Relatos | Honkai Star Rail x Reader

Aventurine

⸺ No quiero estar solo–.

Te encontrabas en la puerta de tu casa, cara a cara con tu ex novio. El reloj acababa de dar las dos de la mañana, y parecía que siempre sabía cuándo pasarse por allí. Como si siempre supiera cuándo estabas pensando en él. Particularmente, en este momento, no querías lidiar con él y su actitud, pero algo dentro de tu corazón te decía que esperaras.

⸺ ¿Qué quieres?–. Hablaste, tu voz suave exigiendo más que haciendo una pregunta. Las cosas entre tú y Aventurine no habían terminado muy bien, y tu familia te había dicho que te alejaras de él. Todo era más fácil, superarlo y todo eso, pero sabías que tu cuerpo seguía deseándolo. Su cuerpo, sus labios, su...

⸺ Una noche–. Aventurine susurró, interrumpiendo tus pensamientos. ⸺ Quiero una noche contigo para compensar ese... desafortunado final–.

Teniendo en cuenta las personalidades de ambos, de repente recordaste por qué su relación había terminado. Pero no podías ir más allá de lo que tu cuerpo y tu corazón querían. No podías negar que aún pensabas en él, que aún lo deseabas.

⸺ Sabes que no deberías estar aquí–. No podías soportar pensar que había estado completamente bien sin ti; pero sus acciones ahora mismo demostraban lo contrario. Aquí estaba, rogando en tu puerta para pasar una noche juntos, y sabías que ya habías tomado una decisión: lo querías. Pero de ninguna manera se lo harías saber de buenas a primeras, no. Tenía que ganárselo.

⸺ Vamos, ______–. Balbuceó. Sabías que probablemente había bebido algo antes de venir aquí, lo que te daba un poco de asco. ¿Qué eras, un ligue borracho? Pero las acciones de borracho eran pensamientos sobrios. ⸺ Sólo déjame probarme–.

Lo pensaste, fingiendo no saber tu respuesta. Esta era tu oportunidad de arreglar todo entre ustedes dos, y se sentía tan bien ser rebelde por una vez. Sabías que no podía hacer daño, era sólo una vez. Obtendrías el cierre que necesitabas y seguirías adelante, tan simple como eso. No se trataba de amor, no se trataba de a quién le gustaba quién. Ocultarías esa parte de ti.

⸺ No lo sé, Aventurine–. Tu voz se deslizó, obviamente le estabas tomando el pelo. Obtuviste la reacción que querías cuando gruñó de placer, dando un paso hacia ti. ⸺ Si te dejo entrar, tienes que comportarte–. Lo agarraste por el cuello de la camisa, acercándolo a ti y cerrando la puerta principal, presionándolo inmediatamente contra la puerta cerrada mientras la cerrabas.

Aventurine, que no estaba acostumbrado a que te comportaras así, estaba muy metido. Sabía que le deseabas y tú sabías que él te deseaba. Sólo era lujuria, te dijiste, lo que calmó tus nervios. Sólo lujuria.

⸺ Me portaré bien–. Susurró, tomándote por tu delgada cintura y acercando aún más tu cuerpo al suyo, cerrando el espacio que quedaba entre los dos. Su cara estaba cerca de la tuya, tan cerca que podías sentir su respiración, y eso te produjo un escalofrío. Le rodeaste el cuello con los brazos y dejaste que sus manos recorrieran tus lujosas curvas. Se inclinó y posó los labios en tu cuello, empezando a besar tu suave piel.

⸺ Sólo te deseo a ti–.

Un suspiro recorrió tus labios mientras dejabas caer la cabeza hacia atrás, asegurándote de mantenerlo clavado en la puerta.

⸺ Tienes que ganarme–. Susurraste, tus manos viajando hacia abajo, sintiendo su marcada espalda y sintiendo lo mucho que te deseaba. Y oh, tal vez esto era algo más que lujuria. Pero no lo admitirías ahora.

Aventurine volvió a gruñir y te agarró por las caderas. ⸺ Entonces será mejor que estés preparada–. Empezó a apretarte un poco, y los dos soltaron un grito ahogado. La estimulación entre los dos era evidente. Le dejaste continuar con sus acciones y tocarte, tus manos recorriendo su zona íntima mientras él seguía besándote el cuello. Lujuria, lujuria, lujuria; no. Esto era amor. Puro amor. Con todo el tiempo del mundo que te quedaba, susurraste:

⸺ Estoy lista–.