La realidad soñada de Maru ☆

Capítulo III: La Realidad Revelada

La luz del amanecer se filtra suavemente a través de las cortinas de mi habitación, llenándola de un resplandor dorado. Me estiro, aún sintiendo el calor del sueño que acabo de dejar atrás. Las palabras de Lyra resuenan en mi mente: "Los sueños son una guía, no un reemplazo."

Con una nueva determinación, me preparo para el día. Al salir del apartamento, me despido de mis padres y acaricio a mis mascotas, quienes parecen percibir mi renovada energía. La ciudad, con su habitual bullicio y prisa, se siente diferente hoy. Hay algo en el aire, una chispa de posibilidad que no había notado antes.

En la escuela, las clases siguen su curso normal, pero yo estoy más presente que nunca. Escucho con atención, participo en las discusiones y, por primera vez en mucho tiempo, siento una conexión genuina con mis compañeros. Durante el recreo, Serena, la chica con la que hablé el otro día, se me acerca.

—Maru, tus historias sobre esos mundos de tus sueños son increíbles. ¿Alguna vez has pensado en escribirlas? —pregunta con una sonrisa curiosa.

La idea prende una chispa en mi interior.

—No, pero suena genial. Podría intentarlo.

Al final del día, me encuentro con un cuaderno en blanco frente a mí, dispuesta a dar vida a las aventuras que he vivido en mis sueños. Mis dedos se mueven rápidamente, llenando las páginas con descripciones de montañas flotantes, ríos de estrellas y criaturas fantásticas. Cada palabra me hace sentir más conectada con el mundo onírico y, al mismo tiempo, más presente en mi propia realidad.

Esa noche, mientras me acuesto, siento una mezcla de emoción y paz. He comenzado a entrelazar mis sueños con mi vida diaria, encontrando un equilibrio que nunca había imaginado posible. Cierro los ojos, esperando encontrarme de nuevo con Lyra y contarle sobre mis progresos.

El mundo de los sueños me recibe con su abrazo familiar. Esta vez, estoy en un bosque de árboles cristalinos, sus ramas emiten una suave melodía con el viento. Siento una presencia cercana y, al girar, encuentro a Lyra observándome con una sonrisa aprobadora.

—Has empezado a entender, Maru —dice ella, su voz armonizando con la música del bosque—. Los sueños son herramientas poderosas. Úsalas sabiamente y descubrirás que la magia está en todas partes, incluso en los lugares más inesperados.

Caminamos juntas a través del bosque, compartiendo historias y risas. Lyra me muestra nuevas maravillas: lagos de espejos que reflejan futuros posibles, flores que susurran secretos del universo y caminos que llevan a destinos desconocidos. Con cada paso, mi comprensión se profundiza y mi conexión con ambos mundos se fortalece.

Despierto al día siguiente con una sensación de claridad y propósito. Mis sueños y mi realidad ya no están separados; se entrelazan, cada uno enriqueciendo al otro. Con cada nuevo día, busco la magia en lo ordinario y descubro que, al final, la realidad soñada de Maru no está tan lejos de mi alcance como pensaba.