13•UNO

197 20 3
                                    

-Ve por tus cosas.- Mencionó el piloto una vez que nos encontrabamos fuera del hotel donde me estaba hospedando.

-¿Qué? No haré eso.- Respondí mientras me quitaba el cinturon de seguridad.

-No dejaré que te quedes en un hotel cuando en mi casa hay muchas habitaciones libres. Por favor.- Suspiro.

-Bueno, pero solo porque dormiremos en habitaciones diferentes.- Acepté abriendo la puerta de la camioneta.

-Sí, seguramente.- Alcé un ceja y él solo rió.

Me bajé de la Mercedes una vez que saque la tarjeta de la habitación de mi bolsa e ingresé al hotel dandole las buenas tardes a las recepcionistas. Subí al elevador y una vez en mi cuarto guarde las pocas cosas que traía en mi maleta, no planeaba quedarme más de un día aquí por eso no tuve problemas en cargarla, no estaba pesada.

-Déjame llevar eso.- Me encontré con Patricio en el lobby, deje que tomara mi maleta sin protestar y seguí su camino, no sin antes hacer Check-Out.

-¿Cuándo te irás?- Preguntó cuando puso la camioneta en marcha.

-¿Ya quieres que me vaya?- Negó.

-No Dalmi, ya te fuiste por mucho tiempo.- Giró a verme.

-Patricio.- ¿será correcto preguntar?- Se sincero ¿Qué es lo que esperas comingo? ¿Una relación?- Nos detuvimos en un alto. Buscó mi mano para tomarla y acariciar mi torso.

-Si Ydalmi, quiero salir contigo.- Sonrió- Pero no va a pasar nada que tu no quieras. ¿Tu quieres una relación conmigo?

-Me gustaría.- Suspiré- Pero no hay que adelantarnos, tomemoslo con calma, no apresuremos las cosas, si se nos da perfecto.

-Estoy deacuerdo contigo. Conozcamonos más y veamos a donde nos lleva ésto.- Llevó mi mano a su boca para besarla- Si te molesta algo solo dímelo, no lo guardes para ti ¿Sí?- Asentí. El semáforo se puso en verde y Patricio aceleró.

-Solo.- Llame su atención de nuevo- Quisiera que esto no fuera algo público, al menos no por ahora. No me gustaría que te relacionaran conmigo.- Alzó una ceja- No me malinterpretes, tu mismo viste el escándalo en el que me metí éste último mes, no quiero embarrarte a ti también Pato, no eres alguien de polémicas.

-Esta bien Dalmi, las cosas seran como tu quieras, yo estoy bien con ello, pero me gustaría que fueras a una que otra carrera a apoyarme.- Elevó sus hombros.

-También quiero eso ¿Hay solución para ello?- Asintió.

[...]

-Te dije que no era buena idea cocinar, la hubieramos pedido a domicilio.- Dejé el pedazo de pizza sobre mi plato para hablar.

-Bueno, pero ya tenemos una anécdota más para contar ¿no?- Sonrió de lado. Asentí.

-Sí pero también tendremos un dolor de panza gracias a la harina cruda Patricio.- Coloqué mi manos sobre mi cintura.

-¿Quieres que pidamos una?- Se acercó acariciando mi mejilla.

-Me parece perfecto.- Tomo su teléfono una vez que dejo un besó sobre mi rostro, imité su acción y desbloqueé mi celular buscando el chat con Lucía.

No había tenido oportunidad de mandarle mensaje ni a ella ni a Jair, realmente estaba aprovechando el tiempo con Patricio hablando de nosotros y sobre otras cosas personales y laborales.

'Todo a salido bien, aceptó verme, cuando regrese te platico todo a detalle, gracias;)' Dejé un mensaje después de ver que había mandado mas de quince mensajes reclamando.

El mismo caso con Jair, llamadas perdidas tenía de él, le escribí que su plan resultó salir bien y había aceptado hablar conmigo éste de inmediato me contestó con un 'Te lo dije! Nunca me subestimes' lo dejé en visto y bloqueé el celular para buscar a Patricio.

-Llegará en cuarenta minutos aproximadamente.- Habló a mi espalda, di media vuelta y lo encontré viendome fijamente que con una ligera sonrisa- ¿Quieres hacer algo mientras esperamos?

Asentí.- ¿Tienes UNO?- Imitó mi acción.

-Por supuesto, soy buenisimo, no te recomendaría jugar contra mí.- Guiñó su ojo.

-Dime de que presumes y te diré de que careces.- Remate y solo me vió con sus ojos entrecerrados. Desapareció de mi campo de visión.

Segundos después regresó al comedor con las cartas entre sus manos, tomamos asiento uno frente a otro y después de barajarlas las antes mencionadas las repartió.

-¿Quieres apostar?- Habló cuando revisó sus cartas. Reí.

-Si eso quieres esta bien.- Elevé mis hombros.

-Si gano, duermes conmigo.- Giré los ojos, toda la tarde ha estado insistiendo con eso y por más que quisiera hacerlo no es lo correcto.

-Y si yo gano me dejarás manejar tu Mclaren.- Le ofrecí mi mano esperando a que aceptara, lo pensó un poco pero al final terminó aceptando.

Cuando llegue a su casa y vi su auto mis ganas de subirme en el fueron infinitas, se lo dije y lo hice cuando fuimos al supermercado a comprar las cosas para hacer nuestra fallida pizza pero eso no me bastaba, quería manejarlo y Patricio se negaba diciendome que no, que era un auto muy rápido para mi en ésta ciudad que no conocía.

[...]

-¡Sí maldita sea! ¡Dame las llaves ahora!- Grité euforica levantandome de mi asiento. Patricio solo me veía desde su lugar con un puño de cartas en su mano.

-Eso no fue justo Dalmi. Juguemos de nuevo.- Tomó todas las cartas tratando de barajarlas de nuevo.

-Claro que lo fue. Hay que saber en que momento usar las cartas Patricio.- Me apoyé en la mesa con una mano inclinandome hacía él- Y yo se cuando hacerlo.- Su mirada viajaba de mi boca a mis ojos, se relamió sus labios y me alejé de él- Así que cumple tu apuesta.

Metió una de sus manos al bolsillo de su pantalon y me tendió la llave del Mclaren, la tomé felíz dirijiendome a la puerta principal pero el timbre nos interrumpió, la pizza, lo había olvidado.

-Primero cena, después manejas.- Habló mientras pasaba a mi lado dirigiéndose a abrir.

Me quedé parada sobre mi lugar esperando a que regresara con la pizza, una vez que regresó volvimos a tomar asiento en el comedor donde minutos atrás le había ganado la partida.

Cenas tranquilos, entre platicas y risas, por su parte nervioso porque manejaría su coche, yo estaba tranquila y ansiosa por hacerlo. Una vez que terminamos de cenar, recogimos y lavamos lo que habíamos utilizado y noa dirigimos a paso lento a su Mclaren verde agua.

-Por favor ten cuidado con el ¿sí?- Me transimitió ternura el gesto que hizo con su rostro.

-O'ward, no estoy tan loca para manejar.- Acaricie su hombro y caminé directo a la puerta de copiloto para subirme.

-¿Tan?- Sonó preocupado.

-¡Ya súbete!



YSL // Pato O'wardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora