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8:00 am

—¡Sebastian!— Venía gritando una mujer rubia.

—¿Alisson? ¿Qué sucede?—  Preguntó exaltado Sebastian.

— ¡¡Es Jayden!! Jayden quiere... ¡Quiere moler a piñas a Matthew!— Gritó Alisson, estaba preocupada.

— ¡¿Qué?! Ese pedazo de mierda...— Dijo Sebastian  con una clara expresión de enojo en su hermoso rostro.

No dudó más y se dirigió al patio principal, donde toda el bullicio se escuchaba hasta la última orilla del Instituto, solo que claro, Sebastian estaba tan hundido en sus pensamientos que no le dió la mínima atención anteriormente.

  Se metió entremedio de la horda de gente que había, acercándose hasta ver la escena de su mejor amigo en el suelo, siendo golpeado por ni más ni menos que, Jayden.

—...— Permaneció en silencio unos segundos, hasta que se acercó a espaldas de Jayden, agarrandolo de su camisa perfectamente planchada, así levantandolo del piso, para verlo cara a cara.

— ¿Eh? ¿Quién fué?...— Preguntó Jayden, hasta ver la figura de Sebastian detrás suyo.

— ¡Ja! Tú... ¿Tú que haces aquí, eh? ¿No me digas que vienes a defender a tu débil y estúpido amigo?—

—Pues que crees hijo de puta— Sebastian no se lo pensó dos veces, le metió un golpe en su perfecto y buen estructurado rostro, vaya que era lo único bueno en ese ser malvado.

La paliza fué fuerte, pero no lo suficiente como para que Jayden terminara en el suelo. El pelinegro alzó la mirada, sonriendo sadicamente y escupiendo sangre como si fuera saliva, realmente un maniático.

—¿Así estás jugando?— Jayden le pegó una cachetada al rubio, seguido de un empuje haciendo que caiga al suelo de roca, obteniendo unas cuantas raspadas.

—No te metas en lo que no te incumbe, con tan solo ver tu cara me dan ganas de vomitar.—

—Ugh, realmente...—

— ¿Uh? ¿Realmente qué? No te escucho idiota— Jayden se acercó a la cara de Sebastian.

—Realmente... ¡Realmente eres un hijo de puta!— Dijo Sebastian.

—Dime algo que no haya escuchado, anda, dilo—

—¿Te faltó la educación maternal como para saber que no tienes que golpear al que se te cruce?—

—¿Qué dijiste...?— El rostro de Jayden empezó a enrojecer

—¡¿Qué mierda acabas de decir sobre mi madre?!— Buen detalle, su madre, había fallecido.

Jayden se sentó encima del regazo de Sebastian, y empezó a golpearlo incontables veces con más fuerza, digo, a nadie le gustaría que hablen así de su madre muerta.

"Jayden... ¡¡Para!! ¡¡Lo estas lastimando demasiado!!"

El pelinegro detuvo sus acciones, ¿acaso había escuchado la voz de su madre? Esto, esto estaba mal, ¿la estaba decepcionando no es así?

—Yo...— Permaneció con un tono confuso, triste y enojado al mismo tiempo, se levantó y decidió retirarse del lugar ahora mismo ¿Qué le pasaba? ¿Estaba volviéndose tan loco como para escuchar la voz de su difunta madre? Pues eso parecía...

Sebastian estaba todo golpeado, apenas podía levantarse del suelo, ese hijo de puta realmente lo golpeó fuerte ¿Quería matarlo o algo así? Estaba loco.

—Sebastian... ¡¡Sebastian!!— El rubio escuchó los gritos de Alisson y Matthew, llamándolo, pero estaba tan cansado que solo quería cerrar sus ojos y no abrirlos más.

Mi Reflejo En Sus Ojos (READAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora