastante sonrojadas por la vergüenza mientras tu aun tratabas de tragar todo lo que paso, parecías una estatua.

Te sonrojaste por el recuerdo, echándote agua fría para que esos pensamientos se vayan.

"Solo amigos, solo amigos, solo amigos"

Era lo que había en tu mente como un cd descompuesto, tu corazón latía con fuerza.

"¿Los amigos se besan?"

Tomaste algo de aire y exhalaste, su matrimonio era de conveniencia, así que tarde o temprano debían besarse.

"Solo es un beso"

Pero habías notado en los últimos días un mejor comportamiento, en algunas entrevistas parecían una verdadera pareja cariñosa.

"Habían estudiado un guion"

Él decía cosas lindas sobre ti frente a la gente.

"Solo era un guion"

Se besaban frente a las cámaras

"Todo era actuado"

Pensaste de nuevo, quisiste tomar aire fresco, así que caminaste por los pasillos del palacio, cuando escuchaste voces familiares que provenían de una habitación cercana.

Te detuviste frente a la puerta cerrada, y escuchaste atentamente lo que estaban diciendo dentro.

Podías oír la voz de tu madre hablando con tu padre, pero no podías entender lo que decían.

La curiosidad pudo más que ti misma, y te acercaste un poco más a la puerta cerrada, tratando de escuchar con más atención...

–¿En serio hiciste todo esto por esa malcriada?– Dijo tu madre, con suavidad pero con clara desagrado en su voz.

–Sí, lo hice. Era necesario hacer algún tipo de acuerdo para mantener la paz, era la mejor opción– dijo con voz firme.

La mujer solo rio con un notorio sarcasmo.

–Pensé que era para la descendencia, que la familia real tuviera un heredero con poder elemental, no cumplir el berrinche de esa niña–

Tu padre pauso un momento, escuchaste unos pasos en la habitación, como si girara en círculos.

–Si, al principio fue por eso, por algo cambie de opinión cuando Harumi mostro interés en él, sabía que talvez habría probabilidad de obtener poder elemental y una decendencia más fuerte, pero luego del diagnóstico, no puedo rogarle a nuestra hija que lo use, y mucho menos yo usarla–

La mujer rio de nuevo –¿Nuestra?–

–Por favor cariño, ¿acaso quieres obligar a que ella ame a alguien que no ama?–

–Ella tal vez, pero ese muchacho, está siendo obligado a tomar tu título, a amar a esa mocosa y tener una herencia, en este momento, ambos, los usan, ambos son unos monstruos–

Apretaste tus labios, parece que tu madre tenía razón, tal vez aquel joven no te amaba y se obligaba a si mismo a amarte.

No quisiste oír más, regresaste a tu habitación con cuidado, sintiendo algunas lágrimas juntarse, sentías culpa, sentías asco de ti misma.