CAPÍTULO 5

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"Existe una palabra para definir el momento en que fantasía y realidad se mezclan: Locura" Laila Soler





















La oscuridad se traduce como la ausencia de luz, un término muy simple pero sencillo de entender. De seguro se deben estar preguntando, ¿Y qué con eso?

Pues les digo esto porque la habitación en donde nos situamos está totalmente oscura, apenas y se podía notar el tan jodido entorno que se presentaba en aquel lugar. Este era el caso de un chico con una flor en la cabeza que se encontraba abriendo los ojos después de haberse quedado "dormido" de la nada.

Uh mi cabeza... Donde... ¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó? Pensaba Tadano mientras analizaba su entorno — Espera... ¿Por qué estoy atado en una silla? ¿Y por qué tengo una maldita cinta en la boca?... AH, YA ME ACORDÉ — Pensó con mucho miedo.

Flashback:

El fin de semana había quedado atrás, y en ese corto periodo de descanso Tadano no hizo nada interesante. Lo más emocionante que hizo fue hablar con Najimi por teléfono sobre alguna que otra tontería. ¿Y por qué no hizo lo mismo con Inaka y Shouko se preguntarán? Simple, porque al pendejo se le olvidó pedirles sus números de teléfono.

Pero bueno, el caso es que ya es lunes por la mañana, lo que significa que es hora de empezar un nuevo periodo escolar. Por eso Tadano se está dirigiendo a Itan en estos momentos, todo mientras está pensativo por todo lo que pasó la semana pasada. Inaka no le estaba acompañando porque a pesar de que estuvo esperándola un rato en el lugar de siempre no aparecía, por lo que dedujo que ella se le había adelantado.

Desgraciadamente por andar demasiado sumergido en sus pensamientos no se dio cuenta de que dos personas le estaba siguiendo muy de cerca, y para cuando se dio cuenta ya era tarde, una de esas personas le puso un pañuelo con cloroformo en la nariz, cosa que hizo que Tadano se desmayara al inhalar dicha sustancia.

Fin del flashback:

Maldita sea, sabía que algo malo me iba a pasar pero quería creer que no llegaría a este nivel — Pensó Tadano con frustración.

Después de eso comenzó a analizar mejor su entorno, cosa que provocó que aumentara mucho más su pánico. A pesar de que la habitación estaba muy oscura Tadano pudo notar que las paredes estaban cubiertas de fotos de Komi, y lo peor de todo es que en todas estaba pegada la cara de su secuestrador, o mejor dicho, secuestradora. Y para aumentar más la tensión a lado suyo estaba otra persona que también fue secuestrada, con la diferencia de que esta no tenía nada en la boca que le impidiese hablar, aunque de seguro por lo traumática que era la situación le era difícil decir algo.

De repente la puerta de la habitación se abre, revelando consigo la persona que estaba detrás de todo esto, Ren Yamai... ¿Acaso alguien a estas alturas lo podía dudar? Era demasiado obvio, ¿No?

De más está de decir que Tadano y la otra persona estaban más que aterradas por la situación, su sola presencia ya daba a entender que nada bueno les esperaba a ambos. Yamai empezó a acercarse lentamente hacia una de sus víctimas mientras su cara reflejaba una pequeña pero notoria sonrisa tétrica, estaba claro que alguien iba a morir en ese instante. Tadano escuchaba cada vez más cerca esos pasos, su miedo iba aumentando con el pasar de los segundos, no había escapatoria, su destino aparentemente estaba sellado.

Yamai terminó su recorrido acercándose al rostro de Tadano provocando que empiece a temblar del miedo, cosa que le agradó bastante. Mientras lo miraba con esa sonrisa digna de una psicópata sacó de su bolsillo un cigarrillo y un encendedor, procediendo a encender dicho objeto. Después de encenderlo se lo metió en la boca, dispuesta a aspirar el olor a tabaco que desprendía dicho artefacto, y después de unos segundos exhaló dicho humo en el rostro de Tadano antes de comenzar a hablar, todo mientras este solo podía seguir temblar del miedo al verse incapaz de hacer algo.

Porque El Destino Lo Quizo Así (Tadano X Inaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora