Capitulo 32: La Última Noche

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MIA

Han pasado tres días desde que Alessandro y yo descubrimos que estoy embarazada. Ha insistido en que mantengamos la noticia en secreto, queriendo ser extremadamente discretos. Ni siquiera le diremos a Dylan hasta que Pandora sea desmantelada. Alessandro teme que la noticia llegue a los oídos del enemigo y lo usen en nuestra contra.

Estoy sentada en la mesa del comedor, bebiendo una malteada de chocolate para intentar calmar mi estómago. Sin embargo, me siento algo mareada y me esfuerzo por no mostrarlo. De repente, llega mi cuñado Dylan y me observa con una mirada inquisitiva.

               ¿Estás bien, Mia? me pregunta con preocupación.

Intento sonreír y responder con naturalidad.

               Sí, solo es un poco de estrés. Nada de qué preocuparse.

Dylan se prepara un café y luego se sienta a mi lado.

               Estamos a poco tiempo de terminar de organizar el plan para entrar a la mansión de Pandora me informa, con un tono serio.

Mientras hablamos, sigo sintiéndome mareada, pero hago mi mejor esfuerzo por fingir que estoy bien. Sin embargo, no puedo evitar que Dylan note que me veo un poco pálida.

               Mia, realmente pareces enferma comenta él, su preocupación evidente.

Justo en ese momento, Alessandro entra a la cocina. Dylan se gira hacia él, señalándome.

               Alessandro, parece que Mia está enferma. Deberíamos hacer algo al respecto.

Alessandro reacciona rápidamente, su voz firme pero calmada.

               Tengo planeado llevarla con un médico en un rato. No te preocupes, Dylan, me encargaré de que esté bien.

Aunque sé que Alessandro está cubriendo la verdad, aprecio su rapidez para proteger nuestro secreto. Dylan parece aceptarlo, aunque sigue preocupado.

               De acuerdo, pero no duden en pedir ayuda si la necesitan dice Dylan, dirigiéndose a la puerta. Tengo que seguir con los preparativos, pero estaré atento.

Asiento y le dedico una sonrisa agradecida mientras sale de la cocina. Una vez que estamos solos, Alessandro se sienta a mi lado y toma mi mano.

               ¿Estás segura de que estás bien? me pregunta, sus ojos llenos de preocupación.

               Sí, solo me siento un poco mareada. Pero estaré bien respondo, apretando su mano. Veo que en verdad deseas mantener esto en secreto.

Alessandro asiente, su expresión es seria.

               Haré todo lo que sea necesario para mantenerte a salvo, Mia. A ti y a nuestro bebé.

Nos quedamos en silencio por un momento, compartiendo la tensión y la preocupación de lo que está por venir. Sé que Alessandro está preocupado, y yo también. Pero tenemos que mantenernos fuertes, por nosotros y por nuestro futuro.

Tomamos un momento para respirar y recuperar nuestras fuerzas. Sabemos que aún tenemos mucho por delante. 

Intento seguir bebiendo la malteada, pero el mareo es tan fuerte que el sabor me da asco. Dejo el vaso a un lado, sintiendo una oleada de náuseas.

La Sombra Del AnilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora